lunes, 4 de febrero de 2013

“Escraches”: De la Sota pide “un poco de serenidad” y reclama “poner freno” a la confrontación

José Manuel de la Sota pide "un
poco de serenidad" por los escraches.
Nacionales - "Si en vez de aceptar cuando hay una crítica, el Gobierno responde con mayor virulencia, se está fomentando un clima que cada vez es más intolerante", advirtió el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, al referirse a recientes “escraches” a funcionarios nacionales. El mandatario cordobés pidió, el particular al Gobierno nacional, “un poco de serenidad” al tiempo que reclamó “poner freno” a la confrontación.

José Manuel de la Sota pidió a "todos" los sectores políticos, aunque en particular al Gobierno nacional, tener "un poco de serenidad" para evitar situaciones de tensión como las que sufrieron el vicepresidente Amado Boudou y el viceministro de Economía, Axel Kicillof.

El gobernador de Córdoba reclamó "poner freno" a la confrontación y opinó que "necesitamos todos tener un poco de serenidad, principalmente quienes gobiernan", ya que "si en vez de aceptar cuando hay una crítica, el Gobierno responde con mayor virulencia, se está fomentando un clima que cada vez es más intolerante".

En diálogo con Radio Mitre, De la Sota aseguró que "no he visto a ningún país en el mundo que haya progresado estando dividido, estando separado, menos cuando se lo hace desde el Gobierno (…) la gente no quiere peleas entre los políticos, quiere soluciones". "¿Qué le importa a un vecino de la ciudad de Buenos Aires, de cualquier ciudad del país, si el intendente es radical o peronista, o del PRO, o socialista, si la presidenta es kirchnerista, si el gobernador de su provincia es peronista? A ese vecino lo único que le importa es que les resuelvan los problemas con los que se despierta toda las mañanas", planteó.

De la Sota lamentó además el "estado de intolerancia" que se vive y remarcó que "eso es muy malo porque realmente las familias se encuentran en situación a veces de no querer reunirse para no ver como se enfrentan unos a otros sus miembros" y recalcó que los episodios del domingo contra Boudou y Kicillof son "señales de atención".

"Cuando el fanatismo reemplaza las convicciones, el fanatismo aniquila las convicciones y el diálogo. Con una persona con convicciones fuertes usted puede dialogar y ponerse de acuerdo, o no, pero siempre en un marco de respeto. El fanático no acepta otra manera de pensar y ahí es cuando se complican las cosas", agregó.

Quien también se refirió a este tema fue el gobernador bonaerense Daniel Scioli, quien pidió que "todos contribuyamos a la armonía". Además, advirtió que "no puede pasar que la gente se empiece a enojar con la política".

Ayer, dos funcionarios nacionales la pasaron mal en diferentes situaciones. Amado Boudou fue silbado y insultado en un acto oficial que compartió en Santa Fe con el gobernador Bonfatti. En medio de un discurso que culminó casi a los gritos para tapar los abucheos, el vicepresidente debió escuchar gritos de "ladrón" de los asistentes a la celebración por los 200 años de la Batalla de San Lorenzo.

En tanto, Axel Kicillof fue increpado en un barco de Buquebus, cuando viajaba de regreso a Buenos Aires desde el puerto de Colonia. Según las versiones, los pasajeros comenzaron a insultarlo y le recordaron el cepo al dólar que complica los viajes al exterior. Esta situación, obligó a que la tripulación lo refugie, junto con su familia, en la cabina del capitán.

Informe: LPO

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