Mapa con la línea establecida por la Corte de La Haya. |
Chile y Perú - La
Corte Internacional de Justicia (CIJ) modificó este lunes la frontera entre
Chile y Perú en beneficio de Lima, según algunos analistas, aunque no ajustó
las coordenadas precisas ni concedió los reclamos iniciales de la demanda
peruana.
Los discursos desde ambos países no se hicieron esperar y,
en ambos casos, tienden a mostrar a conformismo y reconocimiento, por parte de
un fallo que no termina de beneficiar a ninguno de los países y que se
encuentra en pleno análisis respecto de analistas.
Según un mapa mostrado en la sala, los jueces de la máxima
instancia judicial de la ONU confirmaron las fronteras reivindicadas por Chile
hasta las 80 millas y más allá de ese punto, dio razón a Perú hasta las 200
millas.
"La Corte establece que la frontera sigue una línea
paralela (...) hasta las ochenta millas y a partir de ahí adquiere una
dirección sur hasta un punto B, bajando (en línea recta y a la altura de las
200 millas) hasta un punto C", dijo el presidente de la CIJ, Peter Tomka.
Los límites marítimos actuales, que benefician a Chile,
prevalecían desde los tratados de 1952 y 1954
El presidente de la CIJ, Peter Tomka, comenzó a leer el
fallo al que han llegado los 15 jueces de esta máxima instancia judicial de
Naciones Unidas a las 11 y terminó de emitir el veredicto dos horas después.
Las delegaciones de ambos países, que también integran a
abogados internacionales, escucharon en La Haya la sentencia de obligado
cumplimiento e inapelable.
"Lo más importante es esperar el fallo de La Haya con
tranquilidad y serenidad, estamos convencidos de nuestras fundamentaciones
jurídicas son sólidas y se ha hecho todo lo que ha sido necesario para tener la
mejor defensa jurídica que corresponde a la defensa del estado de Chile'',
afirmó hoy el ministro del Interior, Andrés Chadwick, desde Arica, ciudad limítrofe
con Perú, ubicada 2000 kilómetros al norte de Santiago.
Los presidentes de Perú y Chile, Ollanta Humala y Sebastián
Piñera, respectivamente, así como las fuerzas armadas de ambos países, han
reiterado que acatarán y cumplirán la sentencia.
Los mandatarios habían acordado comunicarse telefónicamente
apenas conocido el fallo, antes de entregar una versión oficial a la
ciudadanía. El presidente chileno también tiene previsto hablar con la
presidenta electa, Michelle Bachelet, quien asumirá su segundo mandato el 11 de
marzo.
Piñera espera el fallo en el Palacio de La Moneda, la sede
del gobierno chileno, y después de se reunirá con los presidentes del Senado y
la Cámara de Diputados, los miembros de las comisiones de Relaciones Exteriores
de ambas cámaras legislativas, y los presidentes de todos los partidos
políticos del país.
Discrepancias
Las primeras discrepancias van de la mano del plazo de la
implementación de la determinación de la CIJ, aun cuando los presidentes de
Chile, Sebastián Piñera, y Perú, Ollanta Humala, se comprometieron a aceptarlo
y cumplirlo en virtud del Pacto de Bogotá de 1948.
"El fallo es jurídicamente exigible y mandatorio para
ambos países desde el momento de su lectura. Para el Perú es de alto interés
ponerle punto final a esta controversia en el más breve plazo", dijo el
domingo la canciller peruana, Eda Rivas. Eso fue interpretado como una
contradicción a los dichos del presidente Piñera, que tras reunirse con el
Consejo de Seguridad Nacional chileno, la semana pasada, había manifestado que
su ejecución sería gradual.
"No es posible el cumplimiento inmediato del fallo y
eso el presidente Humala lo sabe muy bien", señaló Piñera.
El territorio en
disputa
El fallo de La Haya será sobre 38.000 kilómetros cuadrados
de mar que Perú reclama como suyos, y que hoy pertenecen a Chile.
Lo que está en juego no es tanto una transferencia de
territorio, en este caso marítimo, sino los derechos económicos exclusivos como
pesca, minería y gas, sobre esa zona que actualmente está bajo soberanía
chilena, incluida un área de 200 km cuadrados de su mar territorial con gran
actividad pesquera.
Perú además reclama "derechos soberanos exclusivos en
la zona marítima situada en el límite de las 200 millas de su costa".
