martes, 7 de mayo de 2013

La política envejecida

La gestión de Matías Posadas en la Escuela de Administración Pública es denunciada por excapacitadores del Programa de Gestión Empresarial. “Aportes” compulsivos y atrasos en el pago de honorarios son las irregularidades denunciadas. 

Matías Posadas, denunciado
por excapacitadores de cursos.
Por Daniel Ávalos

Matías Posadas desmitifica. Analizar su corta carrera política confirma a muchos que la llamada “juventud” no necesariamente es idealista, generosa y desinteresada. Un excapacitador de los cursos de Gestión Empresarial dictados mientras el actual Diputado estaba al frente de la Escuela de Administración Pública, denuncia ahora haber cobrado casi la mitad de lo estipulado en el convenio entre la Secretaría de Empleo de la Nación y la Escuela de Administración Pública en lo que a honorarios, acompañamientos, tutorías y traslados se refiere.

El denunciante, que solicitó mantener en reserva su identidad, precisó con lujo de detalles el divorcio entre lo que él aceptó cobrar y lo realmente presupuestado. Conducta, precisó también, que obedeció a la desesperación por acceder a algún tipo de ingreso. Cuarto Poder indagó por qué hizo hoy la denuncia de lo que había preferido callar ayer. La respuesta está vinculada directamente con el enojo: a casi tres años de culminados lo cursos, a él y muchos otros les siguen adeudando el poco dinero que aceptaron cobrar.

El programa en cuestión fue lanzado el 6 de diciembre del año 2010. Su objetivo era convertir a jóvenes beneficiados con el subsidio PEC (Programa de Empleo Comunitario), que por entonces percibían un subsidio de $250 mensuales, en potenciales emprendedores que pudieran acceder a otro de entre $7.000 y $15.000. Estos últimos eran parte del denominado “Programa de Empleo Independiente”, al que se accedía cursando las capacitaciones dictadas por el Programa de Gestión Empresarial, cuyos objetivos, según la web de la Escuela de Administración Pública, eran “que cada participante reconozca su perfil emprendedor (o del grupo), sus recursos disponibles para llevar a cabo el proyecto y adquirir herramientas básicas para la administración de su negocio”.

Chequeando

Ante el relato y la gravedad de las acusaciones, Cuarto Poder optó por chequear en primer lugar la segunda de las denuncias. Este medio se comunicó con el gerente de la Gerencia de Empleo y Capacitación Laboral Salta, Omar García. El funcionario amablemente nos informó que no podía emitir opinión respecto a las denuncias de una retribución menor a la acordada por una razón sencilla: a casi tres años de concretado el Programa de Gestión Empresarial, la Escuela de Administración Pública todavía no ha terminado de presentar la rendición de cuentas correspondiente.

El hecho confirmaba la segunda de las denuncias: efectivamente, el atraso de los pagos era real. Ante ello, nos comunicamos con el que había sido coordinador general del programa: el profesor Marcelo Segura, quien admitió los problemas en la presentación de la documentación correspondiente. Adujo que muchos de los inconvenientes estaban relacionados con el constante cambio de proceder que imponía el organismo que alguna vez estuvo a cargo del exaliado político de Matías Posadas: el también diputado provincial Pablo Viel. Cuarto Poder preguntó a Segura si los contratiempos tenían que ver con el distanciamiento político entre Posadas y el propio Viel, a lo que el actual Coordinador del Instituto dependiente de la Escuela de Administración Pública respondió con un poco convincente “Espero que no”. Posteriormente, puso a disposición de este medio una nota firmada por él mismo y fechada el pasado 4 de abril. Estaba dirigida al ya mencionado Gerente de la Gerencia de Empleo y Capacitación Laboral Salta: Omar García. Allí certificaba la entrega de cuatro fojas redactadas en una planilla Excel, en donde se detallaba en qué se habían usados los recursos. La nota no estaba acompañada de ningún comprobante, aunque sí solicitaba la mayor celeridad en el trámite porque admitía un “importante retraso del pago que esta institución tiene con los docentes”. Se trataría de $27.000, que el Ministerio de Trabajo de la Nación sólo desembolsaría una vez auditados el correcto uso del dinero y del programa. Esos $27.000, de un total de $109.000, estarían destinados a saldar las deudas con los capacitadores y así terminar con un malestar que en algunos es abierta furia.

Suma generosa

Pero no todo termina allí. Como ya lo mencionáramos, el denunciante también asegura que buena parte de esos $82.000 ya desembolsados fueron a parar a donde no debía: el organismo que había estado a cargo del actual diputado se las habría ingeniado para cobrar aportes compulsivos a los docentes, auxiliares y tutores; como así también, directamente, prescindir de otros gastos sí contemplados. Conviene precisar que entonces se habían contratado cuatro capacitadores, dos administrativos, cuatro coordinadores y un número de tutores que Cuarto Poder no pudo precisar. Si lo denunciado por la fuente de este medio se repitió en todos las casos, estaríamos ante una malversación nada despreciable: $65 por hora cátedra, aun cuando lo estipulado en concepto de honorarios era $120; y cero centavos de los $270 que los capacitadores debían cobrar por acompañar a los postulantes al PEI en la elaboración de los proyectos a presentar. Pero hay más. Y es que la figura de Posadas ha concentrado tanta furia entre propios y extraños, que un par de llamadas telefónicas fueron suficientes para que otros generosos informantes aseguraran que para ese programa se habían planificado 360 visitas de tutorías a en toda la provincia de las que sólo se hicieron unas 150 y por las que se abonaron $40, cuando el monto presupuestado era de $134.

