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| La protesta policial en Catamarca produjo temor por posibles saqueos. |
Catamarca – Mientras la policía catamarqueña sigue
protestando y amenaza con medidas de fuerza que dejen sin seguridad a la
población, varios comercios del centro comenzaron a cerrar su puertas luego de
que se informó sobre intentos de saqueos en varios supermercados, lo que luego
fue negado por la propia policía. Las autoridades provinciales aseguraron que
ya hicieron el pedido para que el Gobierno nacional envíe efectivos de
Gendarmería, lo que fue autorizado.
Un clima de pánico se vivió por momentos en el Valle central
luego de que se informará sobre un intento de saqueo en los supermercados de la
zona. Sin embargo al momento que se inició el rumor personal policial y de la
Guardia Urbana decidieron reforzar la seguridad y custodian los supermercados.
Además los comercios del micro centro decidieron cerrar sus
puertas, también a modo de prevención.
Los antecedentes inmediatos de los acontecimientos ocurridos
en Córdoba, han alborotado a los comerciantes catamarqueños, quienes se ven
desamparados e inseguros ante una posible ola de saqueos. La protesta que lleva
adelante la policía, generó una visible disminución de agentes en las calles y
eso asustó a los empresarios que decidieron tomar medidas para evitar una
posible revuelta y en algunos casos decidieron colocar tarimas tras las
puertas.
Durante la reunión mantenida entre el Ministro de Gobierno,
Gustavo Saadi con el Jefe de la Policía y demás autoridades se decidió que
pedirán el arribo de Gendarmería a la provincia, pedido que ya habría sido
aceptado.
Protesta policial
Policías, junto a sus familiares, se manifestaban dentro de
la casa de Gobierno. Piden respuestas al petitorio entregado el jueves al
secretario de Seguridad, Juan Pablo Morales, en el que exigen un sueldo básico
de 13 mil pesos, mejoras edilicias, nuevos uniformes y renovación del parque
automotor.
En el despacho del ministro de Gobierno se encuentran
reunidos, además del propio Gustavo Saadi, el jefe de Policía y un
representante de los policías en actividad, otro de los policías retirados y un
tercero del Servicio Penitenciario.
Los policías, que visten de civil, dejaron entrever que
recibieron un ofrecimiento de elevarles el sueldo básico a 8.000 pesos, pero
que el mismo sería rechazado.
Los manifestantes señalaron que el malestar se arrastra
desde el útimo aumento otorgado. Se quejan de que en las negociaciones
salariales se benefician siempre los oficiales de mayor jerarquía y dejan de
lado a los suboficiales.
“Un policía bien pagado no va a andar en la joda”, declaró
un sargento ayudante en declaraciones radiales, sin dar su nombre.
Consultados por los periodistas que cubren la protesta
acerca de si continuarán trabajando o podría darse la situación de que la
policía adopte medidas de fuerza, los efectivos que reclaman señalaron que “eso
depende de las autoridades”, dejando entrever que podrían adoptar medidas
similares a las tomadas por la fuerza de seguridad cordobesa.
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