Sergio Massa podría quedarse con varios legisladores oficialistas. |
Por Mauricio Cantando
Sergio Massa tiene en carpeta el pase de cerca de una decena
de diputados oficialistas al Frente Renovador, número más que suficiente para
quitarle el quórum al Gobierno e impedirle llevar adelante su agenda
parlamentaria, que tiene entre sus temas más polémicos la ley de abastecimiento
y la de hidrocarburos, objetada por los gobernadores petroleros.
En el oficialismo cuentan hoy a 132 diputados, sólo 3 más de
los necesarios para el quórum, pero hay varios que están cada vez más lejos del
Gobierno y no tardarían en expresarlo en el recinto. Los motivos son variados,
pero una queja recorre el bloque la falta de diálogo con la Casa Rosada que se
limita a transmitir órdenes y las erráticas políticas económicas que están
impulsando Cristina Kirchner y Axel Kicillof, con los resultados a la vista.
Si se concreta la pérdida de quórum del bloque oficialista,
faltando un año y medio de mandato, el golpe político al Gobierno sería
mayúsculo.
Además de los 118 propios, Juliana Di Tullio cuenta como
aliados a los siete del Frente Cívico de Santiago del Estero, los tres de Nuevo
Encuentro y un puñado de independientes: los fueguinos Oscar Anselmo Martínez
(de la UOM) Graciela Boyadjian (Movimiento Popular Fueguino); Gustavo Fernández
Mendía (PJ La Pampa) y Alicia Comelli (Movimiento Popular Neuquino).
Boyadjián y Comelli ya tienen un pie afuera. El partido de
la fueguina resolvió por convención el pase al Frente Renovador y la neuquina
es fiel al gobernador Jorge Sapag, cruzado en malos términos con el Gobierno
por la nueva ley hidrocarburos. De hecho, el jueves Cristina sin demasiados
eufemismos acusó a él y los otros gobernadores petroleros, poco menos que de
buscar negociados personales.
De hecho, este viernes a la mañana la diputada neuquina
Comelli envió una carta a los diputados para refutar las críticas de anoche de
Cristina, dejando claro que se trata de una disputa de la que ya no parece
sencillo el retorno.
Mario Das Neves, aliado en interbloque con Massa, intentó en
diciembre armar un bloque patagónico y sondeó sin éxito a los neuquinos Adrián
San Martín y María Inés Villar Molina, cercanos al petrolero Guillermo Pereyra,
senador nacional y rival de Sapag en la interna del MPN.
Ambos ayudaron al oficialismo en las primeras votaciones,
pero ahora con Pereyra cruzado con el Gobierno, en la Casa Rosada ya no podrán
pedirles mucho.
Tan grave es el daño político que está causando el
empecinamiento de Cristina en sacar esa ley, que hasta Mario Pais, chubutense y
activo miembro del bloque oficialista, en los últimos meses no oculta su hastío
con el Gobierno y difícilmente se pliegue a apoyar el proyecto.
De hecho, en el entorno del gobernador de Chubut, Martín
Buzzi, están convencidos que la denuncia con la cuenta secreta que tenía en un
paraíso fiscal con cerca de un millón de dólares, fue filtrada por la Casa
Rosada, puntualmente por Carlos Zannini, uno de los impulsores de la norma.
Más independiente es la también chubutense Mónica Contrera,
del sindicato de televisión, aunque no oponerse a la ley de hidrocarburos le
complicaría la vuelta a casa. Quedó claro en la última sesión del Senado,
cuando el también chubutense Marcelo Guinle, histórico presidente de la
Comisión de Acuerdos, le advirtió a Miguel Pichetto que no respaldará la
norma.
Por otro lado, el gobernador de Río Negro, Alberto
Weretlineck, ya blanquea un pase al Frente Renovador, lo que eyectaría del
bloque oficialista a Hernán Avoscán y tal vez a Luis Bardeggia.
