martes, 19 de noviembre de 2013

Donde hubo fuego no siempre quedan cenizas…


Por Javier Luifa (Especial para Agensur.info)

¿Es el principio del fin en el anhelo presidencial del joven Juan Manuel Urtubey? La designación de su par chaqueño, Jorge Milton Capitanich, ha disparado múltiples especulaciones y análisis casi todos apuntando a la figura del nuevo jefe de Gabinete como posible presidenciable-heredero para el 2015, año en que Cristina Kirchner deberá dejar el poder, por lo menos, de manera formal.

Si se toman esas especulaciones como cercanas a la realidad (no tienen por qué no serlas), Urtubey se mete en un laberinto político del que no se sabe bien cómo saldrá. Si Capitanich se transforma en el heredero de Cristina, es decir, el “bendecido”, tampoco ha de recorrer un sendero fácil. El bonaerense Daniel Scioli está rearmando la estructura del poderoso Partido Justicialista de su provincia con el que piensa, seguramente, arrastrar al resto de los distritos con un mandato clave: Scioli será el candidato presidencial del PJ.

Así, Capitanich irá de cabeza a una interna con Scioli o, en última instancia, será lanzada su candidatura por fuera de la estructura del PJ lo que solamente le augura dificultades. Y, ambos, Scioli y Capitanich deberán vérselas, en las generales, con el ascendente Sergio Massa.  Tres variable peronistas para un mismo objetivo: la Presidencia de la Nación.

En este marco, Urtubey parece tener el destino del mero observador. La verá pasar, como dicen en la jerga política. Por lo menos, en 2015. Pero difícilmente el hombre que ha hecho tanto esfuerzo por colocar a su hermano Rodolfo en el Senado, que destrozó al Partido Renovador hasta dejarlo en su mínima expresión, que casi apocopa al radicalismo que, a duras penas está logrando reavivar algo el viejo fuego, y que ha dejado atrás a molestos opositores como Propuesta Salteña o Salta Somos Todos, se avenga a cuatro años sabáticos.

La Constitución de Salta, manoseada por Juan Carlos Romero como quiso, con la complicidad de los hoy urtubeycistas dirigentes y legisladores, habilita a Urtubey a un tercer período. Claro, debe ganarlo. Pero, ¿no es acaso, el dirigente de mayor peso en la provincia? Ya que, por ahora, el escenario nacional parece destinado a otros, Urtubey bien podría perfil sus anhelos hacia una “remake” de su gobierno a partir de 2015.
El hoy triunfante Partido Obrero lo es solo en la capital salteña. Tiene que sumar otro departamento si en 2015 quiere quedarse con la Gobernación. Una meta no imposible, pero sí difícil. Pareciera, entonces que el camino provincial le queda allanado a Urtubey.

Sin embargo, luego de las últimas elecciones legislativas, tanto nacionales como provinciales, han quedado heridas sin cicatrizar. La hija del intendente Miguel Isa, Evita, ha sido vapuleada sin piedad justo en el territorio de su padre, quedando en cuarto lugar aunque en la provincia logró subir al segundo puesto.

Cerca del jefe comunal se preguntan ¿cómo es que ganó el hermano de Urtubey en Senadores y Evita quedó segunda?, interrogante típico de los procesos electorales donde una boleta registra una importante caída en alguna categoría. El tema pasó, pero la duda quedó.

En los provinciales, las dudas crecieron. Los candidatos del intendente Isa, Gustavo Sáenz para el Senado y Tomás Rodríguez para el concejo, cayeron estrepitosamente a manos del Partido Obrero que malogró al “isismo” hasta convertirse, el PO, en una noticia nacional. ¿Qué oculta mano les birló el triunfo a los postulantes  de Isa? ¿Solamente el empuje del trotskismo o hubo algo más, como por ejemplo, travesuras desde el “urtubeycismo”?

El intendente está cabrero. Sabe que un nuevo mandato al que puede aspirar (sería el cuarto) a partir de 2015, no caería bien a la sociedad salteña. Y además, como en el caso de Urtubey, hay que ganar esa elección.

Para ello, Isa está dispuesto a recomponer lo que fue la hecatombe electoral en su territorio, la capital salteña. Se los comunicó a sus dirigentes y advirtió, además, que irá por el Partido Justicialista. Pero además, enfocó hacia otra dirección peronista: “Hay mucho para hablar con algunos dirigentes cercanos”, dicen que dijo Isa y mencionó, como al pasar, a varios referentes del Partido de la Victoria que, embroncados con Urtubey, aspiran a cortarse solos si éste no les da cabida forma en el Frente oficialista. Si es así, Isa aspiraría a una larga charla para que le armen el interior. ¿Cuál es la idea? Largarse a la Gobernación en 2015.

“Tendrá las mismas dificultades que en la capital. Hay que ganar, primero”, dicen algunos. Pero con un armado en el resto de la provincia, el impacto de una eventual derrota (sólo ‘eventual’) en la capital, sería minimizado por supuestos triunfos en el interior que podrían convertirlo en el próximo mandatario.

Y esta es la herramienta que no tiene Urtubey. Aún cuando el gobernador contara con cierto apoyo (bastante menguado sin el Partido de la Victoria y otros aliados) en el interior, en la capital difícilmente logre el apoyo del “isismo” si primero no explica por qué fueron derrotados por paliza los candidatos de Isa en dos oportunidades. Algo no anduvo bien y no solamente fue el “impuestazo”, aseguran cerca del jefe comunal. Hasta alguno se animó a hablar de “traiciones” y apuntó a Manuel Santiago Godoy, el principal operador legislativo de Urtubey y a Pablo Kosiner, otro exromerista conversos que fue el jefe de campaña de las últimas elecciones.

Como en el caso de las nacionales, ésta no pasa de ser una mera especulación aunque sobre datos de la realidad, pero especulación al fin. Sí, es verdad que hubo ardientes reuniones de Isa con sus dirigentes y concejales. No parece haber sucedido lo mismo entre Urtubey y los suyos seguramente pensando que los reacomodamientos puedan llegar solos. Por ahora, dicen en el Grand Bourg, si hay que hacer cambios, se harán. Basta con imitar a la Presidenta y seguir por el mismo camino. En ese sentido, hablaron de los ministros Julio César Loutaif y de María Silvia Pace como los primeros en irse a partir del 10 de diciembre. Pero no mucho más.

Lo que inquieta a algunos “urtubeycistas” es el armado político luego de derrotas impensadas y, para colmo, con las sospechas del “isismo” de que desde el Gobierno provincial se “pasaron de rosca” para derrotar a la gente del jefe comunal.

Como sea, si Urtubey no despierta del sueño, tendrá más de uno esperando su tiempo que, muchos estiman, será este 2015 que está a la vuelta de la esquina. El Partido Obrero, Isa, Romero y otros que puedan sentirse con el mismo derecho, sólo están esperando que anuncien la partida para sentarse a la puerta a ver pasar la carroza. No siempre donde hubo fuego quedan cenizas…

© Agensur.info

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