Dos policías salteños que fueron detenidos hace dos años con 50 kilos de cocaína comenzarán a ser juzgados oralmente este jueves, informó la Cámara Federal de Apelaciones de Salta.
Se trata del comisario Carlos Gallardo, que en ese momento
era el jefe de la Sección Frontera, con asiento en Tartagal, y el subcomisario
Gabriel Giménez, quien se encontraba al frente de la División de Inteligencia
Criminal de la Policía provincial.
Además, serán enjuiciados dos hermanos de Giménez, Carlos y
Luis, hijos del fallecido jefe de la Policía salteña, Gabriel "Lito” Giménez,
quienes llegan al debate oral en libertad.
Los imputados están acusados de los delitos del ‘‘tenencia y
transporte de estupefaciente agravado por su condición de funcionario público y
la participación de tres o más personas en concurso real con resistencia a la
autoridad’’.
El proceso se realizará en la Sala de Audiencias del
Tribunal Oral, con continuidad los días jueves subsiguientes, 30 de mayo y 6 de
junio, en el mismo horario, con la posibilidad de extenderse por más tiempo por
el gran número de testigos ofrecidos por las partes.
Los magistrados que conforman el tribunal, Marta Liliana
Snopek, Federico Santiago Díaz y Mario Marcelo Juárez Almaraz, resolvieron que
se autorizará a la prensa la transmisión en vivo del inicio del juicio, los
alegatos y de la lectura de la sentencia.
Los procesados fueron detenidos cuando efectivos de la
Policía Ambiental realizaban un control de rutina en la ruta provincial 8, a la
altura del paraje El Algarrobal, a unos 50 kilómetros de Salta Capital, y
vieron a tres vehículos que giraban en ‘‘U’’ de manera sospechosa, por lo que
comenzó una persecución.
Uno de los autos, Fiat Uno, fue interceptado y su conductor,
Gallardo, fue detenido, mientras que un Volkswagen Bora, en el que viajaban los
hermanos Carlos y Luis Giménez, también fue interceptado.
Por otro lado, un Volkswagen Fox Cross fue abandonado a la
vera del río Mojotoro, y en él viajaba el subcomisario Giménez, quien se
encontraba al frente de la División de Inteligencia Criminal y se fugó
supuestamente con un reconocido narco identificado como Marcelo Irahola
Silverman.
Giménez fue detenido meses después, en Bolivia, y desde allí
trasladado a la cárcel salteña, donde espera el juicio.
Los policías que estuvieron a cargo del procedimiento
hallaron, en el marco de la persecución, más de 50 kilos de cocaína dispuestos
en ladrillos, en dos bolsos, que los policías habían logrado esconder entre
unos matorrales.
El juez federal número uno de Salta, el subrogante Leonardo
Bavio, fue el que investigó la renombrada causa y la elevó a juicio.
Informe: Télam
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