Pese a los insistentes pedidos del gobierno peruano a su
población para no agitar las aguas y mantener la buena sintonía con Chile, las
viejas rencillas que se remontan a la confrontación militar de 1879-1883, en la
que Perú perdió parte de su territorio sur, siguen latentes.
Bolivia, que en abril de 2013 presentó a su vez una demanda
en la CIJ contra Chile, al que reclama una salida al Océano Pacífico, estará
pendiente del fallo ya que considera que ello puede incidir en su caso.
Algunos de los
argumentos de la Corte
-La Corte rechaza el
primer argumento de Chile respecto al acuerdo de 1947 sobre límites marítimos.
-El argumento de
Santiago sobre acuerdo de 1952 no es convincente. "No convence a la Corte
el argumento esgrimido por Chile para definir el límite marítimo", expuso
el magistrado.
-El acuerdo de 1954
tampoco estableció límite marítimo entre Perú y Chile. "En 1954 las partes
habían reconocido que ya existían unas fronteras marítimas convenidas". Y
agregó: "Este convenio sólo refleja un acuerdo jurídico-tácito entre las
partes".
-"Las pruebas no
permiten a la Corte concluir que el límite se extienda más allá de las 80
millas náuticas".
-"Es poco
probable que se haya acordado paralelo de 200 millas como dice Chile".
-"No hay
elementos suficientes para establecer que zona marítima se fijó más allá de las
80 millas".
-"La Corte
mantiene el Hito 1 como origen del límite y se proyecta 80 millas en
paralelo".
-"El Hito Nº1 es
el punto de inicio de la frontera marítima entre Perú y Chile".
-"La línea de
equidistancia provisional va en una dirección suroeste hasta que llega al
límite de 200 millas marinas".
-Corte de LaHaya
explica que el objeto de la delimitación es lograr una delimitación equitativa
en la frontera marítima entre Chile y Perú.
-Fallo de LaHaya le
otorga a Perú los derechos sobre el triángulo externo.
Días atrás, ambos gobiernos declararon en más de una
oportunidad, que acatarán el fallo, aunque advirtieron que llevará tiempo su
implementación.
Cómo fue el proceso
La demanda peruana fue entregada el 16 de enero de 2008,
bajo la presidencia de Alan García. El reclamo de Lima establecía que la
frontera marítima debía iniciarse en el Punto Concordia, en el que el límite
terrestre llega al mar, de conformidad con el tratado de 1929 y dictámenes de
la Comisión Mixta de Límites de 1929-30.
Chile, en cambio, sostenía que el límite marítimo ya había
sido fijado por esa Comisión y refrendado por la Declaración de Santiago, en
1952, y el tratado de 1954, en Río de Janeiro, por el cual la línea divisoria
surge de un paralelo desde el Hito 1, establecido 150 metros al norte de lo
propuesto por Lima.
Perú replicó que esos instrumentos eran apenas convenios
para regular la actividad pesquera en la zona y no tratados de límites, y
reclamó tanto que la frontera marítima sea fijada en una línea equidistante a
las costas de ambos países, como el reconocimiento de sus derechos soberanos
sobre 200 millas marinas.
Finalmente, el gobierno peruano llegó al tribunal de La Haya
luego de varios intentos para resolver el diferendo de manera bilateral.
En 1986, durante el primer mandato de García, Lima solicitó
a Santiago iniciar negociaciones para establecer los límites marítimos entre
ambos países, pero no obtuvo respuesta.
La controversia tiene lugar en medio de la tradicional
rivalidad entre ambos países, proveniente de la Guerra del Pacífico de 1879-83,
en la que Chile derrotó a la coalición Bolivia-Perú y se apropió de amplios
territorios que hasta entonces habían pertenecido a estas dos naciones, como la
provincia boliviana Antofagasta -que incluía la salida al mar perdida por La
Paz- y la peruana Tarapacá.
Pero también la disputa se desató en el mejor momento
histórico de la relación bilateral, tanto política como económica y comercial,
cuando ambos países integran bloques regionales como la Unión de Naciones
Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(Celac) y la Alianza del Pacífico.
No obstante, la presentación de la demanda tensó en su
momento la relación bilateral, y Chile congeló inicialmente los mecanismos de
cooperación, hasta que Piñera, quien asumió el gobierno en 2010, propuso aislar
el diferendo limítrofe y privilegiar el vínculo comercial.
El ex canciller Juan Gabriel Valdés opinó que el fallo
"puede ser un trampolín para una nueva relación con Perú", reflejó el
diario El Mercurio.
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