Por Gabriel Profiti |
El martes próximo el Frente Amplio Unen se presentará como
alternativa electoral para 2015.
Con un póker de presidenciables abrirá aún más
el abanico de opciones para la sucesión de Cristina Kirchner, aunque un
acertijo sobrevolará el lanzamiento: la posibilidad o no de un acuerdo con
Mauricio Macri.
Las encuestas irán definiendo el escenario. Hoy por hoy, el
más interesado en sellar una alianza amplia no peronista es al líder del PRO,
porque está detrás de Sergio Massa y Daniel Scioli, con el agravante de que no
tiene otras ollas de donde sumar votos más que su eventual crecimiento
personal.
En el denominado progresismo la figura de Macri es germen de
discordia, sobre todo porque es un entramado inestable compuesto por la UCR, el
socialismo, la Coalición Cívica, el Gen, Proyecto Sur y Libres del Sur. Sin
embargo, a excepción de estos dos últimos partidos, el resto promueve o al
menos no descarta un acuerdo con el principal referente de la centroderecha del
país.
"Primero lancemos Unen y después trabajemos para
ampliar la sociedad", señala uno de los principales referentes de ese
armado panradical. Así las cosas el próximo martes quedará conformada lo que
Emilio Monzó, armador del PRO, definió como "la teoría de los cuartos"
según la cual habrá cuatro candidatos presidenciales en 2015, de los cuales dos
definirán en balotaje.
Los puntos cardinales de la elección serían: el líder del
Frente Renovador, Sergio Massa, el candidato que surja de la interna del
peronismo oficial, el ganador de la primaria de Unen y Macri. Aunque hay
posibilidades de que la oferta se condense.
Los límites de Macri
El macrismo trabaja para que su jefe político sume lo que le
falta para estar en alguna de las dos opciones más votadas. Su gestión en la
Ciudad tiene niveles de aceptación muy altos, pero su estrella se apaga cuando
los conglomerados urbanos del área metropolitana dan lugar a poblados menos
densos.
Macri ya habilitó un edificio en Balcarce al 400 para echar
a rodar su sueño. Allí funcionan entre otras cosas, su think tank, la Fundación
Pensar, y un gran equipo de comunicación. Sus armadores machacan con que el
peronismo fracasó y que el electorado puede darle espacio a otra estructura de
poder.
Pero el escenario no parece sencillo y hace crucial para sus
aspiraciones poder acoplarse al club no peronista. En eso puso a trabajar a sus
hombres como Monzó y Rogelio Frigerio.
"Ellos tienen un mejor armado nacional pero nosotros un
mejor candidato presidencial", aseguran en el PRO.
En el Frente Unen advierten que las últimas encuestas les
dan esperanza aun sin Macri: la suma de sus candidatos configura una oferta
competitiva, aunque -reconocen- nadie garantiza un comportamiento aritmético de
los votantes.
Julio Cobos, quien era uno de los bastoneros del acuerdo con
Macri, junto a Ernesto Sanz y Elisa Carrió, salió a señalar que ve difícil que
se pueda plasmar para las primarias y remarcó que lo cree más factible para un
eventual balotaje.
Un sondeo de la consultora Aresco (Julio Aurelio) indica
que, si las PASO fueran hoy, un 21,6% de la población elegiría participar de la
interna del Frente Amplio, para escoger entre Cobos, Sanz, Carrió, Fernando
"Pino" Solanas y Hermes Binner.
La encuesta, encargada por el Frente Amplio, señala que el
panradicalismo sólo sería superado por el Frente Para la Victoria, que obtiene
26,6% de intención de voto con Daniel Scioli, Jorge Capitanich, Sergio
Urribarri y Florencio Randazzo como precandidatos, y por el Frente Renovador de
Sergio Massa, aunque por un mínimo margen de 0,7% (22,3%). Macri, sin
competidores internos queda relegado a un 12,1%.
Otro relevamiento de Poliarquía Consultores da a Massa una
intención de voto del 25%, seguido por el gobernador de Buenos Aires, Daniel
Scioli, con el 21% y el jefe de gobierno porteño con el 16%. La suma de Unen da
en este caso 23%, dividido entre Binner (9%), Cobos (8%) y Carrió (6%).
Ingenierías
electorales
Previendo esta posible coalición, tanto Unen como el PRO
promueven una reforma del régimen de elecciones primarias (PASO) para que el
ganador de la interna presidencial pueda conformar fórmula con alguno de sus
vencidos.
El martes próximo la diputada Patricia Bullrich, ahora
integrada al macrismo, presentará un proyecto con esa modificación en Diputados,
cuyo objetivo es resolver esa eventual interna de manera más apropiada y
salomónica.
Sin embargo, la Presidenta dejó entrever a sus
interlocutores que no avalará una enmienda de ese tipo a la ley pensada por
Néstor Kirchner y a esa negativa se sumó el massismo en la voz del intendente
de San Miguel, Joaquín de la Torre.
El peronismo, en cambio, empieza a discutir internamente su
sistema de representación, actualmente expresado en mayorías y minorías.
Sabiendo que el PJ vuelve a ganar el centro del ring de cara a 2015, el
kirchnerismo quiere incluir el sistema D Hont en las primarias para la
conformación de las listas.
Para ello no se necesitaría una reforma de las PASO porque
la ley electoral le da a cada frente la potestad de definir sus reglas del
juego. Hoy en el PJ es necesario obtener un 25% de los votos para lograr
entreverarse en las listas.
© NA
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