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viernes, 4 de julio de 2014

Escandaloso apoyo kirchnerista a Boudou

El kichnerismo bloqueó en Comisión
el juicio político a Boudou. (Télam)
NacionalesHubo serios enfrentamientos verbales entre el kirchnerismo y la oposición por el apoyo de los primeros a Amado Boudou, bloqueando el pedido de juicio político contra el imputado vicepresidente. El ultrakirchnerista Carlos Kunkel anduvo a los manotazos y los camporistas, como siempre, la jugaron de pesados con las legisladoras de la oposición. Hasta Elisa Carrió tuvo un altercado con uno de los custodios.

Adela Segarra dejó en claro que su misión original en la presidencia de la Comisión de Juicio Político no era convocar a sesiones ni habilitar debates: eligió una pequeña sala del 3 piso del anexo, que obligó a los diputados a sesionar apretados y a los camarógrafos a estar a los codazos.

Ordenó a la seguridad impedir que se llenar el lugar y el personal no tuvo más opción que cerrar el paso a periodistas y camarógrafos. Fue sólo un rato: legisladores y empleados debieron intervenir para evitar un escándalo.

Cuando parecía que la tranquilidad había llegado a los pasillos, se escuchó a Elisa Carrió salir a los insultos. “¿Sabés por qué no te denuncio? Para que no pierdas el laburo. ¡Te hablo a vos pelotudo!”, le gritó a uno de los encargados de "custodiar" los estrechos accesos. Por la noche, dijo que estaba bien, pero denunció presencia de patotas “parapoliciales” en la Cámara.

En la sala la tensión fue comparable con aquella reunión de comisión de presupuesto de 2010, que terminó con el cachetazo de Graciela Camaño a Carlos Kunkel: este jueves, nuevamente kirchneristas y opositores se insultaron a los gritos y hasta hubo amagues de trenzarse.

Carrió copó la escena después de la lectura de Segarra del informe para exculpar a Boudou. La chaqueña avisó que denunciará por encubrimiento a los 17 diputados oficialistas y tuvo su primer tiroteo con Diana Conti, que había acusado a la oposición de hablar para las cámaras.

“Cuando Conti estaba en la Alianza hablaba con TN”, la chicaneó mientras citaba un antecedente de juicio político de los 90, siempre recordando que el proyecto que rige ese proceso lo hizo junto a Cristina Kirchner, entonces diputada del PJ.

La correntina Araceli Ferreyra era una de las diputadas que seguía la sesión desde un rincón y no aguantó la furia: “Callate vos que después se van en helicóptero”, gritó. “Yo ya me había ido, estaba Diana Conti en la Casa Rosada cuando despegó el helicóptero”, retrucó Carrió. La ahora diputada kirchnerista, que efectivamente era secretaria de Derechos Humanos de Fernando de la Rúa, se tapó la cara.

Un empleado que aparentemente trabajaba con la oposición le dijo algo a Ferreyra y Kunkel, que estaba sentado al lado, estiró el brazo para empujarlo. La situación no pasó a mayores, pero no faltó mucho.

La oposición estalló cuando el kirchnerismo pidió moción de orden para votar antes de debatir, si bien no era un tema sustancial porque el número lo tendrían de todas maneras. “Querés nominal. Dale votemos nominal”, prepeó Kunkel.

Segarra nombró a cada diputado para que voten y le pidió al secretario de la Cámara que anuncie la votación final. "¡Pero si ya lo hice y me putearon!", se indignaba, mientras lo denostaba el radical tucumano Juan Casañas, sentado junto a su jefe de bloque Mario Negri y el líder del PRO Federico Pinedo en una doble fila por falta de lugar. "Soy un empleado, no me hables así", se identificó el secretario.

Carrió no paraba. “Qué griten ‘Yo apoyo a Boudou’”, desafió. Y lo hicieron. Dulce Granados entendió que la chaqueña le había dicho ladrona y amagó a romper todo. “¿A mí me decís Carrió? ¡Mirame!”, la desafió. Juntitos, los camporistas Andrés “Cuervo” Larroque, Eduardo Wado De Pedro y Marcos Cleri se reían, pero pronto se sumaran a los cruces.

Los irritó el santafesino Oscar “Cachi” Martínez, ahora del Frente Renovador, antes en el oficialismo. “Dale Cachi, te conocemos. ¡Qué cara tenés!”, le decía De Pedro.

Entre risas, Larroque le pedía que devolviera la banca y cuando terminó de hablar se puso a aplaudir con ironía. También cuando se fue junto a su jefe de bloque, Darío Giustozzi. “Chau Cachi, chau Giustozzi, váyanse”, les decía el Cuervo. “¡Vos fuiste en la boleta con Boudou!”, aportó Kunkel, como si eso fuese algo malo.

Larroque también se despachó furioso contra Victoria Donda. “Vos te vas a arrepentir de trabajar para Magnetto”, le disparó mientras la diputada del FAP lo tapaba con la voz.

Otro hostigado fue el ex fiscal Manuel Garrido, ahora diputado de la UCR. “¿Decí por qué renunciaste?”, lo desafiaba Kunkel. “Porque ustedes me ponían gente para no poder hacer nada”, respondió. El kirchnerista movía el dedo índice en signo negativo. “Renunciaste por tu papá”, le dijo en voz baja. Y entre risas.

Laura Alonso, del PRO, leyó un buen rato su discurso y soportó burlas. “Te tenemos que traducir”, le decían desde el kirchnerismo. Cuando Cleri hablaba se tentó de risa. “¿De qué se ríe?”, la increpó María Teresa García, la secretaria parlamentaria del bloque.

Siempre distante, Margarita Stolbizer fue la única opositora que evitó reprimendas. Patricia Bullrich recordó que si un juicio político debe esperar un fallo judicial, nunca recaería ese proceso sobre un juez de la Corte Suprema.

“Para eso hay un jury de enjuiciamiento”, quiso interrumpirla la camporista y siempre arrogante Anabel Sánchez Sagasti. “No, eso es para jueces menores. Los de la Corte son acá”, la corrigió Bullrich.

Sobre el final Cabandié volvió a hablar de Macri para desmentir que haya habido un juicio político en su contra, sino que -aclaró- esa instancia fue pedida por el PRO y desestimada por la oposición, entre ellos la Coalición Cívica.

“Fernando Sánchez, ahora diputado, dijo que había que esperar el final del proceso judicial”, sostuvo Cabandié. O sea, tal como quiere el kirchnerismo con Boudou. Y hoy lo hizo saber de todas formas.

Informe: LPO

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