En Mendoza el kirchnerismo transpiraría menos. El
gremialista Juan Dante González y la camporista Anabel Fernández Sagasti no
objetarían la ley de hidrocarburos. Alejandro Abraham habló del interés en
atraer inversiones mineras y Guillermo Carmona fue ambiguo, aunque aclaró que
defenderá los intereses de Mendoza.
Pero el pase del massismo más esperado es el de Martín
Insaurralde, aunque el lomense ya avisó que la banca es del Frente para la
Victoria, o sea, que si finalmente da el salto le dejará su lugar a Luis
Cigogna, fiel a la Casa Rosada por su vieja obediencia a Alberto Balestrini.
"Ni un paso
atrás"
Como sea, fuentes del massismo confiaron a LPO que tienen diez pases en carpeta y
están dispuestos a cerrarlos cuanto antes y bloquear la agenda del Gobierno en
el Congreso, que empieza el martes en el Senado con el tratamiento en comisión
de la polémica ley de abastecimiento.
Fuentes del Frente Renovador confirmaron a LPO que el propio
Massa recibió la consulta de su bloque: "¿Avanzamos a fondo y tratamos de
sacarle el quórum al Gobierno o contenemos?", fue la pregunta. Massa que
desde que el Gobierno inició el camino del default ve con enorme preocupación
lo que ocurre en el país, contestó implacable: "Ni un paso atrás".
Di Tullio ya sabe que le costará mucho mantener la mayoría y
quedará obligada a negociar con otros bloques.
Los cinco de Compromiso Federal (el bloque de Rodríguez Saá)
y los 3 de Unidad Popular (liderados por Claudio Lozano) ayudaron a controlar
el recinto el año pasado, cuando empezó la sangría hacia al massismo. Los
últimos pueden ser claves para ayudar en la polémica ley de abastecimiento y la
de hidrocarburos.
También Ramona Puchetta, oriunda del Movimiento de Jubilados
y Desocupados de Raúl Castells. Si es necesario, harán volver de La Rioja a
Javier Tineo, de licencia para ejercer como ministro de Producción.
Pero los tiempos políticos cambiaron, con una recesión que
no invita a quedar pegados a un Gobierno que ya cuenta sus días para irse. De
eso hablan y mucho los diputados del Frente para la Victoria del interior del
país, tengan o no puentes tejidos con otros candidatos presidenciales.
Para conformarlos, Di Tullio sólo logró este año llevarles a
las reuniones de bloque a Oscar Parrilli, secretario general de la presidencia.
“Estamos podridos de recibir sólo instrucciones y no tener
ni chance de hablar con un ministro y plantearle los problemas de nuestras
provincias. Si hubiera un líder que nos aglutine plantaríamos bandera”, confió
a LPO un diputado kirchnerista.
Es lo que la semana pasada provocó la renuncia de la
cordobesa Carolina Scotto, aunque será reemplazada por el intendente de Villa
del Totoral, Ernesto "Tatú" Bernabey, quien, a priori, se sumaría al
oficialismo.
Los 5 misioneros del Frente Renovador ya marcaron sus
matices con el Gobierno pero nunca se atrevieron a bloquearle una ley. Dos de
ellos responden al vicegobernador Carlos Rovira: José Guccione y Stella
Levergerg.
El gobernador de Misiones, Maurice Closs, viene mostrándose
seguido con Florencio Randazzo, quien hace lobby en diputados con María Eugenia
Zamarreño. Massa quiere terciar en esta disputa.
Di Tullio ya tiene miedo a la hora de juntar el quórum:
Canceló la sesión del miércoles ni bien se suspendieron unos vuelos unos días
antes. No sea cosa de llevarse una sorpresa.
La jefa de bloque tampoco le informó a Diana Conti cuál será
el destino del nuevo Código Civil, aprobado en el Senado y a la espera de una
sanción definitiva en Diputados.
Más lejos quedó el Código Penal. El borrador todavía en
estudio por las Universidades luego de la activa campaña en contra de
Massa.
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