El CELS que preside Verbitsky criticó el proyecto para regular "piquetes". |
Nacionales – “Es un retroceso respecto de estándares
sobre protesta social que se fueron construyendo durante todos estos años”,
aseguró el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que dirige Horacio
Verbitsky en referencia al proyecto oficialista para regular los “piquetes”.
Esa iniciativa del bloque de diputados kirchneristas se denomina “Convivencia en
manifestaciones públicas” y, pese a las críticas, los legisladores del
oficialismo han salido a defender la misma.
El Centro de Estudios Legales y Sociales, que dirige Horacio
Verbitsky, volvió a diferenciarse del Gobierno nacional y salió rápidamente a
cuestionar el proyecto del oficialismo para prohibir los piquetes y las
protestas que afecten servicios públicos.
En una escueta opinión difundida a través de las redes
sociales, el organismo expresó su preocupación por el proyecto para garantizar
la libre circulación, y en el cual se determinan los “elementos” que hacen
legítima o ilegítima a una protesta.
“Nos preocupa el proyecto de ley ‘Convivencia en
manifestaciones públicas’ presentado por diputados del Frente Para la Victoria.
Es un retroceso respecto de estándares sobre protesta social que se fueron
construyendo durante todos estos años”, criticó el CELS.
El organismo de Verbitsky centró sus críticas en tres puntos
del proyecto: “clasificar ciertas protestas como ilegítimas, exigir la
notificación previa a la policía y establecer plazos exiguos para la
mediación”.
“El proyecto intenta ampliar los márgenes del control
estatal sobre el derecho a la protesta mientras persisten casos de represión
violenta de manifestaciones”, fustigó el CELS, una institución que se mantuvo
siempre cerca del kirchnerismo, aunque en el último tiempo las críticas
aumentaron.
Además, el organismo recordó que el intento de limitar la
protesta se da “cuando aún no se ha hecho justicia por asesinatos cometidos en
protestas sociales como el 19 y 20 de diciembre de 2001, el Parque
Indoamericano, la represión a la comunidad qom en Formosa o los asesinatos en
Ledesma”.
“La participación en manifestaciones y protestas no es un
mal necesario sino un componente esencial de la democracia y de las luchas
sociales por la ampliación y consolidación de los derechos”, concluyó el CELS.
Defensa del
oficialismo
En medio de la polémica que despertó el proyecto
ultrakirchnerista para regular las protestas sociales, desde el Frente para la
Victoria salieron a explicar cuáles son, según la iniciativa, las protestas
“legítimas” y cuáles las “ilegítimas”.
Según puntualizó el diputado chaqueño Juan Manuel Pedrini en
declaraciones a radio Vorterix, la protesta "legítima" debe ser
"avisada con 48 horas de antelación, no obstruye el tránsito en su
totalidad y permite el normal servicio de transporte público".
La protesta ilegítima, en cambio, es aquella que se realiza
de improviso y "donde hay gente por un lado y la fuerza de seguridad otra
por el otro", según la genérica descripción del legislador kirchnerista.
La iniciativa, destacó Pedrini, prevé incluso que la
protesta legítima sea transmitida "por los medios estatales para darle
cobertura" y establece, para el caso de la protesta ilegítima, " la
figura del mediador que tratará de canalizar el conflicto".
El diputado sostuvo que el proyecto "no busca la criminalización"
de la protesta social sino "conciliar los derechos" a peticionar y a
circular. "La protesta social es un hecho relevante en la sociedad
argentina y, en toda sociedad civilizada, los hechos importantes requieren de
una reglamentación", argumentó.
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