lunes, 26 de mayo de 2014

“TRAGEDIA INCONMENSURABLE”

Francisco ante el Memorial del Holocausto que recuerda el exterminio
de seis millones de judíos en los campos nazis. (Foto: AFP)
Especiales - El papa Francisco denunció este lunes la "tragedia inconmensurable" del Holocausto y el "abismo" que constituyó para la humanidad, durante una visita al Memorial de Yad Vashem construido en recuerdo del exterminio de seis millones de judíos en los campos nazis.

"¿Quién contagió la presunción de apropiarte del bien y del mal? ¿Quién te convenció de que eres Dios? No sólo has torturado y asesinado a tus hermanos, sino que los ofreciste en sacrificio a ti mismo, porque te erigiste en Dios", exclamó el Pontífice en su discurso. "En este lugar, memorial de la Shoah, resuena esta pregunta de Dios: 'Adán, ¿dónde estás?'", expresó Francisco.

El Pontífice señaló que esta pregunta "contiene todo el dolor del Padre que ha perdido a su hijo". "El Padre -subrayó- conocía el riesgo de la libertad, sabía que el hijo podría perderse, pero quizás ni siquiera el Padre podía imaginar una caída como esta, un abismo tan grande". Ese grito "'¿Dónde estás?', aquí, ante la tragedia inconmensurable del Holocausto, resuena como una voz que se pierde en un abismo sin fondo", manifestó.

Francisco dijo que de la tierra se levanta un tímido gemido que pide a Dios que tenga piedad porque "llevamos la deshonra en el rostro, la vergüenza". "Se nos ha venido encima un mal como jamás sucedió bajo el cielo. Señor, escucha nuestra oración, escucha nuestra súplica, sálvanos por tu misericordia. Sálvanos de esta monstruosidad", resaltó.

"Danos la gracia de lo que, como hombres, hemos sido capaces de hacer. Nunca más, Señor, nunca más!", concluyó el Papa.

Por último, en el libro de visitas del museo del Holocausto escribió un conmovedor mensaje: "Con la vergüenza de lo que el hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, fue capaz de hacer. Con la vergüenza de que el hombre se haya hecho dueño del mal; con la vergüenza de que el hombre, creyendo dios, haya sacrificado a sí a sus hermanos. ¡Nunca más!! ¡Nunca más! Francisco"

La cargada agenda de Francisco incluyó una visita al cementerio nacional de Israel, donde depositó una corona de flores en la tumba del fundador del sionismo, Theodor Herzl, un homenaje que ningún papa había hecho hasta ahora y que irritó a los palestinos. Fuera de programa, el papa visitó también el monumento en honor de las víctimas civiles de atentados en Israel.

En todos los rituales, Francisco estuvo acompañado por dos amigos y compatriotas argentinos, el rabino Abraham Skorka y el profesor musulmán Omar Abboud.

La visita papal concluyó con una misa en el Cenáculo, donde según la tradición cristiana se llevó a cabo la Última Cena de Jesús con los apóstoles, lugar que alberga también la tumba del rey David, considerada sagrada por los judíos. Francisco, que pronunció 14 discursos y homilías en tres días, evitó en general improvisar en ellos como es su costumbre.

El primer papa latinoamericano, conocido por sus gestos y propuestas novedosas, regresa a Roma con la promesa del presidente israelí Shimon Peres y el líder palestino Mahmud Abas de reunirse -probablemente el 6 de junio- para orar por la paz en Medio Oriente bajo la Cúpula de San Pedro. Una audaz iniciativa del papa argentino para reactivar las negociaciones entre israelíes y palestinos, en punto muerto desde el fracaso de abril de una mediación estadounidense. "La paz es cuestión de fantasía e inspiración. Tú tienes estos dos elementos. Gracias por esto", le confesó Peres al papa durante el encuentro privado en el palacio presidencial.

Informe: Agencias

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