El ministro Axel Kicillof reconoció una inflación de 3,7% en enero. |
Economía - Según
el flamante Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu), de alcance
nacional y con el que el INDEC reemplazó el IPC GBA (que medía los precios
minoristas de Capital y el Gran Buenos Aires), la inflación de enero fue del
3,7% respecto del mes anterior.
La cifra, que evidencia el aumento de precios minoristas de
enero con respecto a diciembre, fue dada a conocer por el ministro de Economía,
Axel Kicillof, y sorprendió por estar más cerca del promedio de las mediciones
de los privados (4,6%) que las de prácticamente todos los meses de los últimos
cinco años.
Es, además, la inflación mensual más alta que reconoce el
INDEC en muchos años, aunque desde el Gobierno resaltaron e insistieron en que
el nuevo índice no es comparable a los anteriores.
Para el debut del IPCNu, que el Gobierno empezó a
confeccionar tras las críticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) al IPC
GBA –seriamente cuestionado desde que a fines de 2006 comenzó a tallar en el
Indec el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno-, Kicillof
organizó una conferencia de prensa en el Ministerio de Economía junto a la
directora del Indec, Ana María Edwin, y Norberto Itzkivich, director técnico
del Instituto estadístico.
El nuevo índice, dijo el ministro, “apunta a muestras
distintas y tiene otro objetivo: la estructura de gasto entre las diferentes
localidades y regiones es heterogénea". "La canasta tiene en cuenta
todas estas diferenciaciones y lo sintetiza en un solo indicador. Estamos
hablando del país federal y de otra estructura de gastos”, porque el anterior
era de 1994 y este “toma el peso del consumo tal como se expresó en la encuesta
(de hogares) del año 2012/2013”, agregó.
“Este índice no se empalma con el anterior porque es
fundamentalmente distinto”, advirtió Kicillof.
El IPC GBA ahora reemplazado había mostrado una suba de
10,9% para todo 2013, mientras que la inflación medida por consultoras privadas
y dada a conocer por diputados opositores ascendió a 28,3%.
Luego de que el FMI amenazara con aplicar sanciones al país
por sus estadísticas, el Gobierno decidió acelerar la elaboración del nuevo
índice de precios y convocó al organismo internacional para que colaborara
técnicamente en el proceso. Para calcular el IPCNu, el instituto estadístico
nacional relevó seis canastas regionales.
“Esta es la primera vez que la Argentina va a disponer de un
IPC de representatividad efectivamente nacional, con una metodología compleja
en la que han participado equipos multidisciplinarios no solamente del INDEC y
las direcciones provinciales de estadística sino también de 17 universidades
nacionales”, resaltó Edwin.
La titular del INDEC puso énfasis en que se trata de un
índice “absolutamente complejo” que “requiere de la colaboración de todos los
actores”. “No es una suma o una exótica ponderación de distintos tipos de
índices en el orden de lo que ayer pudimos escuchar”, insistió en una
afirmación con la que, al pasar, desacreditó también el IPC Congreso.
Antes que Kicillof y después de Edwin habló Itzkovich, quien
dio extensas explicaciones sobre cómo se hicieron los relevamientos para
confeccionar el nuevo índice y alguno datos sobre cómo se modificaron las
ponderaciones. No sólo insistió con la idea de que es una metodología sumamente
compleja que requiere “procedimientos muy meticulosos”, sino que además recalcó
que se trata de “muestras” de precios, hogares y puntos de venta.
Diputados opositores publicaron ayer que en enero el IPC
Congreso –que promedia estimaciones de consultoras privadas- aumentó 4,61%. La
suba fue la más alta para el mes de enero de los últimos 23 años (1991) e
implica un acumulado del 10,63% solo en los últimos tres meses. Para evitar
comparaciones, fue que tanto el ministro como sus colaboradores insistieron en
la "complejidad" de las fórmulas, la imposibilidad de ensamblar el
nuevo índice con las series anteriores y, sobre todo, los cuestionamientos a la
validez científica de las mediciones privadas.
El nuevo indicador ve la luz justo en momentos en los que la
inflación parece haberse disparado y el Gobierno intenta frenar los incrementos
a través de distintos acuerdos de precios. Y cobra relevancia en el contexto de
puja salarial entre sindicatos y empresas en el comienzo de las paritarias.
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