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| La venta de maquinarias agrícolas cayeron 50% en lo que va de 2014. |
Economía - La industria de maquinaria agrícola sufrió
como pocos la devaluación del peso instrumentada por el Gobierno nacional en el
mes de enero pasado, cuando el dólar se disparó de $6 a $8. Como consecuencia de ello, las ventas
internas de tractores, cosechadoras y sembradoras cayeron en promedio un 50 por
ciento respecto a igual periodo de 2013, según datos difundidos por el INDEC. Por
esta causa, las suspensiones o despidos de empleados serán inevitables.
Las cifras, tal como era de esperar, son demoledoras: en el
primer trimestre del presente año 2014, las ventas internas de tractores,
cosechadoras y sembradoras cayeron en promedio un 50 por ciento respecto a
igual periodo de 2013.
Sucede que, al igual que en el sector automotriz, la
industria de maquinaria agrícola sufrió como pocos la devaluación del peso
instrumentada por el Gobierno nacional durante enero pasado, que llevó el valor
del dólar de 6 a 8 pesos.
De esta manera, según datos difundidos por el INDEC y
publicados en valorsoja.com, en los primeros tres meses del año se vendieron en
el mercado local unos 351 tractores importados contra 798 en igual periodo de
2013 (lo que representa una caída del orden del 56%).
También cayeron las ventas de tractores nacionales –o
producidos en el país– al pasar de 467 unidades a 701 (-33%), mientras que las
ventas de sembradoras fueron de 136 unidades en el primer trimestre de 2014
contra 236 en los primeros tres meses del año pasado (-42%).
Las cosechadoras también sufrieron un fuerte impacto: en
enero-marzo de este año se vendieron 114 cosechadoras fabricadas en territorio
nacional contra 216 en el mismo período de 2013 (-47%), al tiempo que las
ventas de cosechadoras importadas fueron de apenas 52 unidades versus 170 en
2013.
En este contexto, la preocupación de los empresarios es cada
vez más grande. La Política Online
conversó con varios directivos de firmas que operan mayormente en la región
central del país, aunque, por temor a represalias oficiales, varios prefirieron
no revelar su nombre.
Para Christian Lancestremere, gerente comercial de Case, “es
fundamental seguir contando con las herramientas de financiación que fueron el
motor de las ventas del año pasado” (en 2013 el Banco Nación ofreció créditos a
tasa subsidiada).
Lo cierto es que, más allá de los deseos, hay un denominador
común entre los empresarios: las suspensiones y/o despidos de empleados serán
inevitables si la crítica situación no tiende a revertirse en el corto plazo.
“No vamos a poder resistir mucho tiempo más”, repiten muy preocupados.
Así las cosas, muy lejos quedaron los planes de la ministra
de Industria Débora Giorgi, quien a mediados de 2013 presentó un ambicioso plan
para llegar al 2020 con 30.000 empleos en el sector, 10.000 sembradoras
fabricadas en el país, 4000 cosechadoras y 11.000 tractores.
En 2013 las ventas de maquinaria agrícola en la Argentina
crecieron de manera significativa a causa de la incertidumbre cambiaria
combinada con la posibilidad de acceder a créditos bancarios con condiciones
súper ventajosas en un año que cerró con un 28% de inflación real.
Los números hablaron por sí solos: las ventas de tractores
crecieron un 50% el año pasado alcanzando las 6650 unidades versus 4400 en
2012. Por su parte, en 2013 se comercializaron 908 cosechadoras en el mercado
local, una cifra 32% superior a la registrada un año antes, según datos
oficiales.
Así, la brecha creciente que hubo durante todo el año pasado
entre el dólar oficial y el paralelo en un marco de suba de precios promovió
–ante la imposibilidad de comprar dólares en el mercado oficial– la venta de
bienes durables a modo de reserva de valor.
Por esto mismo, los especialistas que más conocen del tema
coinciden en que el récord de ventas de maquinaria agrícola durante el año
pasado no respondió a una demanda genuina, sino más bien a una suerte de
“especulación monetaria” por parte de los productores con mayor espalda
financiera.
“Muchos productores observaron que, al no haber demasiadas
opciones de inversión en pesos, era conveniente refugiarse en un bien que
conserva su valor en dólares”, comentó a este medio el consultor económico
Salvador Di Stefano.
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