martes, 26 de marzo de 2013

Intentos radicales por salir del marasmo político


Por Javier Luifa

Los radicales de Salta creen haber dado un paso adelante luego de tantos resbalones. La última reunión que realizó la dirigencia con el interventor partidario, Santiago Ángel Mascheroni, parece haber tranquilizado un poco las turbulentas aguas internas que amenazaban con llevarse por delante el precario edifico político de la UCR local.

Demás está decir que, como siempre, las discusiones en ese encuentro, no fueron de las más suaves pero los resultados parecen haber conformado, por ahora, a la mayoría. Una especie de Junta de Acción Política conformada por representantes de todos los sectores internos tratará de darle forma a la aspiración electoral que comenzaron a delinear los radicales.

Es que, los referentes  de las facciones internas parecen haber caído en la cuenta que la sociedad demanda a los sectores de la oposición que se conviertan en una opción válida al ya agotado esquema del “modelo” kirchnerista cuyo 54% de adhesión popular se ha desgranado irremediablemente a galope de la inflación y de la cada vez peor calidad institucional.

Entre los partidos que más posibilidades tienen de conformar un arco opositor fuerte, está el radicalismo. Pero en Salta, la opción de la UCR parecía una quimera antes que una realidad concreta. Luego de la interesante experiencia electoral de 2011, donde la UCR, conformando la UDESO, le birló al kirchernismo salteño el cuarto diputado nacional, a los radicales les costaba reciclar esa performance para este 2013. Los problemas internos supeditaron cualquier intento en ese sentido.

Pero prevaleció, al parecer, la lógica más apta para todos: posicionar al partido para poder afrontar las coyunturas electorales nacionales y provinciales. Por lo pronto, una de las ideas fundamentales que cuajó en la reunión con el interventor Mascheroni, es que la UCR impulse la mayor presencia partidaria en los cargos a elegirse. Es decir, tratar de buscar alianzas pero sobre la base estructural del radicalismo.

Para cumplir con la estrategia del Comité Nacional, en Salta se avendrían a rescatar la UDESO que llevó a Bernardo Biella a la diputación nacional como socio importante del radicalismo en el Congreso. En ese sentido, Biella podría asumir su postulación como senador nacional para enfrentar al peronismo urtubeycista y al romerista. Pero hasta allí llegarían los acuerdos. Para los referentes radicales de Salta, la primera diputación nacional deberá ser, necesariamente, para un radical.

Esta será una dura traba para el Partido Propuesta Salteña (PPS) que intentaba colocar en esa postulación a la actual diputada provincial Virginia Cornejo, en el convencimiento que Biella lograría una importante tracción a toda la lista nacional. En verdad, Biella tiene muy buenas posibilidades de acceder al curul senatorial a costa de algunos de los dos peronismos. Pero sólo si la UCR le aporta, además de su tradicional estructura provincial, la dinámica militante de la que hizo gala en épocas anteriores. Si eso se logra, se preguntaron los radicales “¿por qué vamos a entregar la posible diputación nacional a un aliado? ¿Vamos a poner el esfuerzo, la estructura y todo el trabajo para que otro se lleve los laureles? Ya no más”, se escuchó en el encuentro con Mascheroni.

El PPS, que venía realizando una serie de conversaciones en el orden nacional para que la UDESO renazca, no pareció tener en cuenta la posición de los radicales salteños creyendo, posiblemente, que ante las divergencias internas, la UCR se avendría a cualquier postulación que pueda vencer a los peronismos locales. Por ahora, sólo queda esperar otras posibilidades como, por ejemplo, las elecciones provinciales.

Volviendo a la UCR, en cuanto a las legislativas provinciales, las alianzas o frentes podrán hacerse pero con la mirada puesta en que se ofrezca una alternativa electoral “progresista”.  De hecho, las miradas se depositan en el socialismo o en Libres del Sur eludiendo también, en este caso, al PPS. Otra de las posturas, es que el radicalismo “vaya solo” a las provinciales. Es decir, sin alianzas con otras fuerzas. Si aquí no hay acuerdo, los sectores que sostengan una u otra idea deberán dilucidar la cuestión en las internas abiertas y obligatorias.

Atinadamente, los radicales postergaron para diciembre los comicios internos para elegir a las nuevas autoridades partidarias, cuando ya se apague el fragor de las luchas legislativas que, este año, resultarán fundamentales en todos los órdenes. A partir de allí, es posible que la UCR salteña pueda pensar con más tranquilidad cómo encarar su vida institucional interna, poniendo cada instancia en el lugar que corresponde.

© Agensur.info

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