lunes, 8 de septiembre de 2014

Entrevistas / José Urtubey

"La salida de la Argentina viene por el eje industrial"

José Urtubey: Cómo afianzar una burguesía nacional.

Por Diego Genoud

Es, por donde se lo mire, el más oficialista de los empresarios que conviven en la Unión Industrial Argentina. José Urtubey es vicepresidente de la central empresaria pero además hermano del gobernador peronista de Salta.

A los 39 años, el dueño de Celulosa Argentina encarna el recambio generacional que llega en cuentagotas a la UIA. Aunque cuestiona la ley de abastecimiento de Axel Kicillof –“es mala e inoportuna”- y dice que Argentina debe salir de la primarización de la economía, Urtubey se diferencia de Héctor Méndez todo lo que puede. “No soy un exégeta de Héctor. Habría que preguntarle en qué basa sus declaraciones”, responde. Además, sostiene que hace falta afianzar una burguesía nacional, el anhelo trunco del kirchnerismo, y reclama que vuelvan al país los 200 mil millones de dólares que los argentinos tienen en el exterior.


-¿Coincide en que este año el Día de la Industria es un día de tristeza como afirmó el presidente de la UIA?

-Ha sido un día de trabajo, como todos. Este semestre tuvimos una caída de 3 por ciento de la actividad, si lo comparamos con los mismos meses de 2013. La caída estuvo timoneada por la industria automotriz que está afectada por factores endógenos y exógenos. La situación económica de Brasil, a donde exportamos las dos terceras partes de lo que se produce en el país, y entre los factores endógenos el proceso inflacionario que se inició en enero. El principal desafío es ver cómo combatimos esa inflación sin que se caiga la actividad económica.

-La caída de la actividad ya generó destrucción de empleo.

-En el primer trimestre, el empleo fabril cayó un 1,2 por ciento y en el segundo trimestre un 2 por ciento. Pero el acuerdo en el Consejo del Salario no es menor, hay que mantener la fuente de trabajo.

-La suba del 31 por ciento que se acordó está por debajo de la inflación.

-Hay que ver cómo termina el año. Que se haya arribado a un acuerdo es algo positivo.

-Méndez dijo esta semana que los empresarios siempre están con el poder. ¿Coincide?

-No soy un exégeta de Héctor Méndez. Son declaraciones individuales. Habría que preguntarle en qué basa sus declaraciones.

-Citó el caso de las grandes empresas que apoyaron a Hitler durante la Alemania nazi.

-Es un momento de prudencia y el rol del empresario no debe estar politizado. Son declaraciones subjetivas e individuales.

La trampa de la primarización

-¿Qué se está discutiendo al interior de la UIA hoy?

-La competitividad sistémica, inclusive lo charlamos con la Presidenta. Cómo volver a una competitividad pero no sólo a partir de una única variable. Políticas tributarias, comerciales, financieras, productivas; para las economías regionales reintegros de exportaciones, devoluciones de IVA, agilización en mecanismos de ingresos de insumos para la producción industrial, financiamiento al sector productivo aspectos logísticos, la cuestión energética … Es una agenda amplia.

-Pero el tipo de cambio competitivo es lo primero que aparece.

-Sí, pero es un error discutir competitividad a partir del tipo de cambio. Para nosotros es una variable más.

-Hay un déficit estructural en la industria de los años del kirchnerismo.

-Hay dos desafíos. Cómo potenciar la logística que permita mayor conectividad en las distintas regiones en relación al puerto, sobre todo me refiero a infraestructura ferroviaria. El Belgrano Cargas permitiría bajar costos logísticos y dar mayor competitividad a las economías regionales del Norte. Para que transportar un container de Salta a Rosario no nos cueste lo mismo que de Rosario a Turquía. El otro desafío es diversificar la matriz energética.

-¿Cuál es el balance que hace usted del ciclo que se inicia en 2002/2003?

-Sacando este último semestre como decía, el mayor logro fue sin lugar a dudas que se duplicó el PBI industrial y se triplicaron las exportaciones. También se diversificó un poco la matriz productiva industrial. Pero la coparticipación todavía está pendiente y sigue pendiente salir de la primarización de la economía, no sólo en Argentina sino en toda la región. Hace falta agregar valor a nuestros productos primarios.

-Sin embargo, la Presidenta insiste en que Argentina es el único país de la región que no reprimarizó su economía.

-Revertir una tendencia que viene desde 1930, cuando éramos el granero del mundo y tendríamos que haber pasado a una incipiente fase industrial, que se dio algo en el desarrollismo de Frondizi. No se puede revertir en una década una tendencia que lleva ya casi 100 años.

