Ernesto Sanz quiere proyectarse a todo el país para el 2015. |
En el radicalismo mendocino no hay lugar para otro dirigente
con proyección nacional que no sea Julio Cobos. Con Roberto Iglesias y Víctor
Fayad fuera de la pelea, el ex vicepresidente tiene el campo liberado en la
provincia para lucirse en octubre y desembarcar con todo a nivel país, para
comenzar a consolidar su candidatura a presidente en el 2015.
Con este panorama, la reaparición del senador nacional
mendocino Ernesto Sanz con declaraciones de alto impacto interno provocaron lo
que buscó el ex titular del Comité Nacional de la UCR: comentarios y reproches,
puertas adentro, y la certeza de que no le será fácil a Cobos pelear su lugar
en el radicalismo nacional.
La interpretación que hacen en el círculo íntimo de exvicepresidente
es que Sanz salió a marcar la cancha. En una extensa entrevista en Clarín este domingo, y que se encargó de
distribuir la agencia DyN a todo el
país, el senador insistió con que “sueña con ser presidente”. Y llamó a confiar
en la UCR para gobernar. Nada dijo, ni se le preguntó, sobre el frente interno.
Ahí es donde se dará la batalla que puede dejar a Cobos como el mimado del
partido o definir su vuelta definitiva a Mendoza a pelear por la Gobernación.
El 44% de los votos que sacó en las PASO, 18 puntos más que
el peronismo, sumado al fracaso de los radicales disidentes encabezados por
Iglesias –ya se bajó de octubre– y Fayad –quien padece cáncer–, lo hizo
inmediatamente un presidenciable. De ahí, según los conocedores del palo
radical, se explican las declaraciones de Sanz, intentando marcarle la cancha
al ex vicepresidente. “Lo que dice Sanz en realidad es que si Cobos quiere
pelear por la Presidencia deberá vencer a los rivales internos, entre otros, el
mismo Sanz”, leen en el círculo íntimo del ingeniero.
En Mendoza puntualmente, Sanz no tiene ni estructura ni
seguidores que puedan hacerle ni un poco de frente al envalentonado cobismo.
Pero eso a Sanz no le interesa, porque peleará a nivel nacional no en su
provincia, donde sabe que Cobos es poco menos que invencible.
Estas discrepancias y el encono contra Sanz por parte del
cobismo, se explica por una historia de encontronazos muy marcados. En el 2007,
cuando Cobos fue como candidato a vicepresidente de CFK y presentó un candidato
propio a la Gobernación, los radicales “puros”, como Sanz, lo cruzaron
fuertemente en cada oportunidad que tuvieron. Incluso en Mendoza aún se
recuerda un video de un pequeño acto partidario donde Sanz insulta a Cobos por
su alineamiento con el Frente para la Victoria.
En el 2009, más allá de la falta de feeling entre ambos,
Sanz se subió al carro de la victoria de la lista 503, que el entonces todavía
vicepresidente presentó en Mendoza para enfrentar al kirchnerismo. Sanz,
gracias a esa elección, renovó la banca, que deberá dejar en el 2015. En esa
campaña, más de un peronista se encargó de recordar los cruces entre el senador
y el ex vicepresidente.
Ahora, las diferencias recrudecen de la mano del tan mentado
fin de ciclo y de la creencia de cada uno de que puede encarar una candidatura
a presidente de la UCR con todo el partido a sus espaldas. Sin embargo, los
cobistas más críticos de Sanz descartan que el senador esté en condiciones de
jugar en serio contra Cobos. “Cada vez que habla se equivoca”, lanzan los más
duros, y recuerdan dos intervenciones que hicieron las delicias de los
kirchneristas: “la canaleta del juego y la droga” por donde se va la AUH según
Sanz, y el más reciente “ojalá la economía siga mal hasta octubre”. “Esas cosas
no se olvidan, y Julio (por Cobos), nunca dijo cosas como esa”, agregan.
Lo cierto es que Cobos y sus seguidores están al salto,
conscientes de que las mieles del triunfo pueden traerles dolores de cabeza
sobre todo en el frente interno. Hace dos semanas, por ejemplo, se anotaron
tres cercanos a Cobos para competir por la Gobernación mendocina en el 2015. Al
titular del partido en la provincia y eterno operador cobista, Alfredo Cornejo,
se le sumaron la senador nacional Laura Montero y el diputado nacional Enrique
Vaquié. Aunque, como suele ser costumbre, Cobos no se hizo cargo de la interna
entre los suyos, y mucho menos bendijo a uno. Ahora, el dolor de cabeza vino
por parte de otro radical, lejano, pero con ímpetu para pelearle el liderazgo
que aún debe ganarse sobre todo en Buenos Aires.
0 comments :
Publicar un comentario