Por Gabriel Profiti |
En ese contexto, se habla por primera vez en la década de la
recreación de una "Liga de gobernadores" -término muy ligado al
apogeo duhaldista- como espacio de contención institucional y semillero
presidencial.
Ese tanteo surgió en la última reunión del grupo Gestar en
Corrientes, adonde el PJ expresó su apoyo al candidato local Carlos
"Camau" Espínola y al gobierno nacional.
La propia presidenta Cristina Kirchner llamó a varios mandatarios provinciales para que hicieran su mayor esfuerzo de cara a las elecciones del 27 de octubre.
Es difícil pensar en un kirchnerismo resignado al repliegue.
De hecho, la batería de anuncios de las últimas semanas está destinada a
satisfacer demandas del electorado.
Ese braceo contra la corriente fue exitoso después de la
derrota electoral de 2009. La diferencia, ahora, es que la Presidenta no tiene
horizonte institucional más allá de 2015 ni a Néstor Kirchner como factor de
contención partidaria.
Protagonismos
Dentro del PJ sobresale la figura de Daniel Scioli. El
bonaerense, vicepresidente del partido en ejercicio de la Presidencia, busca
consolidarse al frente de la mayor estructura nacional, con 14 gobernadores y
miles de intendentes, para quedar como sucesor natural del kirchnerismo.
Incluso, el plan de Scioli consiste en seducir a aquellos
dirigentes que quedaron alejados del círculo federal de poder por diferencias
con la Casa Rosada como el gobernador cordobés José Manuel de la Sota o el
exgobernador chubutense Mario Das Neves.
Con ambos, mantuvo reuniones este mismo año cuando el
kirchnerismo parecía querer desplazarlo de sus filas y mantiene relaciones
cordiales.
Un dato lo alentó en los últimos días. De la Sota tomó
distancia de Sergio Massa luego de que el intendente desembarcara en Córdoba y
se mostrara junto al intendente radical Ramón Mestre.
Sin embargo, el plan del bonaerense tendrá los escollos
naturales de un espacio en el que la puja de poder es su deporte preferido. El
salteño Juan Manuel Urtubey, el entrerriano Sergio Urribarri y el chaqueño
Jorge Capitanich son tres gobernadores que buscan salir airosos de las
elecciones legislativas, ya manifestaron ambiciones presidenciales, y pujan por
evitar que el PJ sea una plataforma sciolista.
Ese afán de compartir protagonismo se notó en Corrientes.
Ahora Scioli anunció que convocará al Consejo Nacional del PJ en Buenos Aires,
pero esa reunión aún no tiene fecha.
"La idea es que todos se mantengan alineados y que
cuando se acerque 2015 quienes tengan ambiciones disputen una primaria como
dijo Scioli, pero no queremos que la elección presidencial quede signada por
una pelea bonaerense", aseguraron cerca de Urtubey.
En ese contexto, todavía es incierto saber qué capacidad de
influencia sobre el electorado tendrá Cristina Kirchner a la hora de bendecir a
un delfín. Mucho menos si tendrá uno.
Las últimas encuestas no son alentadoras para el oficialismo
de cara al 27 de octubre. Las diferencias en los principales centros urbanos
podrían ampliarse en favor de los candidatos de la oposición.
"Tenemos varias encuestas. La peor para nosotros nos da
una diferencia de 10 puntos sobre (Martín) Insaurralde", celebró un hombre
de Sergio Massa encargado de revisar las planillas.
El desafío para el tigrense será luego de octubre. De no
haber un traspié en el último tramo de campaña, es posible que termine
consolidando un triunfo en la estratégica Buenos Aires.
Si bien esa victoria servirá como campo magnético de
dirigentes en todo el país, luego deberá decidir si va a jugar dentro del PJ o
seguirá construyendo su Frente Renovador.
Esa construcción se superpondría con la que también viene
pariendo el PRO de Mauricio Macri. ¿Serán complementarias?
El jefe de Gobierno porteño salió a tomar distancia de Massa
en las últimas semanas por consejo de su asesor, Jaime Durán Barba. Es casi
obvio, Macri está embarcado en su proyecto presidencial para 2015, y se dio
cuenta de que el crecimiento del líder renovador podría opacarlo.
Por lo pronto, el PJ tiene previsto renovar autoridades
nacionales y provinciales el 15 de diciembre. A juzgar por los antecedentes
nadie puede dar por seguro que esos comicios internos se lleven a cabo, pese a que
están convocados.
Pero un ejemplo de la dicotomía que enfrenta Massa es la
postura de su aliado Jesús Cariglino. Esta semana en una entrevista radial, el
alcalde de Malvinas Argentinas ratificó su intención de presentarse a esas
elecciones para presidir el PJ bonaerense. Dijo que lo hará más allá de lo que
decida Massa de jugar por adentro o seguir por afuera del partido.
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