domingo, 29 de diciembre de 2013

Hay que abolir la revista Noticias y los chistes de suegras

Por Ricardo Montacuto
@montacuto
Pasaron dos días y ha crecido la polémica –fuerte- tanto en las redes sociales como en la política y el mundo periodístico. De ida y vuelta, la bronca y el debate circularon en Buenos Aires y muy especialmente en Mendoza, donde muchas periodistas y “periodistos” a quienes ofende más una publicación –no importa del gusto que fuere, es otra discusión- que lo que ocurre todos los días en la Argentina.

Los hechos: la revista Noticias ha hecho una provocativa tapa con un fotomontaje mostrando a Cristina desnuda. El rostro de la presidente en un cuerpo desnudo de mujer, al que por supuesto no se le ve más que su desnudez. 

Es una foto que sugiere y no muestra aunque de dudoso gusto estético, diferente por ejemplo de la que la revista Barcelona le dedicó a la dirigente pro dictadura Cecilia Pando. Por odiable que sea la señora, no se ha visto a ninguna organización de género defender a Pando por su condición de mujer. Se ve que hay mujeres con más derechos que otras, entonces. Pero esa también es otra discusión.

Hay una avalancha de pedidos de castigo, gente denunciando que Noticias incurre en violencia de género, discriminación, libertinaje de prensa, cataratas de insultos... Hay legisladores pidiendo el bloqueo de la edición, y se formalizaron acciones penales. La metáfora: la revista está acompañada de su título principal que habla de “La reina desnuda”, comparando la ausencia política de la presidenta con aquella famosa fábula de Hans Christian Andersen, donde al rey de una comarca le habían hecho creer que vestía una tela maravillosa, pero que era invisible a los tontos y a los necios. Era un engaño, y por supuesto el rey se paseaba en pelotas por el pueblo y todos hablaban alabanzas del vestido… de los colores vivaces y los bordados de oro.

Es obvio que para los editores de Noticias el vestido es el modelo -y el rumbo del país- y el rey desnudo es Cristina. La nota alude a la ausencia de la presidenta de los temas centrales de la Argentina. Sin ir más lejos, hay gente desde hace días enteros agobiada de calor y sin luz protestando en calles, esquinas, rutas y vías de tren con la paciencia absolutamente descontrolada mientras los ministros se defienden de la peor forma. Y el viernes hubo 17 gobernadores refinanciando unos 14.400 millones de pesos en la Casa Rosada. Cristina estuvo y está a 2.500 kilómetros de ambas escenas, y en silencio. De todos modos, la calidad gráfica y la creatividad de la tapa tanto como el contenido son materia de otra discusión y del rigor profesional con que se debe trabajar la información.

¿No estaremos exagerando un poco? No se advierte cuál es la violencia contra el sexo femenino, la violación a la ley de protección integral a la mujer, la discriminación, la ofensa… ¿Dónde quedó el sentido del humor, dónde quedó la interpretación política a través de la gráfica, dónde quedaron Crítica, Primera Plana, El Mosquito, las geniales tapas de Humor, la irreverencia inteligente? ¿Y Mafalda? Y finalmente… Aunque la tapa fuere amarilla, mala, pésima, de mal gusto, y todos los calificativos que se les puedan ocurrir… Noticias tiene el derecho de publicarla.

En Mendoza fue muy interesante este debate porque muchos periodistas -hombres y mujeres- están clamando su indignación a los cielos. Claro que no los hemos visto firmar notas denunciando la corrupción, el espionaje del General Milani o las sospechas sobre su accionar en la dictadura, los cortes de luz ni han escrito sobre las condiciones terribles a las que se obliga a vivir a la gente sin energía eléctrica luego de diez años de populismo energético, que se está pagando hoy y con creces. Nadie los vio ofenderse por el informe de la UCA sobre la pobreza, ni escandalizarse por la inseguridad. ¿Alguien se ofendió por el crimen salvaje de Gustavo Pelegrina, un padre de familia esta semana en el Poliguay, producto de la enorme violencia descontrolada entre barras embrutecidos que entraron a los tiros a un lugar a matar y hacer daño…? ¿No les ofende que esas personas no hayan accedido a educación, cultura, valores?

