Cristina sufrió una esguince antes de reunirse con el Papa. (Foto: AFP) |
Especial - El
Papa Francisco recibió con humor a la presidenta Cristina Kirchner, quien
sufrió un esguince en el tobillo izquierdo que le obligó a utilizar una férula,
al decirle "¡qué mala pata!", tras recibirla con un beso y un apretón
de manos.
El primer diálogo que tuvo la mandataria con Francisco en la
puerta de ingreso de la residencia de Santa Marta en el Vaticano, fue cuando la
Presidenta le preguntó "¿cómo anda?" y tras la respuesta de un
"bien, bien", Jorge Bergoglio bromeó diciéndole "¡qué mala
pata!", a lo que la Presidenta con cierta sonrisa respondió con un
"¡no,no!".
De inmediato, ambos ingresaron a Santa Marta y la
Presidenta, tras saludar al personal del lugar, lo primero que hizo fue pedir
disculpas por su demora, dado que estaba previsto que el encuentro comenzara
puntualmente a las 13:00 hora local (9:00 en Argentina).
Personalmente la mandataria le informó a Francisco que le hicieron una resonancia en el Hospital Humberto Primero, pero aclaró
que se encuentra "bien" y explicó que se trata de "una esguince
de primer grado".
Luego del encuentro en privado con la imagen de la Virgen
Desatanudos de fondo, la mandataria presentó a cada integrante de la comitiva a
Su Santidad, haciendo hincapié en el Marcelo Ballesteros, a quien los presentó
como "el médico responsable de atender este percance".
El papa Francisco al recibir a Cristina. |
Si bien ocurrió el domingo a la noche en la habitación del Hotel Edén en
Roma, el esguince no se conoció públicamente hasta que Cristina Kirchner
descendió del auto a su llegada a su reunión con el Papa en el Vaticano, a un
año de la unción del cardenal argentino como Jefe de la Iglesia Católico.
La vestimenta de la mandataria pasó a un segundo plano, con
la férula colocada en su pierna izquierda, Cristina eligió para esta
oportunidad un tailleur color negro con un sombrero casquete, estilo Jackie, un
collar corto de perlas, medias al tono y zapatos bajos, acorde para superar la
esguince. La comitiva presidencial fue integrada entre otros, por el canciller
Héctor Timerman, el Secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, el
embajador ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero, y el Secretario de Culto,
Guillermo Oliveri.
Tras los saludos protocolares se realizó el intercambio de
obsequios, oportunidad en la que la Presidenta le entregó un retrato que
muestra al Papa con el padre Pepe, de la Villa de Barracas, que le había
obsequiado el sacerdote a la mandataria.
También le regaló el Libro del Bicentenario y otro libro
sobre las modificaciones realizadas y que aún falta hacer acotó la Presidenta-
en la Casa Rosada, abriendo la página que muestra el nuevo patio de Malvinas
Argentina.
También le obsequió una imagen de Santa Rosa de Lima,
pintada con vino malbec y le explicó que la pintura tiene un proceso de
oxidación de cinco años y quedará con el color de un auténtico vino, lo cual
sorprendió al Papa, a quien le manifestó que este es un presente "bien
argentino".
Por su parte, Francisco le regaló a Cristina una imagen de
San Martín, entre otros presentes y, también, le obsequió un rosario a cada
integrante de la comitiva argentina.
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