Por falta de quórum la sesión del Concejo pasó para este jueves. |
Por José Montenegro
Sin poder romper la posición del Partido Obrero (PO) que
insiste en exigir la presidencia del Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta,
los ediles oficialistas buscaron febrilmente acercar posiciones con el resto de
los bloques del cuerpo, para quedarse con el cargo que ha causado demasiados
dolores de cabeza a unos y otros.
Este miércoles, la situación fue bochornosa ya que la sesión
estaba prevista para las 10:00, pero por los tejes y manejes además de los insoslayables
almuerzos, solamente el PO, por un lado, y Ángela Di Bez en la presidencia, estuvieron
en sus puestos a la espera de que el resto de los concejales se haga presente
en el recinto.
Luego de varias gestiones encargadas por Di Bez a los
secretarios del cuerpo, no se logró el quórum necesario para comenzar la sesión
por lo que la presidente decidió efectuar una nueva convocatoria para este jueves,
a partir de las 18:00.
“Conspiración”
Ante la situación planteada, el Partido Obrero no dudó en
denunciar una “conspiración” por parte del resto de los bloques de concejales
recalcando que esos sectores pretenden excluir a los ediles del trotskismo de sus aspiraciones a la
titularidad del Concejo.
En ese marco, el PO sigue sosteniendo la postulación de
Arturo Borelli y defenderá esa postura en la sesión de este jueves porque según
sostuvieron quieren “utilizar la presidencia como una palanca de transformación
social impulsando una asamblea
constituyente municipal que reorganice el régimen político en función de los
que viven de su trabajo”.
Los nombres del
oficialismo
Mientras tanto, los 6 concejales del oficialismo mantuvieron
algunos encuentros con los representantes de los otros bloques para destrabar la
situación y quedarse, obviamente, con la presidencia.
Varios fueron los nombres arrojados en esos encuentros en
los que, aseguraron, participó el propio intendente Miguel Isa. Volvió a la
palestra el de Matías Cánepa como alternativa al discutido Tomás Rodríguez que
no ha podido concitar las “simpatías” del resto de los concejales de otras fuerzas
políticas. Incluso ni en el propio oficialismo han creído conveniente proponer
a Rodríguez a la cabeza de una lista de consenso, aunque bien podría ir en una
de las vicepresidencias para que el “isismo puro” tenga representación en la
conducción del Concejo.
Pero tampoco parece ser que Cánepa sea la opción que
entusiasme a una mayoría. Quizás la clave, aseguraron, podría ser un postulante
de otra fuerza política como ya había sucedido con la actual presidente Ángela
Di Bez.
Uno de los más duros de convencer para apoyar al oficialismo
ha sido el romerista Ricardo Villada que, incluso, llegó a decir que se podría “inclinar
por votar al candidato del Partido Obrero”. Hacia allí, entonces, se dirigieron
los esfuerzos del justicialismo. Luego de varias discusiones, la propuesta que
llevaría el oficialismo a la sesión de este jueves, sería Villada a la presidencia; Rodríguez como vicepresidente primero y
Ángela Di Bez, en la vicepresidencia segunda.
Los 6 ediles del justicialismo sumarían así a Villada y Socorro
Villamayor, por el romerista Frente Salteño; a Romina Arroyo quien ya había
expuesto su acercamiento al oficialismo; Di Bez se sumaría naturalmente y se
agregarían los representantes del Partido de la Victoria, Abel Moya y Mario
Moreno Ovalle. De este modo, se lograrían 12 votos para una fórmula consensuada
contra los 9 del Partido Obrero.
La eventualidad de la ausencia de Villada dejaría otra vez
al frente a Rodríguez aunque con una gestión breve y más acotada.
Las alternativas, cómo no, pueden ser otras, pero sea cualquiera
la que surja difícilmente el Partido Obrero pueda romper estos acuerdos que ya
se adelantó en denunciar. Aunque el obrerismo aseguró que “hemos agotado todas
las vías de diálogo posible, desde diciembre presentamos distintas fórmulas y
fueron rechazadas”, no parece ser que el tradicional pragmatismo justicialista
pueda ser vencido en dos ocasiones seguidas.
El PO tiene los votos pero al oficialismo le sobra
experiencia para fijar las estrategias que más le convengan para conservar el
poder, aún en las mayores dificultades por las que le toque atravesar.
© Agensur.info
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