Aquí hubo un capítulo de debate tan virulento como el porteño. Hay un elenco de periodistas, comunicadores institucionales, prensa oficial de distintos oficialismos, pensadores, artistas, dirigentes y dirigentas de Organizaciones No Gubernamentales, líderes de Opinión, ofendiéndose hasta la última fibra de sus almas sensibles por la tapa de Noticias. Se entiende tal actitud de quienes reciben sueldos, subsidios, aportes, apoyo, difusión, auspicios para sus proyectos musicales o de cine, de parte del gobierno. Del resto es más difícil. Tal vez sea el respeto por la investidura. En una encuesta online publicada ayer en este diario, más del 40 % de los lectores opinó que la tapa era irrespetuosa con CFK. Es difícil pensar que sean todos kirchneristas. Más bien, la gente cree que está mal tomarle el pelo a un presidente. Sin embargo hay un doble estándar en el discurso de los comunicadores en cuestiones de género: ofende mucho más ver que la prostitución en Mendoza sigue a full, con avisos disimulados para sortear las regulaciones. ¿Quién se ofende por eso? Muchos de los que se quejan en las redes sociales de la Tapa de Noticias tienen empleadas domésticas extranjeras sin declarar en la Anses y en la Afip. ¿Y si se miran al espejo y se ofenden?

Indignan más la censura y la exageración, a la vez que hay silencio sobre los problemas verdaderos del país. ¿Por qué no usan un poco de esa energía de bronca, de odio, para pedirle al gobierno que garantice energía eléctrica a los argentinos, por caso?

¿Y Cristina? Es imposible anticipar el comportamiento de la presidenta en un asunto como éste. Pudo explotar de manera volcánica o simplemente no darle importancia, y reírse de todo. Es legítimo suponer que lo primero que habrá hecho es mirar la tapa con ojo femenino. Cristina también es humana mal que le pese a la militancia.

Hay un asunto adicional, anticipando que la respuesta al planteo será virulenta: creo que se ha implantado una suerte de “odio de género”. Hay muchas mujeres referentes de la sociedad argentina, con réplica mendocina y cada una en su ámbito, que parecen odiar a los hombres. Lo hacen evidente en sus opiniones y publicaciones en las redes sociales cada vez que surge este tipo de polémica. Eso ¿No es una cuestión de género? Semanas atrás, la doctora Carolina Jacky nos dijo al aire en Te Digo Lo que Pienso, de MDZ Radio, que los chistes de suegras significaban violencia de género y discriminación. ¿No nos pasamos de rosca? Pareciera que el análisis de las cuestiones políticas y mediáticas mujer-hombre se analizan desde el resentimiento. Claro que hay hombres que adhieren a ese discurso con fe militante y energía apropiadas de los asuntos políticamente correctos. Y está bien que así sea.

La sociedad debe bregar mucho aún por el equilibrio entre géneros. Hay que trabajar más por todos los derechos que aún las mujeres no tienen y los hombres sí. Y hay que proteger a la mujer de la violencia familiar, de pareja, social, política, institucional, porque durante decenas de años ha sido violada y maltratada en todo sentido. Sin embargo, nos fuimos del otro lado, fomentando esta suerte de “odio de género” que luego se transmite a los medios como una cosa masculina. Los medios son masculinos, hombres… y por lo tanto hay que odiarlos. Todo este asunto aborda una temática muy compleja de la que casi nadie se anima a hablar. Y que requiere aún trabajo científico, revisión académica, sociológica y psicológica. Y mente abierta, claro. No habrá otra manera.

De los muchísimos planteos que leímos en Twitter por estos días, rescatamos el de una mujer que se preguntaba qué hubiese pasado si el presidente era un hombre, y si lo hubiesen caricaturizado así. Es terreno especulativo, pero es probable que la tapa de Noticias hubiese sido mucho peor.

Finalmente, todo este asunto le hace el juego a quienes no quieren hablar en serio del país. Y nos distrae de los temas trascendentes. ¿Quién sale beneficiado entonces? No habría que quejarse tanto. Perseguir a Noticias, a un medio cualquiera, por una publicación los coloca a la derecha de Cecilia Pando, mientras detrás del escenario –berreta- se les pasan los grandes temas del país. Para pensarlo. ¿No?

© MDZ

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