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Artistas locales rindieron homenaje al maestro Eduardo Falú, fallecido el último viernes. |
El mensaje de Ovalle fue leído por el poeta y periodista
Nelson Francisco Muloni, en el curso de un homenaje que artistas locales
hicieron al gran maestro de la música popular latinoamericana, en el anfiteatro
“Eduardo Falú”, poco después de las 18:00 de este sábado.
En el acto, estuvieron presentes, además de Ovalle y Muloni, entre otros, Enrique ‘Chichi’ Ibarra, ‘Pitín’ Salazar, Silvia Barrios, Julio César Ulivarri, ‘Chuña’ Gauna, Raúl Rojas, Benjamín Toro, Roberto Ternán, y numerosos amigos del artista fallecido. También participaron de la ceremonia, el secretario de Turismo y Cultura de la Municipalidad de Salta, Rodolfo Antonelli y el empresario periodístico Roberto 'Tito' Romero.
Los creadores colocaron una ofrenda floral al pie del monumento
que recuerda, tras lo cual se leyó el mensaje de Ovalle en representación de
los artistas salteños.
El mensaje completo, expresa lo siguiente:
¿Qué se puede decir
ante la muerte de un hombre así?
¿Cuántas páginas
serían necesarias para registrar fragmentos de la calidad estética de su obra?
¿Y cuántas otras para indicar, someramente, los hallazgos con que aportó
significativas exclusividades el mundo de la guitarra?
Andrés Segovia, Paco
de Lucía y Eric Clapton lo supieron y lo saben, como lo saben y lo supieron
Charly García, Atahualpa Yupanqui y Roberto Grela, y sólo para extendernos con
esos nombres hasta los más recónditos lugares del mundo.
¿Cuánto nos falta para
que la mayoría de los conductores de los medios audiovisuales se dieran cuenta
de que el maestro Eduardo Falú, con la temática de su obra, eternizó
mundialmente lo cotidiano de su pueblo y de su tierra, porque un artista
verdadero jamás trata de cotidianizar lo eterno y, mucho menos, de internacionalizarse
con hechos y lugares ajenos, y lo que es peros todavía, sin lo ontológico de su
propio ser?
Estos interrogantes
surgen mucho antes que la muerte de don Eduardo Falú, bien podríamos afirmar
que son unas vertientes que fluyen desde siempre y horadan las montañas de la
indiferencia comercial, del rigor obligatorio de hacernos creer que la ciencia
y el arte suceden porque son el derecho de nuestros beneficios y que no tenemos
por qué agradecer y reconocer sin entender que la vida es más placentera y, a
veces, sigue, justamente por la entrega de esta clase de seres instalados en la
médula de la especie humana, desde donde se expresan trabajando con los dones
que hacen posible nuestras existencias.
¿Qué se puede decir
ante la muerte de un hombre como don Eduardo Falú? ¿Qué fue una figura del
folklore? ¿Qué alguna vez conformó dúo con César Perdiguero? ¿Qué no siempre
fue calvo? ¿Qué su trayectoria comienza un poco antes que la de Los
Chalchaleros? ¿Qué sus primeras grabaciones como solista las hizo integrando el
conjunto de don Buenaventura Luna, “La Tropilla de Guachipampa”? ¿Que publicó
una solicitada en los grandes medios nacionales desmintiendo a un arzobispo que
aseguraba que en la Argentina no había desaparecidos en 1976 cuando uno de sus
sobrinos era víctima de lo que el arzobispo aseguraba? ¿Qué la templanza de la
justicia electoral de Salta le impidió ser candidato a vicegobernador de su
provincia porque no tenía una antigüedad de seis meses residiendo en la misma? ¿Alguien
sabe cómo se llama o quién era el denunciante de tan terrible delito electoral?
Es necesario acordarse
de cómo la pasó el pueblo con el gobierno de “los salteños” capitán Ulloa y
Oscar Folloni, entre otros nativos de la tierra del General Güemes.
No, desde que la
anécdota sólo es una caricatura de la vida, no vale la pena detenerse en esas
liviandades circunstanciales de don Eduardo Falú.
“El Ñato”, como lo
solían llamar sus íntimos, era más íntegro que el pan, sobre todo cuando se repartía,
para que nadie quede sin un pedazo de su sensibilidad más inocente, con la
perfección de su confianza, queremos decir.
Quien lo conoció
verdaderamente, sabe que no necesitaba la guitarra para ser un artista pleno,
de esos, como decía Walt Whitman, que cuando se entrega un auténtico músico o
poeta, uno está palpando un hombre.
Bueno, uno de esos
hombres, salteño, de El Galpón, departamento de Metán de la provincia de Salta,
murió hace un rato en Buenos Aires.
Pero la vida sigue,
ganó River, ganó San Lorenzo y mientras tanto aún no se sabe la suspensión que
le darán a los jueces por el mal arbitraje del partido entre Boca y Belgrano de
Córdoba disputado hace como una semana. La veda política también sigue hasta el
domingo 11 de agosto a las 18 horas.
Para los hombres de la
cultura como Eduardo Falú, no termina nunca.
Informe: Agensur.info
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