El caso por la muerte de Paulina Lebbos conmueve a Tucumán. |
El 12 de marzo de 2006, el cuerpo de Paulina Lebbos (23 años
y mamá de un nene de 5) apareció en un zanjón de Tapia, al norte de San Miguel
de Tucumán. Era la hija de un funcionario del gobernador José Alperovich:
Alberto Lebbos.
El pasado lunes, una nueva hipótesis del crimen sacudió a la
sociedad tucumana: el padre de la joven asesinada presentó ante el fiscal de la
causa, Diego López Ávila, supuestas pruebas que –aseguró Lebbos– vincularían al
hijo de Alperovich y de la senadora nacional Beatriz Rojkéz con el homicidio.
Hay otro hijo del poder que quedó bajo la lupa: Sergio
Kaleñuk, cuyo padre fue secretario privado de Alperovich. Ambos jóvenes se
pusieron a disposición de la Justicia tucumana.
“Pongo las manos en el fuego por mi hijo; es inocente”, dijo
el gobernador Alperovich. Y luego apuntó a la vendetta política: “La han usado
a Paulina Lebbos para hacer política”.
Los hijos del poder
Las nuevas pruebas que aportó el padre de la víctima a la
causa determinaron un nuevo sospechoso: Luis “el Gordo” Olivera, quien quedó
detenido el martes. El imputado trabaja en un club de El Cadillal donde, según
la versión aportada por Alberto Lebbos, podrían haber ocultado el cadáver de su
hija antes de arrojarlo al zanjón donde fue hallado en marzo de 2006.
La hipótesis de “los hijos del poder” es una de las ocho que
sigue la Fiscalía, informó La Gaceta
de Tucumán. Según ésta, Paulina se habría encontrado en un boliche el 26 de
febrero con los hijos de Alperovich y Kaleñuk, quienes la invitaron a una
fiesta en una casa en El Cadillal.
Allí se habría producido el deceso de la chica, por
estrangulamiento manual. Luego, el cadáver (siempre de acuerdo con esta
hipótesis no confirmada) habría sido escondido –quizá por “el Gordo” Oliviera–
hasta que lo tiraron en el zanjón.
Lebbos aportó una supuesta “cámara oculta” a un testigo que
dio la versión relatada en los párrafos anteriores.
Caso María Soledad
Muchas similitudes encuentra el caso Lebbos con el de María
Soledad Morales, asesinada en Catamarca el 8 de septiembre de 1990. La primera,
la impunidad.
Pero no la única: el primer fiscal del caso, Alejandro
Noguera, debió apartarse luego de que fuera fotografiado saliendo de la casa
del gobernador el 19 de abril de 2006.
Además, Alberto Lebbos, el papá de Paulina, era funcionario
de Alperovich. Renunció luego de que el gobernador tucumano confirmara como
ministro de Seguridad a Pablo Baillo. Lebbos le achacaba a Baillo la
responsabilidad política porque la Policía no encontró el cuerpo de su hija y
porque la escena del crimen no fue resguarda.
Claves:
-Marcha contra la impunidad.
El martes a la noche hubo una manifestación en Tucumán por el esclarecimiento
del homicidio de Paulina Lebbos.
-Alberto Lebbos -Padre de la víctima- He acercado documentación
sobre la presunta participación directa del hijo de Alperovich y del hijo del
secretario de Alperovich, (Alberto) Kaleñuk, como responsables directos del
homicidio de mi hija Paulina.
- José Alperovich -Gobernador tucumano- Siempre pedí que se esclarezca el tema. Pongo las manos en el fuego
por mi hijo; es inocente. Él se presentó ante la Justicia. Lebbos usa a su
pobre hija para hacer política: se han pasado todos los límites.
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