Jorge Capitanich dijo que el Gobierno no pretende regular los piquetes. |
Nacionales - "No cabe duda que hay una demanda desde
el punto de vista social, un hartazgo de carácter social por la interrupción
del tránsito", dijo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, al referirse al
proyecto para regular las manifestaciones conocidas como “piquetes”. El funcionario
aclaró, de todos modos, que "no constituye una iniciativa del Poder
Ejecutivo" y se preguntó: “¿Por qué si esto está debidamente tipificado,
los fiscales no actúan, o los jueces no actúan?”
Jorge Capitanich se encargó de dejar en claro que la Casa
Rosada no impulsa el proyecto del bloque kirchnerista de Diputados para
prohibir los piquetes, pese a que esa iniciativa surgió a partir del pedido que
hizo Cristina Kirchner en la apertura de las sesiones ordinarias.
"No constituye una iniciativa del Poder
Ejecutivo", afirmó el jefe de Gabinete en conferencia de prensa. "No
cabe duda que hay una demanda desde el punto de vista social, un hartazgo de
carácter social por la interrupción del tránsito", admitió el funcionario,
que culpó a jueces y fiscales porque, según dijo, tienen las herramientas para
evitar los piquetes.
"Es un tema extremadamente complejo, porque muchos
fiscales presentan sus objeciones a una iniciativa de esta naturaleza en virtud
de que, afirman, existe una tipificación en el Código Penal para actuar.
Entonces la pregunta inmediata es: ¿por qué si esto está debidamente
tipificado, los fiscales no actúan, o los jueces no actúan", planteó.
Además, Capitanich dejó en claro que la intención de la Casa
Rosada es que la regulación de las manifestaciones sea debatida en un espacio
más amplio que el Congreso, como “un sistema de audiencias públicas”. “Es muy
bueno que el Congreso se un espacio para el debate abierto, plural y
democrático de este tipo de iniciativas”, detalló.
El funcionario también descartó que el Gobierno haya
ordenado retirar o frenar el proyecto que ingresó la semana pasada a la Cámara
de Diputados. “No es un proyecto que incumbe directamente al Poder Ejecutivo”,
insistió. "Somos respetuosos de todas estas iniciativas de carácter
legislativa. Entendemos que el Congreso de la Nación es el ámbito específico
para tratarlo", recalcó en su intento de despegue.
En las últimas horas, la iniciativa de los diputados
kirchneristas sumó críticas desde todos los sectores, incluidos varios sectores
del oficialismo como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), de
Horacio Verbitsky, y Carta Abierta.
Ante esto, Carlos Kunkel, el principal impulsor del
proyecto, comenzó a poner reparos y se mostró abierto a los cambios.
"Estoy dispuesto a modificar el texto de la ley, pero que me digan cómo se
soluciona" el problema de los cortes, afirmó.
"Queremos que los partidos de oposición se sinceren: si
están de acuerdo con que cincuenta personas corten una autopista, nosotros,
desde el oficialismo, no vamos a impulsar la sanción de esta ley", afirmó
anoche en el programa ultraoficialista 678.
Apenas conocido el proyecto, la semana pasada, el CELS salió
a cuestionar la iniciativa y la calificó como un “retroceso respecto de
estándares sobre protesta social que se fueron construyendo durante todos estos
años”.
“El proyecto intenta ampliar los márgenes del control
estatal sobre el derecho a la protesta mientras persisten casos de represión
violenta de manifestaciones”, indicó el organismo que dirige Horacio Verbitsky,
agregando que las protestas son “un componente esencial de la democracia”.
Ayer, el intelectual Ricardo Forster advirtió que "no
se debe criminalizar la protesta" y se mostró en contra de “pedir permiso
para protestar”. "Le falta algo importantísimo, que es habilitar el
derecho a la protesta social", cuestionó el integrante de Carta Abierta.
Informe: LPO
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