Por Aldo Norberto Bonaveri |
La elección legislativa nacional prevista para octubre
reviste una importancia vital, en juego están además de las bancas que se
renuevan, un posible reacomodamiento de la ciudadanía, como así las
aspiraciones del oficialismo de acentuar el poder, perpetuarse en el mismo,
modificando para ella la constitución nacional, con re reelección inclusive.
Si bien la propia presidenta se ha abstenido de hacer
comentarios sobre cambios en la carta magna, varios son sus encumbrados
acólitos que no pierden oportunidad remarcar la necesidad de posibilitar un
nuevo mandato de Cristina.
Diana Conti fue la primera en expresarlo, escuchándose entre otros en el mismo sentido al ministro Julio de Vido, los diputados Edgardo Deptri y Héctor Recalde, más algunos gobernadores y funcionarios que piensan que la continuidad es su propio reaseguro.
Diana Conti fue la primera en expresarlo, escuchándose entre otros en el mismo sentido al ministro Julio de Vido, los diputados Edgardo Deptri y Héctor Recalde, más algunos gobernadores y funcionarios que piensan que la continuidad es su propio reaseguro.
En círculo de poder saben que el objetivo es muy complicado
de alcanzar, cualquier proyecto de reforma requiere ser convalidado por dos
tercios en ambas cámaras, lo que significa un resultado electoral harto
contundente, que tal como se advierte el ánimo de la opinión pública, no se
vislumbra propenso a ocurrir.
Pese al escenario poco propicio, el kirchnerismo no está
dispuesto a desactivar su propósito de máxima; aun cuando las señales de la
economía encienden alerta amarilla, los forcejeos con las provincias son más
notorios, los problemas se profundizan y, las relaciones internacionales
descubren flancos vulnerables: el Gobierno sigue manteniendo la iniciativa
política y, nada hace suponer que claudiquen en el intento de ir por todo.
La elección de octubre brinda a priori la posibilidad que
arroje varias lecturas. Históricamente los comicios de medio tiempo concitaban
la atención sobre los votos que lograba cada fuerza; si bien siempre interesa
descifrar los resultados, desde el 2003 hasta la fecha, la tarea se torna más
compleja y da lugar a más de una interpretación; ello es producto de la menor
incidencia de los partidos nacionales, de alianzas que se tejen en algunos
distritos, pero que en otros compiten y, desdoblamientos que en muchos casos
obedecen a proyectos personales.
Naturalmente, la sumatoria de votos incide directamente en
cada distrito en la distribución de bancas, no obstante, en la práctica ello no
siempre resulta efectivamente así. una vez que los parlamentarios entran en
funciones, como consecuencias de realineamientos, cuando no de travestismo
político. Por otra parte la composición de cada cámara, en virtud de la
renovación parcial, expresará la voluntad mayoritaria en un 50% en diputados y
un tercio en el senado.
A la oposición se le presenta la ocasión de recomponer la
magra cosecha del 2011, claro está, que las oportunidades son para
aprovecharlas, y para ello deben mejorar mucho la propuesta, generando una credibilidad
por ahora imperceptible.
Para los opositores con aspiraciones la performance de los
comicios de marras es crucial, tanto para posicionarse para las presidenciales
del 2015, como también porqué en nueve meses se renovarán en diputados los
escaños obtenidos en 2009, que como se recordará, fue la peor elección del
oficialismo desde que está en el poder. En ese contexto es la UCR quien
arriesga más asientos en la cámara baja; exactamente 25 de sus 40 diputados.
Para la Peronismo Federal o disidente, finalizan su mandato 14 de los 21 representantes;
El FAP expone 8 lugares de los 22 que dispone, en el PRO también caducan 8
mandatos de los 11 que cuenta, en tanto la Coalición Cívica y Proyecto Sur
ponen en juego la totalidad de sus bancas actuales, 6 y 3 respectivamente.
Consecuentemente con lo expresado, al Frente para la
Victoria no parece dificultoso retener la cantidad de diputados que actualmente
suma, (para ello le alcanza con repetir el escrutinio de 4 años atrás) empero,
se supone improbable que logre el ansiado 66%, contabilizando aliados asiduos o
circunstanciales.
En el senado la situación es bien diferente, allí se renueva
un tercio de sus integrantes, para ser más preciso, los ingresados en 2007 en
ocasión que Cristina Fernández llegara a la presidencia de la nación. Para el oficialismo
se advierten dificultades de mantener el número, por lo tanto incrementarlo
aparenta inalcanzable. Máxime si tenemos en cuenta que uno de los distritos que
eligen nuevos senadores es Capital Federal, territorio adverso al oficialismo
si los hay, pero que por esos imprevistos de la política seis años atrás le
sumó una banca propia y otra consecuente. Tampoco es muy viable reunir tres
voluntades de la misma latitud, tal como acontece por estos días con quienes
representan a Tierra del Fuego. Las otras provincias que votan por senadores
son: Entre Ríos, Salta, Chaco, Santiago del Estero, Río Negro y Neuquén
Una vez más la provincia de Buenos Aires tendrá una
gravitación determinante en el cómputo total; allí anida el 38% del padrón
electoral nacional; la sumatoria de Córdoba, Santa Fe, Mendoza y la Ciudad de
Buenos Aires equivale al 34% de los votantes, en estos 4 distritos las
encuestas están acusando un revés para el kirchnerismo; diferente es la
situación en el resto del país donde las consultas previas, excepto San Luís,
están insinuando un triunfo del FpV.
Volviendo al primer Estado argentino, de nítida tradición
peronista, ofrece en esta instancia una serie de interrogantes; los
chisporroteos entre la Casa Rosada y Scioli generan incógnitas sobre el
desenlace, como así también el posicionamiento de Sergio Massa, sus posibles
alianzas y cuanto podrá capitalizar el PJ Federal. Las fuerzas que supieron
confluir en el Acuerdo Cívico Social (UCR, FAP, GEN y CC) están procurando
llegar a un entendimiento que confluya en un frente electoral, que a la vez le
permita no desentonar a la hora de contar los porotos.
Sin lugar a duda de aquí en más el escenario político
cobrará una dinámica vertiginosa, las tratativas se multiplicaran, pues en
abril deben quedar conformadas las alianzas con vista las Primarias Abiertas,
Simultáneas y Obligatorias “PASO”, una instancia que en 2011 prácticamente
soslayó la oposición, sin advertir que con ello estaban concediendo ventajas,
que bien caro pagaron.
Tras propinarle al oficialismo la derrota del 2009, el
multifacético arco opositor no supo estar a la altura de las circunstancia,
veleidades personales postergaron acuerdos elementales en temas que son más de
sentido común que ideológicos; la sociedad contrarrestó castigándola en las
urnas. El año pasado, convergieron en una actitud diferente rubricando un
acuerdo, por el cual se comprometen a no negociar en torno a la reforma
constitucional; tal comportamiento fue bien recibido por los sectores no
identificado con los K. La moraleja señala que ese es el camino, por ahora el
primer paso de un largo sendero.
© Pregón Agropecuario
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