Sectores del
oficialismo quieren buscar un arreglo con los fondos buitre
cuando venza la
cláusula RUFO el 31 de diciembre.
Ya hay sectores del Gobierno que quieren negociar con los "buitres". |
Economía - Un
sector del Gobierno quiere retroceder sobre sus pasos y empieza a desempolvar
la posibilidad de un arreglo con los fondos buitre para tratar de llegar con
algo de oxígeno al fin de mandato de Cristina Kirchner, previendo una situación
cada vez más angustiante con la falta de dólares.
La crisis de las reservas empezó a generar pánico a algunos
funcionarios del sector más racional del Gobierno, donde ya se empezó a hablar
de un arreglo con los holdouts después del 31 de diciembre, cuando vence la
cláusula RUFO. Es decir, volver a la idea inicial.
La versión que surgió en las últimas horas indica que la
aceleración de la crisis del dólar pulverizó los cálculos que habían hecho en
el Ministerio de Economía para llegar a fin de 2015 sin acordar en el frente
externo. Pero ahora perciben que las reservas no alcanzarán.
Es por eso que ese sector quiere retomar la hoja de ruta
para que el país se reinserte en los mercados, estrategia que incluyó los
arreglos con el Club de París, con Repsol y con el Ciadi, pero quedó trunca por
el fallo cuando quedó firme el fallo del juez Thomas Griesa.
Si el Gobierno normaliza la situación con los buitres,
calculan que podría salir a pedir unos 10 mil millones de dólares para
financiarse y estabilizar las reservas, lo que le aseguraría a Cristina un
final de mandato tranquilo.
De todos modos, la palabra final la tendrán la Presidenta y
Axel Kicillof, quienes mantienen una postura completamente diferente a la del
sector más racional. Ayer, Cristina reiteró en Nueva York que pretende cumplir
con sus obligaciones con los acreedores, pero manteniendo su postura de no
pagar el fallo de Griesa.
Kicillof y los suyos sostienen -o sostenían hasta hace poco-
que el Gobierno puede llegar a fin del año que viene con "lo nuestro"
y, por lo tanto, no hace falta pagarle a los buitres. Pero en sus cálculos
estaba conseguir unos 20 mil millones de dólares para calmar el temporal y
ahora no parece nada sencillo que lo vayan a lograr.
Por un lado, contaban con los 11 mil millones del swap con
China, más otros 7 mil millones de ese país para las represas y el Belgrano
Cargas. En el primer caso, con suerte se liberarán 800 millones este año y
1.200 en 2015. Los fondos para las obras son un misterio. Los otros 2 mil
millones que prevén recaudar provendrían de la licitación de 4G, pero como
adelantó LPO está a punto de caerse.
Además, el precio internacional de la soja se sigue
derrumbando. Se calcula que en 2015 habrá una caída del 13% de los ingresos por
exportaciones de granos. Encima, los productores no liquidan por el atraso cambiario:
actualmente reciben un tercio de lo que cobrarían al valor del dólar blue.
En este contexto, al que se suman la inflación y la
recesión, parece difícil que se cumpla la predicción que hizo la semana pasada
el diputado kirchnerista Roberto Feletti: "Tenemos los dólares suficientes
para funcionar hasta diciembre de 2015".
La posición de Feletti fue sostenida por los diputados y
funcionarios kirchneristas que fueron al Congreso a defender el Presupuesto.
Sin embargo, en esos cálculos no se habrían considerado los 1.500 millones de
dólares que hacen falta para que la provincia de Buenos Aires y la Ciudad hagan
frente a sus compromisos de deuda. Si el Banco Central no les entrega esos
fondos, los obligaría a renegociar los vencimientos o caer en default.
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