martes, 1 de julio de 2014

Dilema diplomático por el pasaporte de Cobos sellado en Malvinas

Por Ana Gerschenson
El diputado nacional Julio Cobos se convirtió el sábado último en el primer diputado argentino en visitar las islas Malvinas después de la guerra de 1982. Y también en el primer legislador nacional en tener su pasaporte sellado por el Falkland Islands Government (Gobierno de las islas Malvinas) al ingresar al archipiélago austral, técnicamente territorio argentino.

La presencia del mendocino, quien también es precandidato a presidente, se dirime entre el eventual antecedente que genera su viaje en el marco del reclamo argentino y la vital importancia de la presencia de un dirigente nacional en las islas de la que tanto hablan los políticos argentinos, pero ninguno conoce.

Recién en 1999 los ciudadanos con documentación argentina pudieron volver a pisar suelo malvinense, prohibido por los británicos desde el conflicto bélico. Ese año, en el marco de la política de seducción a los kelpers, que llevó adelante con vehemencia el ex canciller Guido Di Tella, se firmó su acuerdo con Londres en el que se establecía que “para visitar las Islas Malvinas, un ciudadano argentino necesitará un pasaporte argentino válido por la duración de la estadía prevista”, y precisaba en su segundo punto que “los pasaportes argentinos presentados por visitantes serán sellados sobre las mismas bases que cualquier otro pasaporte presentado por visitantes” a las islas.

Justamente, uno de los principales opositores a este entendimiento con el Reino Unido, fue el fallecido embajador Lucio García del Solar, de origen radical, como Cobos.

En una columna de opinión publicada en el diario Clarín luego del acuerdo de 1999, Del Solar recordó que en 1971, en conversaciones bilaterales con Londres, “a la pretensión británica de que los visitantes argentinos viajaran con pasaporte, nuestra diplomacia de aquel entonces, juzgando inaceptable semejante requisito para hacer pie en un territorio que se considera nuestro, propuso la cédula de identidad. Rechazada por la parte británica, la cuestión se resolvió con un documento neutral: el Certificado Provisorio, conocido como la tarjeta blanca, que fue usada para los viajes tanto de los argentinos como de los malvinenses”.

Del Solar hizo historia siendo representante argentino ante Naciones Unidas en 1965, año en el que logró que la ONU votara la resolución 2065, que insta a la Argentina y el Reino Unido a sentarse a negociar la soberanía de Malvinas.

Otro diplomático de carrera, hoy ligado a UNEN, César Mayoral, también expresó su sorpresa por el viaje de Cobos. El ex embajador ante la ONU y China, aseguró El Cronista que “llama la atención el hecho de entrar con un pasaporte argentino a un territorio que reivindica la Argentina”.

Opuesta, por supuesto, es la postura del ex vicecanciller de Di Tella, Andrés Cisneros.

Consultado por este diario sobre el viaje del diputado mendocino, afirmó que “el fetichismo del pasaporte es un error. Porque no genera mayores derechos para Gran Bretaña, en razón de la condición jurídica que la ONU le reconoce es como ocupante de las islas y existe el paraguas de soberanía”.

El paraguas de soberanía es el mecanismo por el cual Londres y Buenos Aires acordaron en 1989 que ninguna de las negociaciones bilaterales afectaría el status quo sobre el reclamo de ambas naciones.

¿El sellado del pasaporte del diputado nacional Julio Cobos quedó resguardado bajo ese paraguas o genera un antecedente de reconocimiento del ‘gobierno de las islas Malvinas’ que perjudica a la Argentina? La respuesta en la diplomacia, con claridad, no es unánime.

© WE

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