La burguesía que no fue

-¿Fracasó el kirchnerismo en el intento de crear una burguesía nacional?

-No puedo hacer un análisis histórico de un gobierno que todavía no terminó su mandato. Creo que en Argentina la década de los noventa fue un período muy complejo, en dónde se perdió mucho de la matriz industrial.

-¿Existe ese sujeto de la transformación que quería el gobierno?     

Comparado con países como Brasil, todavía nos falta afianzar una burguesía nacional en Argentina. No es responsabilidad sólo de un gobierno sino que también tiene que ver con el comportamiento empresarial. Nos va a llevar décadas afianzar un espíritu de burguesía nacional.

-Parece difícil. Incluso su empresa, Celulosa Argentina, está asociada con un fondo de inversión norteamericano.

-No, no. Siempre tuvimos el control nosotros. Hoy el mayor porcentual de las acciones no lo tiene ningún fondo de inversión, lo tenemos en Argentina.

¿La economía argentina sigue siendo más rentista que productivista?

-Hoy en día, sí. Sigue vigente esa concepción.

-¿Y cuál es el modelo posible para las empresas, a su criterio?

-Arcor es una representante clara de la burguesía nacional, Techint también lo es, AGD es otro caso.

-Entonces usted cree que el camino es convertirse en multinacionales.

-No, también en el mercado doméstico hay experiencias interesantes. Si vamos a las medianas, todo lo que tiene que ver con el cordón colindante de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba. Las PYMES son el motor de la Argentina y eso es burguesía nacional. Hay que diversificar la matriz productiva.

-Grobocopatel por ejemplo dice que la industria sigue viviendo de la teta del Estado y no se reconvirtió como hizo el campo en las últimas décadas.

-No, no creo. La antinomia campo-industria está superada. Las cadenas de valor están mucho más integradas. Si creo que hay una concentración territorial muy marcada y que hace falta llevar la industrialización al interior del país.

-¿Argentina debe apostar a Brasil y a China?

-Sí, pero con matices. Hoy el MERCOSUR sigue teniendo fallas, hoy es una gran conexión entre Buenos Aires y San Pablo, grandes centros urbanos que se conectan. Hay que trabajar regionalmente, hay posibilidades de conectar cadenas de valor y generar competitividad en lo que tiene que ver con el norte de Argentina y con el norte de Brasil. Los corredores bioceánicos pueden hacer transitar mercaderías que vayan del atlántico al pacífico sin tener que pasar por el centro del país. En el caso de China, el mundo es multipolar y la relación es estratégica. Pero teniendo en cuenta que hay que evitar desbalances con el ingreso de mercaderías con dumping y tratar de salir de la primarización de la economía para pasar a la faz industrial.

La oposición

-¿Qué es lo que cree que no tiene vuelta atrás de estos años?

-El concepto de desarrollo sostenible. El crecimiento económico tiene que venir de la mano de inclusión social y con respeto medioambientales en la producción. El año 2008 enseñó que debemos seguir teniendo una correcta administración de comercio hasta que alcancemos el desarrollo. No se puede tener una posición aperturista indiscriminada en el comercio exterior ni en el interior.

-¿Usted dice que ese tipo de premisas están presentes en la oposición?

-Hasta ahora sólo escuché hablar de personas pero no de planes de gobierno. ¿Escuchaste a los candidatos de federalismo económico, de plataformas, de bases programáticas? Yo no. De todas maneras, hoy no me imagino ningún candidato que diga yo tengo una posición sobre una economía netamente de servicios. Está claro que la salida de la Argentina viene por el eje industrial. En eso van a coincidir todos.

-¿Y qué debería cambiar la clase empresarial para asumir los desafíos que usted menciona?

-Yo no pontifico desde afuera porque soy parte de la clase empresarial. Pero como autocrítica pienso que hay que trabajar en la articulación público-privado. Hoy, aunque nadie te lo diga ciertamente, tenés 200 mil millones de dólares de ahorro argentino en el exterior. Hay que volver a invertir en el país y traer el ahorro argentino al país.

-¿Por qué cree que es tan baja la tasa de inversión en Argentina?

-El mundo va a necesitar y necesita mucho de lo que Argentina produce. Si logramos mayores niveles de institucionalidad, eso va a ayudar. Habría que duplicar o triplicar la inversión, llegar al 24 o 25 % en los próximos años.

-La oposición piensa que recién cuando cambie el gobierno llegarán las inversiones.

-Acá no hay soluciones mágicas. Tendrían que mostrar un plan consistente para hacer tamaña aseveración.

© LPO

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