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| Máximo Kirchner habló sobre la gestión de su madre, la Presidenta. |
Nacionales – “¿Y qué sería lo democrático? ¿Que el que
sacó el 16 por ciento le diga lo que tiene que hacer al que sacó el 54? Que
digan lo que quieran", dijo Máximo Kirchner, hijo mayor
de la Presidenta, en un extraño análisis según el cual la mayoría no puede recibir
indicaciones de nadie. Máximo fue entrevistado por la periodista Sandra Russo y en el
reportaje acusó a la oposición de querer que la jefa
de Estado “termine mal” su mandato.
Máximo Kirchner, hijo mayor de la presidenta Cristina
Kirchner, acusó a la oposición de querer que la mandataria "termine
mal" su mandato porque "no tienen nada mejor para ofrecer" y
negó que La Cámpora, agrupación de la que es su líder y fundador, "todo se
haga por cargos" en el gobierno.
"Necesitan desesperadamente su fracaso, convirtiendo
ese fracaso en el de todos. Y de esa manera nunca van a nacer opciones
superadoras. Esto es lo preocupante de este país, hoy. Que quieren que Cristina
termine mal, y no tienen nada mejor para ofrecer. Nosotros creemos que, si
perdemos porque aparece algo que nos supera y nos mejora en términos de un
proyecto que incluya y que beneficie a la enorme mayoría de los argentinos,
bancamos, está bien", dijo Máximo Kirchner.
El hijo de la jefa de Estado formuló estas declaraciones en
una entrevista que le concedió a la periodista Sandra Russo para "Fuerza propia", un libro
sobre La Cámpora del que el diario Página/12
publicó este lunes una serie de extractos a modo de adelanto a su salida a la
venta.
"Si hoy reaparecen personajes que se dedicaron a
ajustar y durante un largo tiempo tuvieron que mantenerse en la sombra es
porque hubo un tipo que entre 2003 y 2007 se dedicó a laburarse todo, y porque
Cristina desde 2007 se entregó en cuerpo y alma a cumplir con sus
responsabilidades", dijo Máximo Kirchner.
El líder de La Cámpora dijo también que "los Alberto
Fernández en política son una constante", en alusión al exjefe de Gabinete
de Néstor y Cristina Kirchner, que se alejó del oficialismo y se convirtió en
uno de los principales opositores.
"No deja de doler, pero uno tiene que seguir. Cuando
Néstor muere en Calafate, yo no lo quería traer. Yo quería que se quedara en
Gallegos. No quería verlo rodeado de gran parte de la dirigencia política, los
que lo habían difamado, le habían mentido, lo habían traicionado. Porque
traicionarlo, y con (Francisco) de Narváez... Pero cuando vi a la gente, dije:
Bueno, esto es otra cosa ", aseveró.
Dijo que el trabajo de La Cámpora "es a largo
plazo" y señaló que aunque "el peronismo es lo que abarca todo",
"hay que ver qué piensan los pibes, si se sienten tan representados de esa
manera como para decir que son peronistas y ya está", y al respecto agregó
que "lo que se escucha es Cristina".
También cuestionó que a los dirigentes de La Cámpora los
llamen "soberbios" y se preguntó: "¿Uno defiende su posición y
es un soberbio, y se tiene que bancar que vengan y te insulten y te digan que
todo anda para la mierda y, de esa manera, callado, uno estaría demostrando que
es democrático? ¿Y qué sería lo democrático? ¿Que el que sacó el 16 por ciento
le diga lo que tiene que hacer al que sacó el 54? Que digan lo que quieran,
nosotros seguimos".
Definió que "La Cámpora no es ni dogmática ni
pragmática en exceso" y que "esa permeabilidad" es la que le
permite "seguir ampliando bases" y acusó a "los medios" de
que "se centraron últimamente en el ataque a la juventud en general, y a
algunas organizaciones juveniles en particular".
"Dicen que todo se hace por contratos, por cargos. Ese
cliché. Y mientras tanto no se ocuparon de los pibitos que son usados para
vender drogas, para delinquir o asesinar. Se olvidaron de un montón de cosas.
El eje de ataque de algunos medios fue la juventud que hace política",
espetó Máximo Kirchner.
Sostuvo que "el principal derrotado en las elecciones
del año pasado fue el odio", porque "en líneas generales en todo el
país lo que fue furiosamente antikirchnerista no cuajó", y agregó: "A
De Narváez, que se paró ahí, en el ella o vos , que le había ganado a Néstor
Kirchner, que tenía la fórmula de la Coca-Cola, y lo ves terminar boqueando con
(Omar) Plaini, con (Hugo) Moyano, y que fue del treinta y pico que creía que
tenía al cinco por ciento".
Sin embargo, dijo que "en octubre el derrotado fue el
odio, salvo en el caso de (Elisa) Carrió, que representa a los sectores más
recalcitrantes y conservadores de la Ciudad de Buenos Aires, donde se concentra
la mayor parte del odio y el poder mediático".
Al respecto, sostuvo que "como perdió el odio, esos
sectores hoy apoyan a (Sergio) Massa" a quien calificó de
"confuso" y señaló que en su victoria electoral "pesó la
asociación que hizo mucha gente entre su figura y las políticas de inclusión
jubilatorias que llevó adelante este gobierno".
"Los poderes de siempre buscaron que los representara
alguien más tamizado que los candidatos puramente odiadores, y Massa se deja
usar en ese sentido. Pero va a tener que cuidarse, porque cuando te usan esos
sectores, si no respondés fielmente a lo que te piden, de la misma manera que
te impulsan te desechan", sostuvo Máximo Kirchner.
El hijo de la Presidenta sostuvo también que "en líneas
generales, la situación de toda la sociedad mejoró en estos diez años",
aunque "algunas de esas mejoras trajeron aparejado otro tipo de
problemas", como "las mejoras en el poder adquisitivo de la
gente" que provocaron "otros problemas que crea el ritmo de consumo
de la sociedad".
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