Los últimos sondeos
hablan de una paridad entre Massa, Scioli y Macri.
Fortalezas y debilidades de
cada candidato.
Por Ignacio Fidanza |
Sergio Massa, Daniel Scioli y Mauricio Macri transitan hoy
una franja de triple empate, de acuerdo al promedio de las encuestas que se
conocieron estos días. Las ubicaciones se acomodan según los clientes que
encargaron el trabajo, pero ninguna diferencia supera el margen de error de la
muestra. O sea, hoy según estos números hay empate. El partido se emparejó y el
final está más abierto que nunca.
Está claro que la política es dinámica y esto puede cambiar.
Pero analicemos la foto de hoy. Daría la impresión que la sociedad ya hizo un
primer corte fuerte de cara a la sucesión del kirchnerismo. Tres candidatos se
despegaron del resto. Si no ocurre un hecho excepcional, probablemente uno de
ellos sea el próximo presidente.
Las últimas tres encuestas conocidas son las de Isonomía,
Julio Aurelio y Managment & Fit. Las dos ultimas trabajan para Scioli y la
primera fue contactada por gente de su campaña, aunque también suelen hacer
trabajos para Macri. Todas marcan un descenso en la intención de voto de Massa
–que en su entorno niegan y atribuyen a una maniobra del sciolismo-, un
crecimiento fuerte de Macri y un estancamiento o crecimiento leve de Scioli.
Veamos los números. Según Managment & Fit de Guillermo
Seita –que trabaja en la campaña del gobernador-, la punta se la disputan Massa
y Scioli prácticamente empatados en los 25 puntos, seguidos por Macri que ronda
los 20.
Para Aurelio, Scioli se despega con 25 puntos, seguido por
Massa con 21 y Macri con 19. Y según Isonomía, Scioli otra vez aparece primero
con 27 por ciento seguido por Massa y Macri empatados en torno a los 23 puntos.
Por su parte, Macri convocó ayer a su gabinete a una reunión
con su consultor Jaime Durán Barba para analizar los números que manejan ellos,
en base a encuestas propias. En el PRO tienen un empate entre Massa y Macri y
un poco más abajo a Scioli.
Como se ve, los últimos números conocidos rondan en torno al
error estadístico, que suele ir de los 2 y los 4 puntos. Es decir que el orden
es casi la gentileza del encuestador a su cliente. Gentileza que se suele
corregir -a veces brutalmente- cuando se acerca el día de la elección.
“Si Massa cae hasta los 17 puntos se vuelve a meter en le
peronismo y pelea la candidatura a gobernador de Buenos Aires”, arriesgó el
consultor ecuatoriano en la reunión del gabinete porteño de ayer.
Demasiados “if” tiene su razonamiento, pero es la apuesta
del PRO y acaso también de la Casa Rosada. De hecho, Cristina ya ordenó a
Cristóbal López, Sergio Szpolsky y Diego Gvirtz, que traten lo mejor posible al
ingeniero y le den visibilidad. Es lógico, como todo jefe peronista, Cristina
si deja el poder quiere pasar a liderar la oposición. Jamás trabajar para
consolidar un sucesor interno que apalancado en el Estado, le quite la
jefatura.
Lo interesante de una pelea que se equilibró, es que a
ningún candidato le sobra nada. Será vital entonces la política, la
profesionalidad de las campañas y sobre todo la estrategia.
En ese sentido todos tienen fortalezas y debilidades. Como
candidato oficialista, Scioli sufrirá de manera inevitable los costos de la
crisis económica, pero como expresión del peronismo podrá ofrecer el atributo
de la gobernabilidad, un valor que en medio de crisis económicas suele
valorarse.
Macri por el contrario ensaya una idea interesante. Convencer
a la sociedad que los mismos que causaron la decadencia argentina de los
últimos 30 años, no pueden resolverla. Es preciso un cambio más profundo que
saque al peronismo del poder. El problema es que posiblemente lo haga de la
mano de una alianza con buena parte del radicalismo, una fuerza que termino muy
mal sus dos experiencias de gobierno en esta nueva etapa democrática.
Los números del jefe de Gobierno son impactantes y es esa la
fuerza que esta traccionando la crisis de Unen que escenificó Carrió.
Massa oscila entre ambas orillas tratando de ser “lo nuevo”
y ofreciendo la garantía de manejo del poder que portan los peronistas. El
riesgo obvio es desdibujarse y ofrecer un perfil confuso que genere dudas. De
hecho, en la muestra de Managment & Fit se ve un crecimiento de su imagen
regular a expensas de la positiva e incluso de la negativa.
Massa tiene entonces el desafío de sumar definición, pero
sin perder la plasticidad que le da ser el único candidato que hasta ahora
pesca en los dos partidos. En su caso, entonces, la definición de estrategia,
discurso y posicionamiento político será aún más relevante. Scioli y Macri, con
lo bueno y lo malo, ya han asumido perfiles más claros.
Entonces, las preguntas son obvias: ¿Massa encontró su piso
y puede venir el rebote o seguirá cayendo? ¿Scioli volverá a levantar o lo
arrastrará la crisis económica? ¿Macri está tocando su techo o entró en una
dinámica de crecimiento sostenido?
Falta mucho. Es apenas el primer round, que es lo mismo que
decir que la pelea real empezó. Terminaron los tiempos de flotar y ahora cada
día cuenta.
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