miércoles, 10 de septiembre de 2014

Informe sobre pobreza molesta al Gobierno

Para Capitanich, se trata de “una estrategia” para “desvirtuar 
los esfuerzos realizados”.

Capitanich criticó un informe sobre
el incremento de la pobreza.
Nacionales La oposición busca "desvirtuar todos los esfuerzos realizados por el Estado para protección social, con el propósito de mostrar que no sirven para nada, y que el Estado no sirve", aseguró el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, expresando la molestia del Gobierno por un informe de la Universidad Católica que revela un crecimiento de la pobreza. Para el funcionario, ese informe es parte de “una estrategia” de la oposición.

El Gobierno nacional salió a negar un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) que revela un gravísimo crecimiento de la pobreza en el Gran Buenos Aires, donde 1,3 millones de chicos viven en condiciones de pobreza.

El que expresó la bronca de la Casa Rosada por la difusión del informe sobre pobreza fue Jorge Capitanich, en su habitual conferencia de prensa matutina donde suele dedicar parte del tiempo a desmentir las publicaciones de los medios.

El jefe de Gabinete dijo que los números reflejados en el informe del observatorio de la UCA y publicados por el diario La Nación son parte de "una estrategia" de la oposición para "desvirtuar todos los esfuerzos realizados por el Estado en materia fiscal y financiera para protección social, con el propósito de mostrar que no sirven para nada, y que el Estado no sirve".

Para Capitanich, esa estrategia, tiene una primera fase que es mostrar que lo que se hizo no sirve, pero advirtió que lo que sigue en realidad es “la eliminación de todas las políticas de protección social para desvirtuar los logros y esfuerzos de esta gestión”.

Al respecto, le pegó duramente a La Nación por hacerse eco del trabajo y señaló que el diario es uno de los que más trabajan para la eliminación de las políticas sociales porque su convicción es que "el Estado no debe existir". "Primero el diario La Nación tendría que cumplir con su deuda impositiva, de 350 millones de pesos, así tendríamos más recursos para políticas activas", chicaneó.

"La oposición inventa números e institutos en apariencia serios, pero que en realidad ocultan su ideología", fustigó contra la Universidad, a la que invitó a "tener un debate profundo" sobre la metodología con la que se elaboraron los resultados.

Capitanich insistió en que se trata de un índice "falso" y sostuvo que contradice informes de organismos internacionales, como el Banco Mundial o la FAO, que veneraron las políticas de inclusión del gobierno kirchnerista. En ese sentido, sostuvo que el país ha tenido "una reducción abrupta e intensa" de la pobreza estructural.

El informe

La encuesta del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia para 2013 de la UCA revela un agravamiento de la pobreza infantil. El trabajo destaca que el 42,6% de los chicos y adolescentes (1,3 millones) del Conurbano bonaerense son pobres y un 9,4% son indigentes (290 mil).

En el total de la población urbana del país -el relevamiento de la UCA abarca 5700 hogares de 19 áreas urbanas-, la pobreza entre los menores de 18 años está estimada en 38,8%, contra el 37,2% de 2012. Así, unos 5 millones de niños y adolescentes son pobres, y, de ellos, unos 800.000 (9%), indigentes. En la población urbana total, la pobreza llega al 27,5%, indica la nota de La Nación.

En el Conurbano, en 2012 los niños sumergidos en la pobreza eran el 42%, un índice seis décimas inferior que el de la medición más reciente. El aumento es más pronunciado en comparación con 2011, cuando la tasa alcanzó el 38,5%. Ese año se había registrado una baja significativa, como efecto de la extensión del pago de la asignación universal por hijo (AUH). En 2010 el índice era de 47,3%.

En la ciudad de Buenos Aires, la pobreza y la indigencia infantil se ubican en el 18,9 y en el 3,4%, respectivamente, con leves alzas respecto de 2012.

La tendencia a un aumento de la pobreza medida por ingresos se ve agravada por la persistencia de elevados niveles de pobreza estructural, es decir, de la que no se mide por la suficiencia o no de los ingresos para acceder a determinados productos sino por las condiciones de vida y vivienda. En el conurbano, el 27,2% de los chicos tiene necesidades básicas insatisfechas (NBI), un índice que en este caso tuvo una leve mejora respecto de los tres años previos.

Informe: LPO

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