Rossi agradece al salteño Wayar por su voto. Atrás, Cristina Fiore. |
Diputados del kirchnerismo y de la oposición salieron este
jueves a lamentar los incidentes y escándalo en que terminó la sesión en que el
oficialismo con sus aliados votó tras una maratónica sesión, en medio de empujones
y denuncias de fraude, tres proyectos de la reforma judicial que impulsa la
Casa Rosada.
El jefe del bloque del Frente para la Victoria, Agustín
Rossi, pidió “disculpas” por su accionar que calificó como “impropio” cuando al
término de una jornada de casi 21 horas de acalorada discusión, en medio de una
cuestionada votación cargada de denuncias de fraude y manipulación del
reglamento parlamentario, protagonizó cruces y estuvo al borde de los golpes
con legisladores de otros bloques opositores.
Desde la oposición, varios diputados coincidieron en
calificar como ‘escandaloso‘ y ‘bochornoso‘ el final de la sesión en la que el
oficialismo sancionó con la ayuda de aliados provinciales la limitación a
medidas cautelares contra el Estado, la creación de tres Cámaras de Casación y
la polémica reforma del Consejo de la Magistratura.
“Vivimos una situación de muchísima violencia, el
oficialismo se quiere llevar puesto todo y no tienen ningún tipo de límites, no
tienen nada. Es muy difícil lo que se vivió dentro del propio recinto”, señaló
la diputada del peronismo opositor, Graciela Camaño, quien durante la sesión
increpó al presidente de la Cámara Baja, Julián Domínguez para denunciar
violación del reglamento.
Su par de la UCR, Manuel Garrido, advirtió que “se votó esta
vergüenza con el Congreso vallado, con límites para acceder al recinto, con
votos que no fueron identificados, con denuncias de fraude” y agregó: “Nadie
puede creer seriamente que se esté llevando a cabo una democratización de la
justicia”.
El titular del bloque Frente Peronista, Enrique Thomas,
coincidió en calificar como “un escándalo sin precedentes” y “un atropello
contra la Justicia independiente, que quedará en la historia argentina” y
advirtió que las maniobras del kirchnerismo demostraron “las grietas que se
abren en el Frente para la Victoria”.
El diputado del GEN-FAP, Gerardo Milman, afirmó que “el
Congreso no se merece el desprestigio del patoterismo de ciertos sectores” y
aclaró que ese bloque estuvo “debatiendo 18 horas, pero nos fuimos porque el
recinto se terminó convirtiendo en un ring y no convalidamos eso. Fue un
bochorno, un escándalo”.
Por su parte, el oficialista Leonardo Grosso salió en
defensa de Rossi al asegurar que “la oposición le tiró un botellazo a Agustín
Rossi y (sus integrantes) demostraron que su única política es la agresión” y
la “poca tolerancia democrática”.
La diputada de Libres del Sur, Victoria Donda, afirmó que la
sesión “fue histórica por el nivel de patoterismo, agresividad, cinismo y
fraude” y cuestionó al kirchnerismo al compararlo con “el menemismo” por “los
artilugios para conseguir quórum y el manoseo al reglamento de la Cámara”.
En uno de los momentos de mayor tensión, cerca de las 5 de
la madrugada Rossi, casi fuera de sí tras una primera votación en que el
oficialismo no consiguió alcanzar la mayoría simple para votar en particular el
proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura, tomó la copa que tenía en
su banca con supuesta intención de arrojarla y fue detenido por la
vicepresidenta del bloque, Juliana Di Tullio.
Después, mientras diputados del radicalismo, el peronismo
opositor y el PRO denunciaban “fraude” en la votación, el jefe del bloque
kirchnerista salió como disparado de su banca y amagó con ir a pelear al bloque
de la UCR pero fue contenido por su par del FpV, Edgardo Depetri.
Informe: EC
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