El acto inaugural
será a las 16:00 y una hora más tarde jugarán Brasil y Croacia. Jennifer Lopez
confirmó su participación.
Brasil - Con
Jennifer Lopez confirmada a última hora, el Mundial-2014 comenzará este jueves
con una ceremonia inaugural en la que participarán 660 bailarines y cuyo clímax
será la interpretación de la canción oficial por sus tres intérpretes ante
decenas de miles de personas y doce jefes de Estado.
El acto inaugural se realizará en el estadio Arena
Corinthians, desde las 16, y una hora después jugarán Brasil y Croacia.
"Por favor, lleguen pronto", pidió la cantante
brasileña Claudia Leitte a los 62.600 hinchas que llenarán las tribunas del
estadio Arena Corinthians de Sao Paulo para el Brasil-Croacia que abrirá el
Mundial.
Parece que la FIFA aprendió la lección tras tanta lucha
contra los retrasos: en Brasil hay que preparar las cosas con tiempo y la
ceremonia comenzará a las 15:15 locales (la misma hora que en la Argentina).
"Por favor, lleguen pronto, porque antes del partido
voy a estar allá para cantar para ustedes. (...) Venga pronto, siéntese y,
cuando comience a cantar, animen para darme mucha energía", dice Leitte,
estrella local que interpretará la canción oficial del Mundial We are one junto a Pitbull y Jennifer
López, en un video promocional publicado por la FIFA.
Después de que el máximo organismo del fútbol comunicara el
domingo que JLo no estaría en Sao Paulo por "problemas de
producción", en la noche del martes un comunicado oficial sorprendía
anunciando la presencia de la superestrella estadounidense en el espectáculo.
El compañero de Jennifer Lopez y Claudia Leitte en el
escenario, además del colectivo brasileño de tambores Olodum, será el rapero
estadounidense Pitbull.
El músico de origen cubano no dio muchos detalles de una
ceremonia que se guarda con celo para sorprender a los 1.000 millones de
personas que la verán en todo el mundo por televisión.
"Será una gran sorpresa", dijo el músico, autor de
la canción que lleva más de 72 millones de visitas en YouTube.
Se espera que al partido inaugural acudan doce jefes de
Estado y de gobierno, además del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon,
encabezados por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que no tiene previsto
realizar ningún discurso.
Por otro lado, se leerá un mensaje del papa Francisco y de
otros líderes religiosos, que harán un llamamiento por la paz, acompañado por
una suelta de palomas.
Pero otro de los momentos más emotivos de la ceremonia
llegará cuando un parapléjico deje atrás su silla de ruedas y camine unos pasos
para dar el saque inicial del Mundial, gracias al exoesqueleto creado por el
doctor brasileño Miguel Nicolelis.
Huelgas y protestas
Las huelgas y protestas amenazan no obstante con arrojar
sombra sobre la fiesta.
El sindicato de trabajadores aeroportuarios decretó una
huelga parcial de 24 horas en los aeropuertos de Rio de Janeiro para este
jueves, aunque sólo paralizarán sus actividades entre 20% y 30% de los
empleados.
Los empleados de autobuses de Natal (noreste), el único
transporte público de esta ciudad mundialista, anunciaron asimismo que entrarán
en huelga a partir de la medianoche en reclamo de mejoras salariales.
Varias protestas contra el exorbitante gasto público de
11.000 millones de dólares en la Copa han sido convocadas para el día de la
apertura del Mundial en al menos nueve de las 12 ciudades sede del torneo.
Las huelgas y los llamados a protestas callejeras reviven el
fantasma de la histórica revuelta social de junio de 2013, durante la Copa
Confederaciones, marcada por frecuentes choques violentos con la policía.
La FIFA se dice confiada en que todo marchará sobre ruedas,
aunque hace pocas semanas su secretario general Jerome Valcke confesó que ha
sido "un infierno" organizar la Copa en Brasil, célebre por su
desbordante alegría y ánimo fiestero pero también por su informalidad.
Previendo desbordes y violencia, la presidenta Dilma
Rousseff advirtió que no tendrá "la menor contemplación con quien crea que
puede cometer actos de vandalismo o impedir el derecho de la mayoría de
disfrutar la Copa del Mundo".
El gobierno logró sin embargo en la noche del miércoles que
el metro de Sao Paulo no reanudara una huelga que podría perturbar seriamente
el transporte al estadio mundialista este jueves.
Obreros munidos de taladros acababan el miércoles los
retoques de una baranda del Arena Corinthians, que debería haber sido
finalizado el 31 de diciembre pasado, constató un periodista de la AFP.
Otros colocaban grandes lonas para esconder los andamios que
soportan un puente que cruza de una avenida al estadio, mientras un grupo
dentro del recinto abastece los baños de agua desde un camión cisterna.
Trabajadores de la limpieza sacan brillo a los asientos. Los
periodistas trabajan sin grandes problemas durante el entrenamiento de la
Seleçao en el estadio, aunque de vez en cuando se cae internet.
Pese al malhumor por los excesos en los gastos de la Copa y
los atrasos, la fiebre mundialista sube finalmente en Sao Paulo.
Las calles de esta megalópolis de 20 millones de habitantes
al fin se han vestido de amarillo y verde, suenan aislados bocinazos y las
tiendas están repletas de banderas y todo tipo de artículos con los colores de
la bandera, desde uñas postizas hasta pestañas falsas, pasando por pelucas de
mohicano a la Neymar y preservativos 'verdeamarelos' con sabor a 'caipirinha'.
Hace siete años Brasil ganó el derecho a albergar su segunda
copa en casa determinado a mostrar al mundo su poderío emergente, y de paso
exorcizar el fantasma del 'Maracanazo' de 1950, cuando Uruguay contra todo
pronóstico le derrotó 2-1 en la final.
Y tras meses de críticas por los atrasos en obras de
estadios, infraestructura de transporte y sobrecostos, Rousseff aseguró esta
semana que Brasil "venció los principales obstáculos y está preparada para
la Copa este jueves dentro y fuera del campo".
La presidenta, que se juega la reelección en octubre, mandó
callar a los "pesimistas" y comparó la preparación de la Copa a un
partido "sudado y muchas veces sufrido", aunque aseguró que el
resultado vale la pena.
En un mensaje a la Seleçao publicado el miércoles, Rousseff
insufló confianza a los jugadores de la Canarinha: "El mundo sabe que ustedes
son los mejores".
"Cada uno, jueguen a lo que saben. Es suficiente para
la victoria", agregó.
Más allá de huelgas y protestas contra el gobierno brasileño
o la FIFA, la mayoría de los brasileños y mil millones de televidentes en todo
el mundo se frotan las manos ante la perspectiva de un mes con el mejor fútbol
del planeta.
Informe: NA y AFP
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