domingo, 19 de enero de 2014

Agua y responsabilidad

El agua invadiendo un paseo tras los
supuestos "arreglos" de A. del Norte.

Por José Montenegro

Hace unos diez días, directivos de Aguas del Norte se reunieron con el intendente Miguel Isa por aquello de "los trabajos conjuntos", "la colaboración permanente", etc. que, claro, "deben servir" como soluciones a los numerosos reclamos de los vecinos, según comentó el propio jefe comunal después de una recorrida por toda la ciudad.

En noviembre del año pasado, Agensur.info efectuó un comentario sobre los numerosos y contantes cortes del servicio de agua que, en el caso del interior, se agrava notablemente debido a las altas temperaturas que se vienen registrando (ver nota completa: “Aguas del Norte sigue sin dar respuestas por las continuas interrupciones del servicio”).

La leve ironía de la nota dejó traslucir no sólo la falta de respuesta de la empresa Aguas del Norte sino que expuso su total irresponsabilidad a la hora de brindar un servicio que debiera ser eficiente y de buena calidad.

Sin embargo, la entente del grupo empresario con el intendente Isa sólo sirvió para una fotografía dramática. El jefe de la ciudad de Salta tuvo que llamarse a silencio cuando el Ente Regulador de los Servicios Públicos (ENRESP) autorizó un “tarifazo” de más del 27% para el agua y otro tanto para la luz, de acuerdo a la información oficial que, en principio, fue “maliciosamente equivocada”, según editorializó el diario El Tribuno.

Que el aumento sea en dos partes, en tres o en una, es lo de menos: el atropello se consumó otra vez para que los servicios (cualesquiera fueren) se brinden mal, horrorosamente mal.

Desde el Gobierno (o desde los Gobiernos) parecen no aprender las lecciones: un “impuestazo” municipal tuvo un alto costo político para el intendente Isa que apenas está logrando zafar de semejante error. Pero, ni siquiera pensando en los votos, los gobernantes atinan a dar respuestas serias a las demandas sociales. De todos modos, ese costo político supone, además, un serio riesgo institucional donde ya no hay control de nada ni nadie es responsable de las acciones de gestión más comunes y necesarias.

Derroche de agua por mal arreglo en la cañería
maestra de una plaza pública de Salta.
Aguas del Norte, precisamente, viene agitando la irresponsabilidad como bandera. Al mal servicio y a las insensatas argumentaciones que da por ello, deben sumarse las roturas constantes de las calles, sin solución de continuidad y el pésimo arreglo que dejan tras de sí los operarios de la empresa. No hay arterias en Salta que no registren pérdidas de agua en algún sector. Las plazas públicas se encharcan irremediablemente debido al agua que se pierde por las cañerías rotas y mal arregladas (o no arregladas).

Los cortes de agua son de todos los días y a cualquier hora. Las quejas no sirven de nada. Pero, a la presión tarifaria por el servicio, los usuarios deben agregarle posibles sanciones por lavar el auto, la vereda o…regar las plantas, esto último tan sorprendente como para despertar la bronca ciudadana y depositarles a los directivos de Aguas del Norte macetas de tierra bien seca y compacta en los agradables escritorios de irresponsables.

También debiera agregarse a esta medida (extendiéndola al escritorio del gobernador Juan Manuel Urtubey), un tomo de la Constitución Provincial, en cuyo artículo 31 se lee: “Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos ; a una información adecuada y veraz ; a la libertad de elección y a condiciones de trato equitativo y digno”, además de aquella otra estipulación de que “las autoridades aseguran la protección de esos derechos (…), la calidad y eficiencia de los servicios públicos…”

Claro que, para eso, no sólo las empresas prestatarias sino los Gobiernos, deben funcionar adecuada y responsablemente…

© Agensur.info

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