Un hombre herido en la cabeza durante la represión policial en Tucumán. (Foto: @YerbaBuenaTuc) |
Tucumán - El caos
sigue reinando en Tucumán. Vecinos se acercaron a la plaza Independencia,
después de que se anunciara el acuerdo entre el Gobierno y la Policía, para
reclamar más seguridad. Lo que empezó como un cacerolazo pacífico, se
transformó en una seguidilla de actos de violencia cuando la policía reprimió
violentamente a los manifestantes.
Algunos de los tucumanos que se encontraban en la plaza
Independencia rompieron autos de funcionarios y traspasaron las vallas de la
casa de Gobierno. Ante el avance, la policía salió a reprimirlos, con balas de
goma y gases lacrimógenos, lo que provocó varios heridos. La tensión se respira
en la plaza Independencia. Mientras Gendarmería trata de controlar la
situación.
Vecinos de distintos barrios de Tucumán llamaron
desesperados a La Gaceta. Aunque la
policía volvió a la calle, no llegó a algunos sectores, donde los vándalos
tratan de hacerse de sus últimos botines. En el barrio Caritas, de Alderetes se
atrincheraron, cerraron las calles, prendieron fuego a gomas y se protegen con
palos y armas de los delincuentes, que empezaron a atacar barrios aledaños.
Algo muy parecido pasa en el barrio 20 de junio. "Vienen de San Cayetano,
la policía pasa de largo a otros barrios", contó un vecino.
Atrincherados
Antes de que se llegue al acuerdo, en varias esquinas del
centro, los comerciantes y vecinos decidieron cortar el paso. Con tarimas de
madera, hierros y otros elementos, improvisaron una barricada, preocupados por
los hechos de violencia que se produjeron en la provincia.
"Dicen que vienen en motos, de norte a sur",
relató Patricio, de 38 años, empleado de un negocio que queda cerca de la
esquina de 25 de mayo y San Juan. Él era uno de los hombres que estaba
construyendo la barrera. Aseguró que no escuchó disparos ni vio corridas, como
sucedió en otros puntos de Tucumán, pero los rumores hicieron que decidieran
cortar el paso, al igual que ocurrió en otras calles de la ciudad.
"Lo que más nos preocupan son las motos; recién pasaron
cuatro juntas, que las venía persiguiendo una camioneta de Gendarmería",
señaló Patricio. Víctor, de 51 años y compañero de trabajo de aquel, aseguró
que no les temblará el pulso si observan movimientos preocupantes. "Si
llegan más de cuatro motos cargadas con gente y no se bajan, por aquí no
pasan", advirtió el hombre. Esto ocurrió ceca de las 17, y sobre la
esquina noroeste de San Juan y 25 de Mayo había una decena de policías
observando cómo los vecinos y empleados de comercio armaban la barricada.
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