martes, 18 de junio de 2013

Trabas a las importaciones colocan al borde del abismo a las economías regionales

Los insumos para las industrias
 siguen trabados en la Aduana.
Economía - “Está habiendo un manejo histérico del comercio”, expresó Miguel Ponce, de la Cámara de Importadores de la República Argentina (Cira), al hacer referencia a las trabas a las importaciones que afecta la provisión en todos los sectores. “Por momentos se privilegia la balanza comercial y por otros la lucha contra la inflación”, dijo el directivo que se sumó a las críticas por los insumos trabados en los puertos y que son necesarios para el funcionamiento de las industrias.

Las trabas a las importaciones de Guillermo Moreno están dejando a las economías regionales al borde del abismo. El férreo control que el Secretario de Comercio realiza sobre los productos extranjeros ya afecta la provisión de insumos para la construcción, la industria petrolera y la farmacéutica. Y ya empiezan a proliferar los recortes en las horas extras y los adelantos en las vacaciones.

Hace unas semanas la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba, junto a la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba (Cimcc) y la Unión Industrial de Córdoba (UIC), emitieron un comunicado en donde aseguraban que las “trabas a las importaciones de insumos y componentes esenciales para las industrias impactan de manera directa en la pérdida de competitividad”. En el texto advertían que "la política de restricción de importaciones de bienes no fabricados localmente, está afectando las condiciones de producción y el normal desarrollo comercial”.

Pero ahora la administración del Comercio Exterior que hace el polémico funcionario incluso está afectando en forma directa al sector público. Por ejemplo, con la falta de productos de señalización que se utilizan en la obra pública como los delineadores flexibles, o las motosierras que necesitan los beneficiarios de planes sociales para cumplir con sus tareas en la actividad forestal de los municipios.

Estos son sólo algunos ejemplos que muestran el complejo momento que están pasando los industriales del país que dependen de insumos importados. Los stocks ya se están agotando y no tienen forma de conseguir los productos en el mercado local, porque no se fabrican en el país. De ahí la sorpresa de que Moreno incluso esté trabando estos elementos.

El control comenzó en febrero del año pasado, con las Declaraciones Juradas Anticipadas por Importaciones (DJAI) que manejaba la Secretaría de Comercio. En el transcurso del año, las restricciones empezaron a relajarse. Moreno les había prometido a los importadores que al iniciar el 2013, el esquema sería similar al de los últimos meses del 2012, porque el gobierno había superado –controles mediante- el objetivo de llegar a los 10 mil millones de dólares de superávit en la balanza comercial.

El año comenzó y el funcionario se dedicó exclusivamente al control de precios, relegando en un segundo plano las autorizaciones de las importaciones, que en enero crecieron sólo un 1%, en febrero un 10% y un 5% en marzo.

“Está habiendo un manejo histérico del comercio”, comentó a LPO Miguel Ponce, de la Cámara de Importadores de la República Argentina (Cira). “Por momentos se privilegia la balanza comercial y por otros la lucha contra la inflación”, denunció.

Es que en marzo, Cristina había anunciado una mayor liberación de productos de consumo importados, bajo la excusa de luchar contra los fijadores de precios, apuntando principalmente a los supermercados. Recurriendo a esta medida liberal, en abril las importaciones de bienes de consumo subieron un 44%, en el marco del acuerdo del gobierno con las grandes cadenas. Moreno les había prometido liberarles las importaciones si mantenían los precios congelados.

Según Ponce, este es el grifo que el gobierno permitió abrir de vez en cuando, para ponerle un techo máximo a los productos de consumo que se producen localmente. Además del energético claro, que está complicado por la crisis que vive el país y se profundizará por el incendio que afectó la refinería de Ensenada en abril.

De todas formas, hay que tener en cuenta que a esa altura del año pasado, con la que se hace la comparación, los comerciantes todavía se estaban acomodando a las nuevas reglas, por lo que se compara con niveles históricamente bajos.

“Hubo un cambio en cómo se hace la cuenta. Ahora el saldo sale de las exportaciones menos obligaciones a pagar, menos compras de combustibles, menos saldo de la balanza comercial que quiera obtener; eso deja libre lo que se va a importar”, contó Ponce.

“Estamos en el momento más duro del año. Proyectamos que el 2013 va a ser más complicado que el 2012, porque los consultores privados estiman que no se llegará a los U$S10 mil millones en la balanza”, pronosticó con pesimismo el gerente de la Cámara.

El propio Indec reconoció que las subas fueron en rubros que nada tienen que ver con las denuncias de los importadores: aparatos de rediotelofonía chinos, cajas de cambio de Alemania, medicamentos, glifosato, grupos electrógenos, vehículos de transporte, energía, herbicidas y calzado.

Lista de insumos trabados

La semana pasada, en el programa Comercio Exterior Siglo XXI Ponce se dedicó a mencionar la lista de insumos trabados en la aduana que se necesitan para que las empresas sigan operando.

Uno de los sectores que está pasando por un momento delicado es el de la construcción. "Lanzan un blanqueo para reactivar el sector pero frenan los insumos en la aduana", disparó.  En ese sentido, explicó que faltan elementos básicos para la finalización como silicona, herrajes, y artículos como ventanas, puertas, persianas, cerrajerías, como así también muebles, estrechamente ligados a la actividad.

“Tenemos frenadas desde bañeras de hidromasajes hasta lámparas”, contó, y consideró que “se está empezando a sentir el atraso de estos elementos”.

Otro ejemplo son los laminados de PBC provenientes de Brasil, que ni siquiera requieren dólares porque la transacción se hace entre pesos y reales, y no involucra los dólares del Banco Central.

“Dicen que tenemos que usar la importación para bajar inflación, pero paran insumos vitales para la industria alimenticia como los aditivos o los condimentos”, razonó Ponce.

Además hay faltantes en rubros de la salud y de la medicina, como lentes oftalmológicas, elementos imprescindibles para hacer anteojos a bajo costo, y otra lista de elementos como las caminas para pesadas que usan los laboratorios para fabricar medicamentos oncológicos.

La tecnología tampoco pasa por un buen momento. Faltan mouses, y en la aduana se acumulan los acesorios de todo tipo para celulares como pilas y cargadores.

Informe: LPO

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