Bachelet (izq.) tuvo su primera crisis con la renuncia de Claudia Peirano. |
Chile – Luego de haber sido fuertemente criticada
por los dirigentes del movimiento estudiantil, la designada subsecretaria de
Educación, Claudia Peirano, anunció su renuncia provocando la primera crisis de
gabinete en el futuro gobierno de Michelle Bachelet que asumirá el 11 de marzo
próximo. Luego de la dimisión de Peirano, la presidenta electa anunció en un
comunicado el nombramiento de Valentina Quiroga como próxima subsecretaria de
Educación.
Claudia Peirano, subsecretaria de Educación designada por la
presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, para incorporarse al Gobierno
que asumirá el próximo 11 de marzo, anunció este martes su renuncia.
“He decidido dar un paso al costado”, declaró la
viceministra en una comparecencia pública junto al ministro designado de
Educación, Nicolás Eyzaguirre, un economista que en el Gobierno de Ricardo
Lagos (2000-2006) fue ministro de Hacienda y posteriormente director para el
Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El nombramiento de Peirano había sido fuertemente criticado
por los dirigentes del movimiento estudiantil, quienes cuestionaron que la
designada subsecretaria se había manifestado en el pasado en contra de la
educación gratuita, uno de los principales ejes del programa de Gobierno de
Bachelet.
Poco después de la renuncia, Bachelet anunció en un
comunicado el nombramiento de Valentina Quiroga como próxima subsecretaria de
Educación.
Quiroga fue la encargada del área de educación del programa
de Gobierno de Bachelet durante la campaña electoral y fue también fundadora y
directora del área de Política Educativa de Educación 2020, una fundación sin
fines de lucro que busca la calidad y la equidad en la enseñanza.
Claudia Peirano agradeció hoy el apoyo de la mandataria
electa, que la respaldó públicamente el domingo pasado, y aseguró que suscribe
“plenamente” el programa de Gobierno de Bachelet.
“Creo firmemente que gracias a los recursos de la reforma
tributaria se podría entregar educación gratuita en todos los niveles y fortalecer
la educación pública”, dijo Peirano, quien consideró que “se han dicho cosas
injustas e incorrectas” sobre ella.
“He tomado esta decisión porque entiendo la importancia de
esta reforma para el futuro del país, ya que sería muy difícil poder trabajar
con el sentido de urgencia y profundidad que este proyecto requiere mientras
las críticas se centren en mi biografía y no en los contenidos de la reforma”,
agregó.
El nombramiento de Peirano fue muy cuestionado por las
organizaciones estudiantiles y otros sectores vinculados a la educación por una
carta que firmó en 2011 junto a otras figuras públicas en la que se cuestionaba
la idoneidad de la gratuidad total de la educación superior.
También se le reprochó que hasta 2012 estuvo casada con un
dirigente del partido político Democracia Cristiana (DC) y dueño de una cadena
de colegios privados subvencionados, algunos de los cuales fueron asesorados
por una empresa consultora de Peirano.
Según varias investigaciones periodísticas, las asesorías de
la consultora fueron financiadas con fondos de la Subvención Escolar
Preferencial (SEP), una ayuda estatal para alumnos vulnerables.
Melissa Sepúlveda, presidenta de la Federación de
Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), valoró en declaraciones al Canal
24 Horas la renuncia de Peirano pero consideró que su decisión se debió más a
las “presiones públicas” que al “viraje político” en la Nueva Mayoría, la
coalición de centroizquierda liderada por Bachelet.
Además calificó como “una mala señal para el movimiento
estudiantil” los nombramientos de Eyzaguirre y Peirano al frente de la cartera
de Educación por su “carácter economicista y ligado el mundo empresarial”.
Gabriel Boric, exdirigente estudiantil y que fue elegido
diputado en las últimas elecciones, elogió a través de Twitter la renuncia de
Peirano y señaló que “hay que reconocer los gestos de grandeza cuando se
realizan”.
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