lunes, 19 de mayo de 2014

Frenan fondos para universidades nacionales

Capitanich está frenando los fondos
para las universidades nacionales.
EconomíaLas ejecuciones presupuestarias para las universidades nacionales “están demoradas  y el año pasado también se demoraron”, dijeron algunos de los rectores de las casas de altos estudios que son las únicas que dependen directamente del Ministerio de Educación. Sin embargo, esos fondos los pasó a manejar el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que los dispone “en forma discrecional y sin que se hayan publicado, por lo que las universidades no saben cuánto les toca”.

El ajuste llegó a las universidades nacionales. Desde que comenzó el año, el gobierno viene frenando el giro de fondos destinados a los gastos en infraestructura e insumos para las casas de estudio que dependen directamente del Ministerio de Educación.

Según pudo saber LPO, la decisión está generando todo tipo de dificultades con los proveedores que habían sido contratados por las universidades nacionales para obras y refacciones, incluso en los distritos más favorables al kirchnerismo, o que son manejadas por rectores que comulgan con el oficialismo.

En algunos casos, la situación llega a tal punto que en lo que va del año no recibieron ni un solo peso de lo que les correspondía, según confió a este portal una fuente de una universidad del Conurbano. Es decir que el ministerio de Educación les adeuda más de cuatro meses en concepto de “gastos de funcionamiento”, algo que usualmente sucedía en noviembre o diciembre, pero no en los primeros meses del año.

En diálogo con LPO, el presidente de la comisión de Asuntos Económicos del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el rector de la universidad de Mar Del Plata Francisco Morea, recordó que estos fondos se encuentran pautados en lo que la jerga se conoce como “Planilla B” y señaló que “este año está demorada, y el año pasado también se demoró”.

Antes, la planilla B aparecía desglosada en el Presupuesto cuando este se trataba en el Parlamento. Pero desde el año pasado la ley de leyes sólo incluye el total que se les destinará a las universidades nacionales, sin diferenciar cuánto de eso será destinado a los “gastos de funcionamiento”. Con lo cual ya no están discriminados en una planilla aparte.

Según Morea, ahora estos datos pasó a manejarlos la Jefatura de Gabinete en forma discrecional y lo llamativo de este año es que todavía no los publicó, por lo que las universidades nacionales no saben cuánto les toca a cada una por ese concepto.

Tras aclarar que los fondos girados alcanzan para “para pagar sueldos y otros gastos como la luz”, Morea denunció que en lo que respecta a los fondos para refacciones y obras “ha habido un deterioro en los últimos años” porque “no se ha actualizado en relación a la inflación”.

“Si hace siete años los sueldos se llevaban el 85% de los recursos, ahora la proporción pasó al 93%”, advirtió.

El rector de la UNMDP explicó que la partida permaneció congelada durante estos años, mientras la inflación se fue comiendo el poder adquisitivo de esos fondos. “La planilla B se mantuvo en el mismo valor nominal, en unos $400 millones para todo el sistema universitario”, aseguró.

La situación no es la misma en todas las universidades, porque algunas son más dependientes de los fondos nacionales que otras.

En la Universidad de Tierra del Fuego, por ejemplo, terminaron las obras que tenían pautadas, pero confesaron que están “peleando para continuar”. “Hasta ahora podemos seguir con las que están en marcha, pero tenemos una indefinición para continuar el resto del año”, confió a este medio una fuente de esa casa de estudios.

De ahí que esta problemática será uno de los temas a tratar durante la reunión que mantendrán los rectores nacionales con el jefe de Gabinete Jorge Capitanich, que se llevará a cabo la próxima semana.

En el ámbito universitario, algunos creen que la intención del gobierno es ahogar lo más que pueda a las casas de estudio para forzarlas a ajustar sus cuentas al máximo, y recién ahí empezar a liberarle la plata.

En ese sentido, de acuerdo a las planillas de Ejecución presupuestaria publicada en el portal web del ministerio de Educación, la de Tierra del Fuego es una de las más perjudicadas porque hasta fin de marzo se le habían girado por este concepto sólo 230 mil pesos, la cifra más baja de las 50 universidades nacionales. A la misma altura del año pasado, ya había recibido casi dos millones de pesos, diez veces más.

Otras que también registraron bajas fueron las de Avellaneda, la de Lomas de Zamora, Chilecito, del Oeste, Chaco Austral, Río Negro, y del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, aunque en estos casos las contracciones no son tan notables como la de la casa de estudios fueguina.

Informe: LPO

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