Por Martín Risso Patrón |
“La Copa Argentina es una copa de leche...”
[Ricardo Casal, Ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires]
La argentinidad al palo
En precios relativos a la realidad económica doméstica la
Argentina tiene la leche y el pan más caros comparados con otros países. Es
que llama la atención que alimentos críticos, básicos y elementales, se vayan
convirtiendo en un inalcanzable lujo.
Pero aquí resulta necesario apostillar
que, cuando a los productores no les conviene la fijación de normas para elaborar
los precios, inundan con ríos de leche las orillas de los caminos, sin que sea
posible concebir siquiera que pueda ésta ser consumida en hospitales,
comedores o merenderos, si es que eso significara sacarla del mercado de
consumo familiar, que tampoco sirve como argumento de protesta alguna.
Nada
justifica desperdiciar alimentos. Simétricamente, la perversa política
económica del Régimen para con la actividad agropecuaria, impulsa aquella
conducta casi imposible de concebir. Una perversa asociación para el mal, vea.
¿Mala leche con la leche, no?
Con lo que está sucediendo con la leche y el pan, en otro país, la
legítima protesta ya estaría en la calle. Aquí, lamentablemente nos
quedamos en la discusión de si la leche está cara porque la vaca no se quiere
sacar el corpiño, o si un campeonato de fóbal es tan pero tan petorro [sí,
Doña... con “t”] que merece ser llamado “Copa de Leche” por un
funcionario de escala ministerial. Incorregibles. Mala leche.
Figuretti
Farandulero personaje, casi entrañable, una suerte de Piturro, que
sopaba en cuanta escena para ser fotografiada había.
Ahora resulta que todos quieren salir con Bergoglio [Francisco para los
íntimos]. Pero no sólo eso. Como no es posible obtenerlo en directo, editan
fotos y ya está.
Para el caso: Cristina con Martín Insaurralde [ese bendito del Régimen,
al que parece que no le da el cuero para ser él mismo, pero cómodamente lo
están instalando en la imagen pública], aparecen en un afiche con Jorge
Bergoglio, Papa. Impresentables, colgándose de la estola. Estricta mala
leche al estilo Figuretti.
Y por Salta ¿cómo andamos...?
Posicionando, posicionando... Así está la cosa en esta provincia.
Los índices estadísticos mueven el amperímetro para un lado y para el otro,
según quién sea el que pone el dedito en la agujita. El hecho es que Bernardo
Biella parece que pinta. Hombre de genética radicheta, aunque
personalmente no lo sea, puso a su hermano Martín como director de escenografía
de campaña, y eso no le gustó a José Farizano, que comenzó a atropellar para
volcar la olla justo cuando la alianza radicha-Morellista-Pepesista se acomoda
en los primeros tramos por los palos y a fusta lenta pero firme con la vallista
Silvina Vargas... Farizano con habilidad retórica digna de Balbinescas tenidas, simplemente
comienza los movimientos para volcar la olla, como queda dicho, justo
justito cuando hay que quedarse mudos muditos.
No se critica aquí si Farizano tiene o no tiene razón; lo que sí
es de mala leche, es la oportunidad. A ver. Cuando se tiene identificado al
oponente común, y se comienza a percibir que una estrategia de campaña política
preelectoral junta a diferentes espacios afines, señalar las obvias diferencias
que puedan tener esos espacios priorizándolas por sobre lo que los une, es lisa
y llanamente un despropósito. Incorregibles. ¡Silencio Doña
Clota...! ¿Qué es eso de piantavotos...?
La alianza ya está cerrada. Punto. A laburar por el éxito en la
contienda. De otra manera, habrá que recoger las sobras de la olla volcada y
comérselas como venga. Así de simple.
Y hablando de alianzas
Menudo boquete parece que se le hizo al oficialismo en esto de las
candidaturas, por la defección renovadora personalizada en el vice
Gobernador Andrés Zottos. Menudo volumen votístico, el del norte provincial...
Parece que Juan Urtubey es un mal aprendido en esto del despotismo hacia
el interior de los microclimas de poder dentro del Poder. No mide las
consecuencias, y provoca fisuras en la línea de flotación de sí mismo
intentando torpedear a sus aliados. Elige como candidata a una renovadora [pero
no tanto], ningunea a Zottos, le pianta los cargos políticos, y coopta a los
intendentes renovadores ¿qué tul?
Pero no se da cuenta que el huevo de la sierpe está que eclosiona...
Gente de su propia riñonada está arrugando... ¿Lo escucharon a Godoy?
En fin... todavía chulla, como dice la Vieja, esto de las
internas abiertas, parece.
[Versión impresa, en
Semanario "Nueva Propuesta" del viernes 2-agosto-13]
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