Máximo Kirchner quiere que las listas sean de La Cámpora. |
“El que quiera estar dentro de las listas, tiene que estar
dentro de La Cámpora”. Simple, directa, como lo es él mismo, para los que lo
conocen. Así fue la orden de Máximo Kirchner a la cúpula de la organización de
jóvenes kirchnerista que creó por orden de su padre.
La orden la dio a principios de este mes en su casa de Río
Gallegos. Lo escuchaban, entre otros, el cada vez más influyente número uno de
la organización, Andrés “Cuervo” Larroque, y el resto de la cúpula camporista
integrada por Mariano Recalde, Eduardo “Wado” De Pedro, Axel Kicillof, Juan
Cabandié, Rodrigo “Rodra” Rodrígez, José Ottavis y Mayra Mendoza.
Ya en las elecciones de 2011 La Cámpora copó buena parte de
las listas del Frente para la Victoria en todo el territorio nacional y
desplazó a dirigentes históricos que le vienen aportando decenas de miles de votos
al peronismo desde hace décadas.
Ahora, la orden del hijo de Cristina Kirchner fue ir por la
lista completa. El que no se pliegue a La Cámpora será un traidor y quedará
fuera de las boletas. Apenas arribado a Buenos Aires, Larroque comenzó a llamar
a los dirigentes del interior del país para comunicar la orden.
En la reunión también se habló de las denuncias de lavado
que Jorge Lanata que involucran al empresario Lázaro Báez, amigo del matrimonio
Kirchner.
No fue la primera vez que el programa de Canal 13 invadió
las reuniones de La Cámpora. En el segundo programa del año de Lanata, los
camporistas hicieron un asado en la unidad básica de San Telmo.
Estaban, entre otros, Kicillof, Julián Álvarez, Cabandié,
Larroque, De Pedro y Recalde. En la mesa reinaba la preocupación por los
rumores que indicaban fuertes denuncias sobre la cartera de Julio De Vido.
Algunas fuentes señalan que ese día se empezó a gestar la idea de cambiar el
horario del fútbol para competir con el rating de Lanata.
Cómo impacta en otros
movimientos
La orden de Máximo no sólo impactará en el PJ histórico,
como ya ocurrió con las listas de 2011. Ahora también se verán afectados los
movimientos sociales que fueron aliados incondicionales del kirchnerismo
durante toda la “década ganada”.
El Movimiento Evita, que siempre se ha mantenido a un
costado de La Cámpora de una manera amigable, es a priori uno de los más
perjudicados con la orden de Máximo.
En ese sentido, esta semana ya comenzaron a vislumbrarse
algunas diferencias entre el Evita y la estrategia del Gobierno. El número del
Movimiento, Emilio Pérsico dijo este jueves que “nadie puede vivir con seis
pesos por día", cuestionando así los propios preceptos del “equipo
económico” de Cristina.
En tanto que el número dos de Pérscio, Fernando “Chino”
Navarro, cuestionó la estrategia kirchnerista de las listas testimoniales. “En
cuanto a la experiencia de las listas testimoniales que impulsó Scioli en el
2009 no sé si conviene repetirlo”, advirtió.
Informe: LPO
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