Dicen que son ignorados por no haber sido apropiados durante la última
dictadura militar. Aseguran que se falsean estadísticas y que hay más de 3
millones de personas con la identidad adulterada.
Viviana Tuñón, Gisela Di Vicenzo, Silvia Tarrio, María Villegas y Viviana Sacaliza |
Por Clarisa Ercolano
@clarisaercolano
Gisela Di Vincenzo es una de las 3 mil personas que conforman la ONG
Búsquedas Verdades Infinitas, una agrupación formada mayoritariamente por
hombres y mujeres que persiguen encontrarse con sus verdaderos padres, en su
mayoría, víctimas del robo o de la venta de recién nacidos.
A punto de
recibirse de abogada, Gisela, cuya vida cambió cuando su madre le confesó en
una pelea que la habían comprado a una partera que vendía niños, le cuenta a
MDZ que “si bien nosotros también perdimos a nuestras padres, también fuimos
robados o vendidos y el estado que estuvo ausente es responsable, hoy no somos
tenidos en cuenta”. “Somos también hijos de desaparecidos, no sabemos quiénes
son nuestros padres ni donde están pero como no nos contemplan como casos de
lesa humanidad todo se hace mucho más difícil”, asegura.
Tanto Gisela como el resto de las personas que conversaron con MDZ
aseguran sentirse discriminados. “Hay propagandas del estado nacional
que te dicen que pelees por tu identidad, que te saques las dudas, queremos
hacer todo eso pero nos cierran la puerta en la cara”, señalan. “Fuimos
junto a Silvia Tarrio, recibidas en su momento por el ahora fallecido Eduardo
Luis Duhalde y por la señora Estela de Carlotto, Duhalde nos dijo que los DDHH
en el país eran de las Abuelas y que él no podía hacer nada. Carlotto
directamente nos dijo que éramos ‘un error de la vida’”, asegura Di
Vincenzo.
“Nosotros no tenemos nada. No tenemos apoyo psicológico, no tenemos ni
siquiera una sede, pero sin embargo cuando en Abuelas algún análisis da
negativo, son tan caraduras de mandarlos a `lo de Gisela de Búsquedas’”,
asegura Di Vincenzo. Otro ejemplo que muestra a las claras las diferencias lo
da María Magdalena Villegas quien busca a su hija, cuya propia familia regaló
cuando ella era muy joven y no pudieron hacerle un aborto: “Estaba en un
programa de televisión y una chica que me escucho sacó cuentas, mis fechas y mi
hospital coincidían con datos que ella manejaba, vino a buscarme porque hay una
posibilidad de que sea su madre, estamos entre las dos juntado el dinero para
hacernos los estudios de ADN y mientras tanto manejamos como podemos esta
ansiedad”, confiesa. Para un particular, un ADN tiene un costo que no baja de
los dos mil pesos por persona.
Desde Búsquedas, aseguran que las estadísticas se falsean y que
en el país hay casi 3 millones de personas cuya identidad ha sido adulterada,
en su mayoría, por haber sido robados al nacer. "Más de 3 millones de
personas buscan en el país su verdadera identidad y otras tantas no saben de
esta situación personal", asegura la titular de la ONG quien no duda en
decir que son dejados de lado “por un tema económico”. “Incluirnos a nosotros
reduciría el dinero del cual disponen hoy por hoy los llamados organismos de
Derechos Humanos”. Casi en soledad, investigan redes de robos y posterior venta
de bebés y elevará una acción judicial para que la búsqueda de ellas y de sus
compañeros de lucha, sea tenida en cuenta por el estado nacional. “Estamos
impulsando un Proyecto de Ley Nacional sobre el Derecho a la Identidad de
Origen”, revelan a este medio.
Gisela ahora va por más, prepara un amparo colectivo con otros hijos y
madres, asegura que el banco nacional de datos genéticos es “un bastión de
Abuelas al que no los dejan entrar y que hay DDHH de primera y segunda en el
país”. "Solo les importan los hijos de Ernestina (Herrera de Noble), nada
más". Actualmente el banco no es universal y quienes pertenecen a esta
institución piden ser integrados para luego poder tener un padrón comparativo
de ADN, gratuito, asumido por el estado nacional. “Permiten que sea para un
grupo reducido de personas que busca su identidad en etapa dictatorial, dejando
de ser de todos los argentinos”, señalan.
“Yo misma le mandé un pedido de audiencia a la señora Presidenta y lamentablemente fue estéril la respuesta, eso es doloroso porque uno se siente nada”, admite Gisela. Viviana Scaliza, otra de las mujeres que busca a sus verdaderos padres asegura: “Te sentís como si fuésemos pedazos de carne vendidos y regalados y nada más, es horrible”.
“Yo misma le mandé un pedido de audiencia a la señora Presidenta y lamentablemente fue estéril la respuesta, eso es doloroso porque uno se siente nada”, admite Gisela. Viviana Scaliza, otra de las mujeres que busca a sus verdaderos padres asegura: “Te sentís como si fuésemos pedazos de carne vendidos y regalados y nada más, es horrible”.
Desde Búsquedas, remarcan que si esta tarea resulta difícil en Buenos
Aires, en el interior, todo se vuelve más engorroso. Por eso, subrayan la
necesidad de crear una ley que pueda establecer en todos los registros civiles
del país una oficina de DDHH por identidad. “La idea es poder lograr por otra
vía resguardar base de datos con las partidas de nacimiento y ordenamiento de
los libros de parto, consiguiendo de esa manera que se puedan controlar
las anotaciones en el registro civil”, explica Viviana Tuñón, quién también
busca a sus verdaderos padres. Uno de los casos del interior es el de Nydia
Romero, en La Rioja, “mi historia sucedió en la provincia de Córdoba, mi fecha
probable de nacimiento es el 15 de enero del año 1968, el lugar de
nacimiento es la clínica Tucker, quien atendió el parto fue el Dr. Ernesto
Mercado Luna, quien admitió en mi cara que varias personas fueron por el mismo
tema a consultarlo”. El médico fue citado por DDHH de Córdoba pero ante el
organismo, se negó a dar información.
“Queremos que el estado responda por el daño causado y que se reconozca
la gravedad del delito que también ofende a la humanidad, debido a que es robo
sistemático de personas”, cierra diciendo Rafael Claudio Lima, quien desde que
se enteró de su apropiación, revela, comenzó a festejar su cumpleaños el día de
la fecha probable de su nacimiento.
“El imaginario social cree que la sustitución de identidad es sólo un
tema inherente a los Hijos de Desaparecidos. Y asocia las palabras Derechos
Humanos a la Dictadura Militar. Así como también supone que los robos de
recién nacidos, ventas, adopciones ilegales son hechos sumamente
aislados. Hoy los medios de comunicación, internet con sus redes
sociales, colaboran para hacer posible este tipo de búsqueda.
Pero la búsqueda de la identidad no sería necesaria si la realidad comenzara a
cambiar”, advierten todos los integrantes de esta ONG. En el Censo de 2011 se
pusieron de acuerdo y cuando se le preguntaba fecha de nacimiento, la respuesta
era "identidad sustituida”.
Ahora, la película – documental “Nacidos Vivos”, dirigida por Alejandra
Perdomo, buscará masificar el tema retratando las búsquedas de aquellos seres
que han sido engañados respecto de su identidad. En Búsquedas saben que nada es
fácil y sobre todo, que ellos no son los únicos: “Nuestra frase de cabecera es trabajamos
para el bebé que están vendiendo en este momento”.
© MDZ
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