El Papa instó este miércoles a miles de peregrinos presentes
en el santuario de Aparecida a “no perder nunca la esperanza” pese a las
dificultades y advirtió que “el dragón, el mal, existe en la historia, pero no
es el más fuerte”.
“El más fuerte es Dios, y Dios es nuestra esperanza”,
subrayó y admitió: “Es cierto que hoy también nuestros jóvenes siente la
sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar
esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer”.
“Seamos luces de esperanza, tengamos una visión positiva de
la realidad. Demos aliento a la generosidad que caracteriza a los jóvenes,
ayudémoslos a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor: son un
motor poderoso para la Iglesia y la sociedad”, agregó.
Además, Francisco exhortó a pastores, padres y educadores a
transmitir a los jóvenes valores que “los hagan artífices de una nación y de un
mundo más justo, solidario y fraterno”.
Para lograrlo, el pontífice propuso “tres sencillas actitudes:
mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría”.
Lo hizo al presidir una misa multitudinaria en el santuario
de Aparecida, a 250 kilómetros de Río de Janeiro.
Informe: EC
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