Con motivo de la entronización como Papa del argentino Jorge
Mario Bergoglio, que coincidirá con la festividad de San José, patrón de la
Iglesia, han comenzado a llegar a Roma los mandatarios de todo el mundo que
asistirán a la ceremonia, a la que se espera acudan delegaciones de 130 países.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, ha sido la
primera jefa de Estado recibida por el Papa Francisco, encuentro que, según
dijo el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, se considera un «gesto de
cortesía y afecto» hacia la dirigente y el pueblo argentino.
El rito que se seguirá en la entronización es el resultado
de la reforma del Concilio Vaticano II, una vez abolido el uso de la tiara en
el papado de Pablo VI, y comenzará con un rezo ante la tumba de San Pedro, en
la cripta de la basílica vaticana, en la que Francisco estará acompañado de los
patriarcas y arzobispos mayores de las iglesias católicas de rito oriental.
Después, en procesión subirá a la basílica y saldrá a la
plaza de San Pedro, donde le será colocado el palio y se le entregará el anillo
del Pescador, tras lo cual comenzará la misa.
Antes del comienzo de la ceremonia, a las 08.45 hora local (04.45
hora argentina) el Pontífice recorrerá en el papamóvil o en un jeep de los
utilizados para las audiencias públicas la plaza de San Pedro y calles anexas,
entre las decenas de miles de fieles que se espera acudan al acto.
A las 09.15 hora local (05.15 hora argentina) entrará en la
basílica, para colocarse los paramentos litúrgicos en la sacristía de la
capilla donde se encuentra la escultura de la «Piedad» de Miguel Ángel. A las
09.30 hora local (05.30 hora argentina), en medio de una basílica totalmente vacía,
el jesuita Francisco, de 76 años, bajará a la tumba de Pedro junto con los
patriarcas de las iglesias orientales.
Allí permanecerá unos minutos rezando, tras lo cual subirá a
la basílica, para unirse en procesión al resto de concelebrantes y religiosos
con quienes se dirigirá hasta el sagrario de la plaza de San Pedro, donde se
celebrará la misa solemne en presencia de 130 delegaciones oficiales de todo el
mundo y cientos de miles de personas. En el recinto de la tumba, estarán
colocados el palio y el anillo del Pescador, que serán llevados a la plaza.
La entrada en la plaza la hará mientras suena el Laudes
Regiae, a cargo del coro de la Capilla Sixtina y del Instituto de Música Sacra.
El palio se lo colocará el cardenal protodiácono, Jean-Louis Tauran, el mismo
que anunció al mundo que la Iglesia tenía nuevo papa el pasado día 13, y el
anillo del Pescador se lo entregará el decano del colegio cardenalicio, Angelo
Sodano.
Qué es el palio
El palio es una antigua insignia episcopal y simboliza al
Salvador, que, encontrando al hombre como la oveja descarriada, lo carga a sus
espaldas. Es una estola que mide 2,60 metros de largo, está tejida con lanas de
ovejas y corderos y sobre ella han sido colocadas cinco cruces rojas. El anillo
lleva grabado a Pedro con las llaves y sujetando las redes para pescar.
Francisco llevará el anillo hasta su muerte o renuncia,
cuando el camarlengo se lo retire y lo machaque o anule para que nadie pueda
usarlo y, a la vez, para simbolizar el final del Papado. Después, seis cardenales,
en nombre de los 207 que conforman el Colegio Cardenalicio, le mostrarán
obediencia.
El Evangelio será leído en griego y la comunión será dada
por 500 sacerdotes. Al final de la misa, Francisco saludará en el interior de
la basílica de San Pedro a los representantes de las delegaciones asistentes,
entre ellos la argentina Cristina Fernández y los Príncipes de Asturias.
Informe: ABC.es
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