sábado, 10 de mayo de 2014

MUERE CARMEN ARGIBAY

Carmen Argibay, jueza de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación, falleció este sábado.
Nacionales - La jueza de la Corte Suprema de Justicia, Carmen Argibay, falleció este sábado luego de varios días de permanecer internada en terapia intensiva.

Fuentes del máximo tribunal confirmaron a NA que el deceso se produjo a las 14:05 en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento, en el barrio porteño de Recoleta, por un paro cardiorrespiratorio.

En ese centro de salud se encontraban este sábado junto a familiares de Argibay, el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzeti, y el juez Carlos Maqueda.

Argibay, de 74 años, se encontraba internada desde hacía varios días como consecuencia de nuevas complicaciones en su estado de salud por un enfisema pulmonar, a lo que luego se sumaron problemas renales.

Jurista de prestigio

La jueza ya había tenido varias internaciones en los últimos años y, a comienzos de 2009, había sufrido un infarto de miocardio y se le había implantado una prótesis llamada stent, lo que la obligó a estar ausente en el Tribunal por varias semanas y a disminuir el consumo de tabaco.

Tras pasar poco menos de un año detenida por el gobierno de facto que derrocó a María Estela Martínez de Perón, Argibay ejerció la profesión en el ámbito privado hasta el regreso de la democracia.


En 1984 fue nombrada jueza, cargo que ejerció hasta 2002. En diciembre de 2003, fue propuesta por el entonces presidente Néstor Kirchner para integrar la nueva Corte Suprema de Justicia. Siete meses después, el Senado aprobó su designación, con lo que se convirtió en la primera mujer en integrar el más alto tribunal en democracia.

Ante el rechazo parcial que provocara su nominación, Argibay contestó: “Decir de frente lo que uno es o piensa revela honestidad, que es el primer paso para la ecuanimidad. Mis creencias (o su falta) no deben interferir en las decisiones judiciales que tome”.

Previo a integrar la Corte Suprema, la magistrada trabajó en la Corte Penal de la Haya, en el Tribunal para la exYugoslavia y en el Tribunal Internacional de Mujeres sobre Crímenes de Guerra para el Enjuiciamiento de la Esclavitud Sexual, que condenó en 2000 a Japón por los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. Además, fundó la Asociación Internacional de Mujeres Jueces.

Autodefinida como atea, la magistrada se pronunció en varias oportunidades a favor del derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo -un respaldo a la despenalización del aborto- y por ello recibió críticas de la Iglesia católica.

Informe: NA, EC y Perfil.com

0 comments :

Publicar un comentario