Por Brian Majlin
Aunque desde 2001 ya nadie quiera llevar el mote de alianza,
a raíz de lo ocurrido con el último intento de aglutinamiento electoral que
conformaron radicales y progresistas -aunque en ese caso sí admitían
peronistas-, el Frente Amplio Unen nace con la referencia directa de ese último
agrupamiento: radicales, progresistas, ex kirchneristas (Libres del Sur, Martín
Lousteau) y peronistas anti pejotistas (Fernando "Pino" Solanas) en
el objetivo de superar al kirchnerismo tras su triple mandato.
Lo cierto es que el FAU es eminentemente un conglomerado con
muchas diferencias y esa consigna, fuerte pero única, en común. Tienen, eso sí,
un antecedente alentador: su buena cosecha de votos y cargos en las
legislativas de 2013, en la que -juntos y separados- registraron una mejoría.
Para su objetivo 2015 cuentan con un entramado de hasta
cinco candidatos presidenciables -Julio Cobos, Ernesto Sanz, Elisa Carrió,
Fernando Solanas y Hermes Binner- que se posiciona -según encuestadores y
dirigentes propios- en franca posibilidad de disputarle a un eventual
electorado peronista que optará -si finalmente lo hace- dividido entre Daniel
Scioli o Sergio Massa.
Cuando suban este martes al escenario del Broadway, los
cinco candidatos mostrarán sus sonrisas y se fundirán en abrazos fraternos, que
escondan las duras disputas que los convocan: salvo Carrió, que coquetea con la
Ciudad y amaga con dejar su ya fallida candidatura presidencial que en 2011
apenas arañó el 2% de los votos, ninguno se muestra dispuesto a bajarse antes
de tiempo.
Desde el radicalismo Cobos emerge como un puntal del frente
anti kirchnerista. Obtuvo el 48% de los votos en Mendoza el último año y
revitalizó a la UCR. Tiene la firme disputa -territorial y partidaria- con su
coterráneo, el senador Sanz, que asegura que su único objetivo es la
presidencia.
Por el ala progresista emerge Binner, que en Santa Fe sumó
un 42% y dejó lejos al PRO y al FPV y, además de su predominio local, cuenta
con el antecedente de 2011 cuando, aunque lejos, fue el segundo detrás de
Cristina Kirchner.
A ellos se les suma, aún más progresista y quizás como único
resabio de un peronismo primigenio, Fernando "Pino" Solanas, que ganó
en la Ciudad junto a Carrió en 2013, anunció su búsqueda presidencial y sostuvo
sus acuerdos con UNEN aún a costa de quebrar su Proyecto Sur.
Precisamente la última de la lista es Carrió, que en
diputados porteños casi alcanzó al hasta aquí imbatible PRO con el 32% hace
menos de un año. Pero la ex radical, ex ARI y fundadora de la CC es la única
que no se mostró ofendida con la idea de bajarse de la pelea: si UNEN lograra
una alianza aún más amplia -y menos progresista- con Mauricio Macri, que le
otorgara a la chaqueña la victoria en bandeja para ser la sucesora del
referente amarillo, podría haber novedades en ese sentido.
Ahí es donde se cuelan los comentarios de Oscar Aguad o
Cobos sobre una eventual sumatoria de Macri: por un lado, saben que les
garantizaría una victoria casi segura en varios distritos -uno vela por
Córdoba, el otro por Mendoza- y les quitaría a Carrió del medio; y, por el
otro, no creen que Macri puede arrebatarles la interna.
Muchos otros, que disputan distritos en los que el PRO los
dejaría sin chances, se oponen a esa sugerencia. Es el caso de Ricardo Alfonsín
y Margarita Stolbizer, en GBA, o de Martín Lousteau en CABA. Distinto es para
Pino Solanas, Victoria Donda o Binner, que saben que un agrupamiento con el PRO
los alejaría de gran parte de sus votantes consolidados.
© Minuto Uno
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