La desocupación sigue siendo una sombra para el relato oficial. |
Especiales - El
2014 ya se muestra como un año bisagra en el modelo económico kirchnerista. La
devaluación de enero, la caída en la actividad, y el acercamiento a los
mercados-ahora truncado por el default ante la falta de acuerdo con los fondos
buitre- dieron por tierra con varios de los los pilares del discurso oficial.
Lo cierto es que a eso se le sumó una nueva sombra que hasta
ahora el gobierno había conseguido mantener al margen: los problemas de empleo.
Los encuestadores observan que la gente ya naturalizó otros
temas de fondo muy graves como la inflación y la inseguridad. Eso es lo que en
definitiva le permite a figuras como Daniel Scioli mantener su imagen a pesar
de que los crímenes en la provincia de Buenos Aires sean cada vez cruentos.
Pero basta con recordar que estos dos flagelos estuvieron
presentes desde el 2003 en adelante, y no le impidieron a Cristina arrasar con
los votos en 2005, 2007 y 2011.
Lo cierto es que desde que la actividad empezó a desacelerarse,
las ventas se desplomaron, y la industria ya empezó a despedir gente: de
acuerdo a datos del Indec, se perdieron más de 25 mil empleos en ese rubro
durante el segundo trimestre, frente al mismo período del año pasado, lo que
implica una caída del 2% en puestos de trabajo.
Ante esa amenaza, el gobierno anunció un relanzamiento de
los planes “Repro” creados en el 2009 con un aumento en el monto recibido por
subsidio. De todas formas, el ministro de Trabajo Carlos Tomada señaló que la
situación actual no es como la de ese año recesivo.
Según pudo saber LPO,
en Tribunales está habiendo 800 audiencias judiciales por día relacionadas a
los despidos.
En diálogo con este medio, el consultor Hugo Haime contó que
en junio un 45 por ciento de las personas respondieron que tenían miedo a
perder el empleo en los próximos meses, frente a un 49% que no.
“Era un tema que el año pasado no estaba presente como
temor”, reflexionó Haime. “No se ve que sea algo desatado, como en la década
del 90’, que estaba altísimo, pero mes a mes se va incrementando”, detalló.
El encuestador contó que ante la pregunta “¿Se siente
afectado por problemas de desocupación?”, el 20 por ciento respondió que sí. Y
en cuanto a problema a nivel país, pasó de un 20 por ciento a principios de año
a unos 25 puntos porcentuales actuales, según sus estudios.
Esa preocupación figura tercera después de la inseguridad y
la inflación. Y, para la vida cotidiana, queda relegada a un cuarto lugar,
después de los “bajos salarios”.
"Los planes sociales amortiguan el problema del empleo.
Por eso 'bajos salarios' figura antes como preocupación. “De los que reciben
planes, el 30% está preocupado”, puntualizó Haime.
Javier Lindenboim, economista de la UBA, consideró que
“después de algunos años de quietud casi completa en el mercado de trabajo, hay
indicios de un proceso de retroceso”. “Los últimos datos de la EPH muestran un
proceso de desaliento, como en los 90’, ya que bajó la tasa de empleo y la tasa
de actividad”, describió el titular del Centro de Estudios sobre Población
Empleo y Desarrollo (Ceped).
Para Lindenboim, “hay una agudización de lo que ya se venía
observando desde hace un lustro, cuando el empleo dejó de crecer
significativamente, a diferencia del quinquenio 2003-2007”. En ese sentido,
explicó que “se terminó de rascar el fondo de la olla y ya no hay de donde
sacar fondos”.
“Va a haber un empeoramiento de las condiciones de la
demanda laboral, los que pagan habitualmente son los trabajadores a través de
decisiones del sector empresario”, vaticinó el analista.
Lindenboim advirtió que “estamos entrando en una etapa
totalmente distinta. Es una situación efectivamente complicada. Lo que uno
puede visualizar hacia adelante en términos de empleo e ingreso es una
regresión eventualmente intensa de las bondades q hubo desde 2002, cuando hubo
una recuperación muy importante".
Es que como había adelantado este portal, los empresarios,
después de las suspensiones, pueden empezar a aplicar despidos, tal como
establece la ley de Contrato de Trabajo.
Los más golpeados
Las estadísticas del INDEC continúan mostrando que la
actividad económica se encuentra transitando un sendero de franca recesión. En
términos interanuales las cifras del EMAE, que estiman la evolución del PBI
mensual, afirman que, por tercera vez consecutiva, la producción agregada
muestra un descenso en su nivel de actividad. Coherentes con la merma de la
oferta, las cifras de mayo también confirman el estancamiento de la
Construcción y de la Industria al acumular bajas cercanas al 3 por ciento en
ambos casos.
El sector automotriz continúa siendo uno de los principales
afectados. Las últimas cifras afirman que, al patentarse apenas unos 50 mil
vehículos durante junio, la cantidad de autos comercializados por los afiliados
a ACARA registró una caída interanual en el orden del 30 por ciento.
Si se considera que en enero el nivel de negocios cayó un 2
por ciento, que en marzo esta baja se expandió casi hasta el 9 por ciento, y
que en abril y mayo se derrumbó al mostrar caídas en el orden del 35 por
ciento, el piso de la demanda automotriz podría estabilizándose un 30 por
ciento por debajo de lo que sucedió durante el 2013.
"Este desempeño parece contradecir el argumento
oficialista que carga las tintas sobre la contracción de la demanda brasileña
porque, aunque cierto, omite el detalle de que la parálisis de la demanda local
es aún más fuerte", reflexiona un reporte privado al que accedió LPO.
La industria acumula once meses consecutivos de caída
interanual. En la industria automotriz el achique productivo fue del 19%, y le
siguieron el sector metalmecánico con 5,8%, plásticos con 6,7% y neumáticos con
4,9%. Según el INDEC, el 95,5% de los industriales no piensa tomar personal
sino mantener las dotaciones actuales, y un 3,5% prevé una baja.
En ese marco, la autopartista Lear cerró el jueves por
quince días las puertas de la planta que tiene en Tigre. Ya despidió a 110
trabajadores y ahora estarían en riesgo 450 puestos de trabajo. La reacción de
los gremialistas no se hizo esperar: ya hubo varias protestas en la
Panamericana que fueron reprimidas en más de una oportunidad por la
Gendarmería.
La autopartista Paraná Metal paró su producción por tres
semanas debido a la caída de la demanda. Tiene 152 empleados, repasó hoy Jorge
Lanata en su columna de los sábados.
El titular de SMATA, Ricardo Pignanelli, estimó unas 12.000
suspensiones y unos 500 despidos. El secretario general de la UOM (Unión Obrera
Metalúrgica), Antonio Caló, dijo que hubo unos tres mil despidos desde enero, y
cerca de diez mil trabajadores del sector, suspendidos.
En los primeros cinco meses del año cayó 17% el empleo en la
industria electrónica de Tierra del Fuego. Se pasó de 14.539 a 12.652
trabajadores registrados.
Según el Instituto de Estadística y Registro de la Industria
de la Construcción, la caída en la venta de inmuebles generó la pérdida de
19.000 puestos de trabajo.
En tanto, la propietaria de Paty, Quickfood, despidió a 168
empleados que no serán reubicados en la mudanza de la planta de Martínez, en el
norte del Gran Buenos Aires, a San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe.
Pero la recesión también golpea a otros sectores como el de
los medios. La señal de noticias C5N despidió a veinte empleados del grupo de
medios, mientras que la Compañía de Medios Digitales (CMD), empresa del Grupo
Clarín, despidió la última semana a diez empleados.
© LPO
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