Por Javier Luifa (Especial
para Agensur.info)
¿Es el principio del fin en el anhelo presidencial del joven
Juan Manuel Urtubey? La designación de su par chaqueño, Jorge Milton
Capitanich, ha disparado múltiples especulaciones y análisis casi todos
apuntando a la figura del nuevo jefe de Gabinete como posible
presidenciable-heredero para el 2015, año en que Cristina Kirchner deberá dejar
el poder, por lo menos, de manera formal.
Si se toman esas especulaciones como cercanas a la realidad
(no tienen por qué no serlas), Urtubey se mete en un laberinto político del que
no se sabe bien cómo saldrá. Si Capitanich se transforma en el heredero de
Cristina, es decir, el “bendecido”, tampoco ha de recorrer un sendero fácil. El
bonaerense Daniel Scioli está rearmando la estructura del poderoso Partido
Justicialista de su provincia con el que piensa, seguramente, arrastrar al
resto de los distritos con un mandato clave: Scioli será el candidato
presidencial del PJ.
Así, Capitanich irá de cabeza a una interna con Scioli o, en
última instancia, será lanzada su candidatura por fuera de la estructura del PJ
lo que solamente le augura dificultades. Y, ambos, Scioli y Capitanich deberán
vérselas, en las generales, con el ascendente Sergio Massa. Tres variable peronistas para un mismo
objetivo: la Presidencia de la Nación.
En este marco, Urtubey parece tener el destino del mero
observador. La verá pasar, como dicen en la jerga política. Por lo menos, en
2015. Pero difícilmente el hombre que ha hecho tanto esfuerzo por colocar a su
hermano Rodolfo en el Senado, que destrozó al Partido Renovador hasta dejarlo
en su mínima expresión, que casi apocopa al radicalismo que, a duras penas está
logrando reavivar algo el viejo fuego, y que ha dejado atrás a molestos
opositores como Propuesta Salteña o Salta Somos Todos, se avenga a cuatro años
sabáticos.
La Constitución de Salta, manoseada por Juan Carlos Romero
como quiso, con la complicidad de los hoy urtubeycistas dirigentes y legisladores,
habilita a Urtubey a un tercer período. Claro, debe ganarlo. Pero, ¿no es
acaso, el dirigente de mayor peso en la provincia? Ya que, por ahora, el
escenario nacional parece destinado a otros, Urtubey bien podría perfil sus
anhelos hacia una “remake” de su gobierno a partir de 2015.
El hoy triunfante Partido Obrero lo es solo en la capital
salteña. Tiene que sumar otro departamento si en 2015 quiere quedarse con la
Gobernación. Una meta no imposible, pero sí difícil. Pareciera, entonces que el
camino provincial le queda allanado a Urtubey.
Sin embargo, luego de las últimas elecciones legislativas,
tanto nacionales como provinciales, han quedado heridas sin cicatrizar. La hija
del intendente Miguel Isa, Evita, ha sido vapuleada sin piedad justo en el
territorio de su padre, quedando en cuarto lugar aunque en la provincia logró
subir al segundo puesto.
Cerca del jefe comunal se preguntan ¿cómo es que ganó el
hermano de Urtubey en Senadores y Evita quedó segunda?, interrogante típico de
los procesos electorales donde una boleta registra una importante caída en alguna
categoría. El tema pasó, pero la duda quedó.
En los provinciales, las dudas crecieron. Los candidatos del
intendente Isa, Gustavo Sáenz para el Senado y Tomás Rodríguez para el concejo,
cayeron estrepitosamente a manos del Partido Obrero que malogró al “isismo”
hasta convertirse, el PO, en una noticia nacional. ¿Qué oculta mano les birló
el triunfo a los postulantes de Isa?
¿Solamente el empuje del trotskismo o hubo algo más, como por ejemplo,
travesuras desde el “urtubeycismo”?
El intendente está cabrero. Sabe que un nuevo mandato al que
puede aspirar (sería el cuarto) a partir de 2015, no caería bien a la sociedad
salteña. Y además, como en el caso de Urtubey, hay que ganar esa elección.
Para ello, Isa está dispuesto a recomponer lo que fue la
hecatombe electoral en su territorio, la capital salteña. Se los comunicó a sus
dirigentes y advirtió, además, que irá por el Partido Justicialista. Pero
además, enfocó hacia otra dirección peronista: “Hay mucho para hablar con
algunos dirigentes cercanos”, dicen que dijo Isa y mencionó, como al pasar, a
varios referentes del Partido de la Victoria que, embroncados con Urtubey,
aspiran a cortarse solos si éste no les da cabida forma en el Frente
oficialista. Si es así, Isa aspiraría a una larga charla para que le armen el
interior. ¿Cuál es la idea? Largarse a la Gobernación en 2015.
“Tendrá las mismas dificultades que en la capital. Hay que
ganar, primero”, dicen algunos. Pero con un armado en el resto de la provincia,
el impacto de una eventual derrota (sólo ‘eventual’) en la capital, sería
minimizado por supuestos triunfos en el interior que podrían convertirlo en el
próximo mandatario.
Y esta es la herramienta que no tiene Urtubey. Aún cuando el
gobernador contara con cierto apoyo (bastante menguado sin el Partido de la
Victoria y otros aliados) en el interior, en la capital difícilmente logre el
apoyo del “isismo” si primero no explica por qué fueron derrotados por paliza
los candidatos de Isa en dos oportunidades. Algo no anduvo bien y no solamente
fue el “impuestazo”, aseguran cerca del jefe comunal. Hasta alguno se animó a
hablar de “traiciones” y apuntó a Manuel Santiago Godoy, el principal operador
legislativo de Urtubey y a Pablo Kosiner, otro exromerista conversos que fue el
jefe de campaña de las últimas elecciones.
Como en el caso de las nacionales, ésta no pasa de ser una
mera especulación aunque sobre datos de la realidad, pero especulación al fin.
Sí, es verdad que hubo ardientes reuniones de Isa con sus dirigentes y
concejales. No parece haber sucedido lo mismo entre Urtubey y los suyos
seguramente pensando que los reacomodamientos puedan llegar solos. Por ahora,
dicen en el Grand Bourg, si hay que hacer cambios, se harán. Basta con imitar a
la Presidenta y seguir por el mismo camino. En ese sentido, hablaron de los
ministros Julio César Loutaif y de María Silvia Pace como los primeros en irse
a partir del 10 de diciembre. Pero no mucho más.
Lo que inquieta a algunos “urtubeycistas” es el armado
político luego de derrotas impensadas y, para colmo, con las sospechas del “isismo”
de que desde el Gobierno provincial se “pasaron de rosca” para derrotar a la
gente del jefe comunal.
Como sea, si Urtubey no despierta del sueño, tendrá más de
uno esperando su tiempo que, muchos estiman, será este 2015 que está a la
vuelta de la esquina. El Partido Obrero, Isa, Romero y otros que puedan
sentirse con el mismo derecho, sólo están esperando que anuncien la partida para
sentarse a la puerta a ver pasar la carroza. No siempre donde hubo fuego quedan
cenizas…
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