Rubén Correa se refirió al golpe militar del 24 de marzo de 1976. |
“Se queda así en el último escalón del infierno y uno ve que
a lo largo de la historia se han producido enormes asesinatos, matanzas,
genocidios y es como que las sociedades tienden a volver sobre esos pasos y
dirimir los conflictos sociales, económicos, políticos o religiosos de la
manera más cruel y vinculada al exterminio del otro”, afirmó el dirigente de la
Unión Cívica Radical (UCR) de Salta, el profesor Rubén Emilio Correa, el referirse
al nuevo aniversario del golpe militar del 24 de marzo de 1976.
En diálogo con el programa “Conversaciones”, por FM Capital
(97.7), Correa rememoró esos momentos y dijo, en ese sentido, que “es
muy duro esto porque se mezclan dos cuestiones: saber lo que realmente pasó con
un período histórico donde la vida humana, la dignidad humana, valían dos
centavos, y por otro lado, el recuerdo de mi adolescencia, yo por ese entonces
tenía 16 años, y la muerte y la violencia nos golpeaban muy cerca porque la
mamá de uno de los amigos de la barra, yo vivía en ese tiempo en Jujuy, fue
arrebatada de la casa delante de los tres chicos y nunca más la volvieron a
ver. La volvieron a encontrar cuando fueron recuperados los restos de un
entierro NN en la localidad de Guerrero, en Jujuy”.
El dirigente radical consideró que “en la memoria de quienes
en ese momento éramos mucho más jóvenes, ha dejado una huella muy profunda, y
en el aspecto humano porque es increíble pensar las barbaridades que se pueden
llegar a hacer en el marco de las luchas por el poder”.
Reiteró que “las sociedades tienden a volver sobre esos
pasos y dirimir los conflictos sociales, económicos, políticos o religiosos de
la manera más cruel y vinculada al exterminio del otro, la ruptura de los lazos
de solidaridad humana que pueden existir entre nosotros, difumina y abre estos
procesos históricos que, por lo menos para la sociedad argentina, espero que
nunca más los volvamos a pasar”.
Correa recordó, asimismo, a las figuras de Hipólito Solari
Yrigoyen, Mario Abel Amaya y Sergio Karakachoff, víctimas de la dictadura
militar cuyas detenciones culminaron con el exilio forzoso del primero y las
muertes de Amaya y Karakachoff.
Precisamente, por estos días, la Justicia lleva adelante un
juicio por las detenciones de Solari Yrigoyen y Amaya y las posteriores
torturas contra ellos, en una causa abierta por la comisión de delitos de lesa
humanidad contra ambos dirigentes radicales quienes, junto a Raúl Alfonsín,
eran los principales abogados que luchaban y presentaban hábeas corpus a favor
de los detenidos por la dictadura.
En tal aspecto, en la continuación de su diálogo con el
programa “Conversaciones”, Correa expresó que “hay un principio muy
fuerte dentro de la Unión Cívica Radical: ‘no somos capaces de matar por
nuestras ideas pero sí somos capaces de morir por ellas’. En ese sentido, los
abogados radicales, la dirigencia radical de aquel momento, incluido Raúl
Alfonsín, tenían claras convicciones que lo que estaba pasando en la Argentina
eran el infierno y el horror y el mancillamiento de la dignidad humana”.
Agregó que “más allá de las ideologías o de las simpatías
políticas, lo que había que defender era la igualdad ante la ley, la aplicación
del derecho y la posibilidad de resguardar la vida humana”.
Reiteró Correa que “el principio de la libertad, la
igualdad, la vida son principios fundantes de nuestro partido y ellos (Solari
Yrigoyen, Amaya, Karakachoff, Alfonsín) con sus acciones, han honrado estos
principios: no somos capaces de matar por nuestras ideas pero sí somos capaces
de morir por ellas”.
Informe: Agensur.info
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