viernes, 5 de julio de 2013

Condenan a quienes asesinaron a Mario Amaya y torturaron a Hipólito Solari Yrigoyen

Mario Amaya y Solari Yrigoyen.
Judiciales - El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Comodoro Rivadavia condenó este jueves a tres imputados en el juicio oral por crímenes de lesa humanidad cometidos en la ciudad de Rawson, en los años 70, informó este jueves la agencia de noticias del Poder Judicial, CIJ.

El tribunal impuso la pena de 23 años de prisión para Osvaldo Jorge Fano y de 17 años para Jorge Osvaldo Steding, por el delito de "tormentos agravado en concurso real con el delito de tormentos seguidos de muerte".

En tanto, el tribunal impuso la pena de dos años de prisión para Luis Eduardo García como autor del delito de "encubrimiento". Fue el único en prestar declaración.

En el proceso se investigaron los casos que tuvieron como víctimas a los abogados Mario Abel Amaya e Hipólito Solari Yrigoyen, ambos legisladores nacionales de la provincia del Chubut, por la Unión Cívica Radical en el período 1973/1976.

Los abogados, activistas ambos de los derechos humanos y defensores de presos políticos y gremiales durante el proceso conocido como la "Revolución Argentina", estuvieron detenidos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional en la Unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal, en la ciudad de Rawson.

Solari Yrigoyen alterna su vida diaria en su domicilio porteño y en la Patagonia. Es descendiente del presidente Yrigoyen. Debió partir al exilio, luego del calvario que sufrió y del que logró salir con vida. Retornó a la Argentina en 1983, por una decisión de la Corte de aquellos años, ante un hábeas corpus presentado por un grupo de más de 10 abogados y dirigentes de la UCR.

Fue en dos períodos senador nacional. Fundó junto a Raúl Alfonsín el Movimiento de Renovación y Cambio en 1972 y participó del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1999 a 2002, siendo vicepresidente en los últimos dos años. Fue además presidente de la Honorable Convención Nacional de la Unión Cívica Radical, hasta el año pasado.

Amaya, muerto poco tiempo después de haber sido salvajemente torturado en centros clandestinos de detención del norte de la Patagonia, defendió a presos políticos detenidos en la cárcel de Rawson, entre ellos el líder clasista cordobés, Agustín Tosco.
    
 En la madrugada del 17 de agosto de 1976, Amaya fue secuestrado de su domicilio por orden del general Acdel Vilas, Subcomandante de la región militar 5ª, mientras que al mismo tiempo en Puerto Madryn, secuestraron a Solari Yrigoyen.

Ambos fueron trasladados en avión militar a la Base Aeronaval de Bahía Blanca, y de allí al centro clandestino de detención "La Escuelita", luego fueron devueltos a Bahía Blanca y encarcelados en la cárcel de Villa Floresta y más tarde llevados a la cárcel de Rawson, donde nuevamente sufrieron torturas.

Amaya fue trasladado poco tiempo después a la cárcel de Villa Devoto y murió a causa de las torturas a los 41 años.

El tribunal además, revocó la excarcelación de Steding y ordenó su traslado a una cárcel común. Mientras que, en voto dividido, resolvió mantener la prisión domiciliaria de Fano.

Informe: CIJ y Diario Inédito

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