El "reloj al revés" de Bolivia sigue causando polémica. |
Bolivia – Aunque con argumentos diferentes, tanto el
oficialismo como la oposición coincidieron en que debe ser mantenido el “reloj
al revés” que se instaló en el edificio del Congreso de Bolivia. Para el
Gobierno, se trata de “un símbolo de los tiempos de cambio” en cambio para los
sectores de la oposición, el aparato no debe ser retirado por ningún motivo,
para "preservar la memoria colectiva de los tiempos de oscurantismo
político" que vive Bolivia.
Un "reloj al revés" instalado en el edificio del
Congreso de Bolivia se ha convertido en "símbolo de los tiempos de
cambio" para el oficialismo y "burda imitación de lo extranjero"
para la oposición.
En medio de la polémica política y las críticas, ambas
partes coinciden sin embargo, aunque con argumentos diferentes, en que se debe
mantener el artefacto en el emblemático edificio ubicado en la plaza principal
de La Paz.
El municipio de La Paz, por su parte, considera un atentado
contra el patrimonio cultural de La Paz la instalación de un reloj cuyas
manecillas giran de derecha a izquierda y cuyos números están ubicados en
consonancia.
Según el canciller David Choquehuanca, con la instalación de
ese reloj, el gobierno está recuperando nuestra identidad. De acuerdo a nuestro
'sarawi' (aymara, camino), los relojes deben girar a la izquierda".
En su criterio, se trata de "un reloj solar".
"Si ustedes ponen un bolígrafo, el sol gira así: a la izquierda en el
(hemisferio) sur y al otro lado, en el norte".
En consecuencia, como "nosotros debemos recuperar esa
lógica, sacudir nuestros cerebros", aunque reconoce que no se trata de
nada nuevo pues compró hace años un reloj similar en Londres "en una
tienda en que anunciaba 'para los del sur'".
Choquehuanca considera que "tenemos que ser capaces de
valorar lo nuestro".
Pero para la diputada de oposición Norma Piérola, "no
es más que una burda imitación de lo extranjero.
Piérola atribuye la iniciativa a instrucciones del
vicepresidente Alvaro García Linera "que se declaró como un jacobino y
pretende cambiar las leyes universales del tiempo".
El presidente del senado, Eugenio Rojas, se preocupa en
cambio, de aclarar que el artefacto no tuvo costo para el Estado porque
"hermanos científicos nuestros han trabajado gratuitamente en la nueva
mecánica".
Este jueves se reveló que relojes de similares
características fueron obsequiados a 200 de los delegados que participaron hace
diez días en la reunión del Grupo g77+China que se celebró en Santa Cruz de la
Sierra, a 1.000 kilómetros al sureste de La Paz. Rojas reconoce "van a
haber críticas y mucha resistencia, pero todo cambio es así. El desafío es
construir un nuevo mundo y retomar el nuevo camino".
Su colega presidente de diputados, Marcelo Elio, sostiene
que "para nosotros el norte es el sur, como una clara expresión de la
descolonización y antimperialismo que hoy sustentan los pueblos de
Latinoamérica".
Según Ximena Pacheco, directora de patrimonio cultural del
municipio de La Paz, el artefacto instalado en el histórico edificio del
Congreso es un atentado al patrimonio cultural de la ciudad.
Ese edificio, ubicado en la plaza principal de esta ciudad,
fue declarado monumento histórico y cultural con carácter nacional en 1999 y
"ningún elemento puede ser modificado o sustituido de forma
independiente".
En las redes sociales, mientras tanto, la gente del
oficialismo y de la oposición encontró un punto de coincidencia.
Los oficialistas dicen que no se lo cambiará pues representa
un símbolo de los tiempos de cambio que comenzaron en el 2006 con la gestión
del presidente Evo Morales.
Para los opositores, no se lo debe cambiar por ningún
motivo, para "preservar la memoria colectiva de los tiempos de
oscurantismo político" que vive Bolivia.
Informe: ANSA
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