Por María Lapasset (*) |
Las estadísticas de la Provincia así lo demuestran. La
página de la Dirección de Estadísticas, que había desaparecido de la Web hasta
hace unas semanas), muestra datos preocupantes.
Si bien la desnutrición infantil ha tenido un leve descenso
entre 2010 y 2011 (11 % a 10,6 %), hay 2 elementos que preocupan: uno es que la
cantidad de niños de 1 a 5 años controlados por los agentes sanitarios ha ido
disminuyendo en los últimos años y en 2011 es el 46 %, o sea más de la mitad de
los niños salteños de 1 a 5 años no son controlados en su estado nutricional.
¿Cómo se puede disminuir la desnutrición si no se hacen los controles para
detectarla?
El 2º elemento preocupante es que, en el análisis por zona
sanitaria, la cantidad de niños desnutridos ha disminuido en la zona norte y centro,
pero ha aumentado en la zona oeste y sur. En el oeste hay 88 niños desnutridos
más que en 2010, en la zona sur el aumento fue de 77 niños. De las zonas norte
y centro provenían los casos de desnutrición que han tenido en los últimos años
repercusión mediática y, probablemente allí se han dirigido las escasas
políticas públicas para paliar este flagelo. ¡Se vistió un santo y se desvistió
otro!
Un dato más grave aún es el aumento de la mortalidad
infantil. Como se sabe la mortalidad infantil es uno de los indicadores del estado de salud de una
población; es una tasa que se calcula relacionando la cantidad de niños menores
de un año fallecidos, con la cantidad de nacidos vivos. Su procesamiento es
lento ya que los datos surgen de los
certificados de defunción del Registro Civil. Hoy tenemos la información de la
mortalidad infantil del año 2011. Y lo preocupante es que ha subido con
relación a la de 2010.
Mortalidad infantil año 2010: 12,5 por mil nacidos vivos
Mortalidad infantil año 2011: 13,7 por mil nacidos vivos
En 2011 murieron 379 niños menores de 1 año, lo que
representa 32 niños más que en 2010; mientras el gobierno parece más preocupado
en no difundir estos datos que en evitar las muertes.
También nacieron más niños de bajo peso (o prematuros), lo
que habla de insuficientes controles en los embarazos, o de mala salud de las
madres embarazadas.
Han aumentado además los casos de Chagas en recién nacidos,
así como los de sífilis congénita, las bronquiolitis en menores de 2 años y las
diarreas infantiles.
En conclusión, aun partiendo de cifras oficiales de las
cuales el INDEC nos ha acostumbrado a desconfiar, no podemos decir que la salud
en Salta va por buen camino.
Por fuera de las estadísticas oficiales, los datos son aún más
crueles: en un relevamiento realizado por la parroquia de la Misión San
Francisco de Pichanal entre los años 2009 y 2011 murieron por desnutrición 31
pequeños guaraníes.
Es sabido que el estado de salud de una población no solo
depende de las medidas que tome el ministerio del área, sino que es la
resultante de múltiples ingredientes como: la provisión de agua potable, el
tratamiento de las excretas, la vivienda adecuada, el medio ambiente saludable,
el nivel de ingresos en el hogar que permita cubrir la canasta básica
Pero para atender la urgencia de los niños con hambre, hay
un solo y sencillo remedio inmediato: comida! Esa debería ser, hoy por hoy, la
prioridad de cualquier gobierno.
(*) Dirigente de
Unidad Popular en el FAP
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