El ausentismo de alumnos y docentes es un problema para la educación. |
Por Gustavo Fabián Iaies
Los resultados PISA 2012 mostraron un estancamiento en los
aprendizajes de nuestros alumnos respecto de 2009 y una caída respecto de 2001,
cuando la aplicamos por primera vez.
No son buenos resultados después de 10 años de inversión,
leyes, provisión de libros, computadoras, asignaciones, becas; no se ve el
impacto de esas iniciativas en los aprendizajes.
¿Qué nos pasa? ¿Por dónde empezamos a abordar el problema? A los alumnos evaluados, se les preguntó cuántos días habían faltado a la escuela en las últimas dos semanas. Los argentinos fueron los que más días habían faltado. En la aplicación 2009, se aisló la variable "orden en las aulas" a partir de preguntas a los alumnos sobre cómo el clima del aula afectaba su posibilidad de aprender. Las aulas argentina fueron las más desordenadas.
¿Qué nos pasa? ¿Por dónde empezamos a abordar el problema? A los alumnos evaluados, se les preguntó cuántos días habían faltado a la escuela en las últimas dos semanas. Los argentinos fueron los que más días habían faltado. En la aplicación 2009, se aisló la variable "orden en las aulas" a partir de preguntas a los alumnos sobre cómo el clima del aula afectaba su posibilidad de aprender. Las aulas argentina fueron las más desordenadas.
No tenemos un indicador consolidado de ausentismo docente,
pero el Observatorio de la Educación Básica, en 2011, midió las "horas
libres" en una muestra representativa de segundos años de todo el país.
Sólo el 22% de las aulas de escuelas estatales habían tenido todas las horas de
clase en la semana de la encuesta. El mismo estudio preguntó por la antigüedad
de los directores: más del 60% de éstos están en su cargo hace menos de 5 años
en sus escuelas, la velocidad de rotación se aceleró.
Ausentismo de alumnos y docentes, estabilidad de los
directores, orden en las aulas, un piso desde donde empezar a trabajar. Si los
chicos y los maestros no van a clase todos los días, no tenemos equipos
consolidados ni un orden mínimo que permita enseñar y aprender, nos costará
mejorar. Nadie aprende en una escuela anómica. El nuevo gobierno mexicano se ha
planteado la "normalidad mínima" como objetivo: que haya clase todos
los días, los materiales necesarios, que asistan alumnos y maestros, padres
comprometidos con el aprendizaje de sus hijos y un clima escolar que permita
enseñar y aprender.
Deberíamos empezar por allí, por lo básico, y después
podremos pensar medidas más sofisticadas.
Pero, en principio, que los padres garanticen la asistencia
de los chicos; los docentes, la propia; logremos equipos escolares con mayor
estabilidad y poder, para instalar un orden que permita aprender a todos. Y
autoridades garantes de esas condiciones mínimas.
También tenemos que pensar por qué no podemos garantizar a
nuestros chicos y jóvenes pautas claras para poder educarse, crecer y
desarrollarse.
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