Intentar precisar el monto de dinero que no se usó en lo que debía usarse es muy difícil. En primer lugar, porque el denunciante no puede asegurar que todos hayan sufrido lo mismo que él. Lo indudablemente cierto, sin embargo, es que el manejo de las cifras que este último realiza es de una precisión quirúrgica. Cuarto Poder se comunicó con la Secretaría de Empleo de la Nación y accedió a los detalles de lo que fue el Convenio 268, firmado entre ese organismo y la Escuela de Administración Pública de Salta el 19 de noviembre del año 2010: los números que aportó el denunciante a este medio son exactamente los mismos a los presentes en ese documento. Si la situación denunciada, entonces, se extendió al resto de los capacitadores, la Escuela de Administración Pública habría abonado a los capacitadores $1.560 por 24 horas cátedras, aunque debería haber desembolsado $2.880 por cada capacitador. La diferencia por cada docente es de $1.320 que, multiplicados por los seis cursos dictados, arroja una cifra de $7.920. A ese monto hay que sumarle los reintegros de gastos de traslados, presupuestados en $600 por cada curso y que en total suponían $3.600. En concepto de acompañamientos a la formulación de proyectos se deberían haber abonado $20.250, aunque nadie sabe bien cuánto se ahorraron en este ítem, porque tales acompañamientos casi no existieron, aun cuando desde la misma EAP se admite que, al menos, se presentaron 75 proyectos para acceder al PEI. Con respecto al caso de las tutorías mencionadas, realizar sólo 150 de un total de 360 y a un costo de $40 cuando se habían presupuestado en $134, habría representado un ahorro de $42.000. La misma fuente aclara que otros $8.000 destinados a movilidad no se abonaron.

“A la plata se la morfaron en la campaña de abril del 2011”, afirma el denunciante. Razones para sostener tremenda acusación no le faltan. Como ya lo mencionáramos, ese programa se inició el 6 de diciembre del 2010 y los cursos se extendieron hasta el 17 de diciembre de ese mismo año. Ese día de ese año, Matías Posadas renunciaba a la Secretaría de la Función Pública y a la Escuela de Administración Pública para lanzarse a la campaña electoral para las elecciones de abril del 2011, que finalmente le permitieron acceder a una banca en la Cámara de Diputados de la provincia. El proselitismo de Posadas sorprendió a todos en aquella oportunidad: afiches multicolores con el rostro del actual diputado empapelaron toda la ciudad durante meses; mientras un tipo de instalación mediática que incluyó programas radiales conducidos por el propio protagonista lo ubicaban como un pichón de Alfredo Olmedo en lo que al uso de recursos se refería.

Militantes eran los de antes

Las sospechas no sólo están centradas en el posible uso de aquellos fondos en la campaña electoral del 2011 que tenía a Posadas como protagonista. Algunos aseguran que un rol no menos importante en el posadismo sería la conformación de aparatos burocráticos rentados al servicio del actual legislador. En ese esquema apareció el nombre de uno de los jóvenes que hizo de coordinador del Programa de Gestión Empresarial: Maximiliano Gubiani. Responsable de proyectos web de la Escuela de Administración Pública en su momento, actualmente es secretario del Instituto de Educación Superior Nº 6.041, que depende de ese organismo, cargo por el cual percibe un sueldo de unos $3.600.

El joven no posee título de grado universitario, aunque sí es universitario. De hecho, fue elegido en noviembre de 2011 como presidente del Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas de la UNSa, lo cual significó el desembarco del Frente Plural en la universidad. Su sorpresivo triunfo estuvo teñido de sospechas y denuncias que aseguraban que, por primera vez, el proselitismo universitario se basó en el reparto indiscriminado de PEC entre estudiantes. En el manejo de esos subsidios jugaba un rol preponderante la Oficina de Empleo, a cargo de quien en ese año electoral era aliado de Posadas: el actual diputado provincial Pablo Viel.

En ese contexto, el Frente Plural empezó a ser identificado por muchos universitarios como el ingreso definitivo en la política estudiantil de un nuevo tipo de militante (funcionario público de apreciables ingresos en relación a la situación de la mayoría de los estudiantes) y de lógicas reñidas con la política estudiantil universitaria (el reparto de recursos a cambio de dependencia política). En el año 2012, las denuncias contra el Frente Plural volvieron a repetirse cuando Gubiani volvió a ganar las elecciones para el Centro de Estudiantes. La Franja Morada junto a la Unión de Juventudes por el Socialismo que responde al Partido Obrero, retiraron sus listas de las elecciones tras denunciar manipulación al padrón electoral. La abstención de esas dos fuerzas posibilitó el solitario triunfo del Frente Plural Universitario. Actualmente, Maximiliano Gubiani sigue al frente del Centro de Estudiantes de la facultad con mayor número de estudiantes de la universidad pública.

Pero volviendo al tema del dinero que no todavía no se rinde, y aunque, en honor a la verdad, $60.000 representan poco para una campaña electoral como la desplegada por el actual diputado en abril del 2011, se rumorea por ahí que entre los posadas’ boys circula un dicho que acá resulta pertinente reproducirlo: “Todo suma”.

© Semanario Cuarto Poder

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