Por Matín Risso Patrón |
«El Estado solo, no puede...».
[Nilda Celia Garré - Ministra de Seguridad de
la República Argentina] Fuente: El Tribuno de Salta, domingo 11-N, p. 3].
El simbolismo del
rajar hacia adelante
Mientras la convivencia de los paisanos argentinos está
pasando por uno de sus peores momentos, los únicos esfuerzos del gobierno de
turno en lo que a buscar soluciones se refiere, están concentrados en como eludir la Justicia. A ver si nos
entendemos Doña Clota: El gobierno es tan judiciable como usted, como yo, como
su nieto al que agarraron a la salida de la cancha por pelearse con los otros.
Eso que usted dice, el persaltu, no
es otra cosa que esquivar la vía directa propia de la Justicia para actuar
según su mandato constitucional [practique, Doña: Se dice “per saltum”...]; en otras palabras, si no me gusta el juez que
debe resolver por algo que me involucra, me presento a la Corte Suprema para
que resuelva la cuestión que me interesa. Eludo. Me piro. Pero como para eso no
hay alternativa, si no estoy habilitado por la Ley... una ley que diga: “...puede usted darle una patada al juez que
puede molestarlo...”, entonces, si no está esa ley, la invento... Total, tengo los inútiles y soeces brazos
que se levantan en el Recinto. Con el tema del 7 de diciembre en la
hartante situación que envenena a Ella
contra Clarín, que no hay Juez que le venga bien, entonces el Congreso tiene en
sus manos el jugoso, sabroso e indigerible proyecto del gobierno, de eludirlo,
a no ser que Oyarbide [que ya está hasta
las babuchas de sacarle las castañas del fuego sin quemarse la bijuterie
mediante esa curiosa computadora del escolaso que lo sortea y sortea y vuelve a
sortearlo con el mismo número ganador], intervenga con cara de Juez y
todo... Esto es nada más ni nada menos que rajar hacia adelante pisando
cadáveres de preceptos constitucionales y de los otros.
Un gobernador
descubre que la droga entra por la frontera
En esto de sopar cualquier cosa mientras sea de interés
personal no hay como algunos políticos argentinos. Aunque sea sopar del
irreproducible sabor del excremento político. Antonio Bonfatti [62], 83º
gobernador de la provincia de Santa Fe, sopador socialista de la primera hora
junto a su jefe el médico Hermes Binner, no encontró argumento más pelotario
ante la acometida larroquiana que sufriera su izquierdoso partido, que afirmar
con pose de IIIª Internacional: “...la
droga entra por la frontera...”. Ríase nomás, doña, que esto no es pa’
picones. ¿Por dónde quiere que entre la droga hasta las barbas de los estúpidos
y de los otros en cualquier país que se digne de soberanía? Que se sepa, los aeropuertos, los puertos
fluviales y marítimos, las quebradas y hondonadas, son fronteras, Don
Socialista picón. ¿Ve? Justo ahí estamos ante la embestida a lo facho, esta vez,
en boca de la ministra Nilda Celia Garré, fundadora monto junto con su ex Juan
Manuel Abal Medina, progenitor del vástago brillante neo-monto del mismo nombre
y apellido pero levemente de diferente pelaje, pa’ pior. Dijo Teresa [que no de Calcuta] que Santa Fe
es la provincia más conflictiva en la lucha contra la droga, y que se convirtió
en una zona liberada... Y ahí nomás,
Bonfatti, que pasaba con su cuchara, sopó y largó tamaño despropósito.
Por el mismo precio y directamente de fábrica, el múltiple Miguel
Del Sel dixit: “Ahora salen los
kirchneristas a matar al gobierno de Bonfatti cuando la presidenta nunca habló
de la droga...”. Descanse en paz la
salud de la opo. O sea. Ella
tiene que hablar, para legitimar tanta sandez... de un lado, y del otro.
La resaca del 8-N
¿Observaron que nadie, nadie, ni nadie, pusieron números a
la cantidad de gente que salió a airear cacerolas y sartenes la noche del
ocho...? [Doña Clota, no le permitiré que me golee en situaciones como ésta,
así que guárdese eso que le escuché mascullar... eso de meter el mocho...
etcétera]. Esa noche fueron millones genuinamente argentinos los que salieron.
Raro eso de no dar estadísticas, cuando todos sabemos que hasta la cana tiene
la máquina de contar chabones en las calles. Pero es lo de menos.
Entonces empalidecieron las gárgaras del “yo no voy” que salían por el face. No así las secas gargantas de los
obsecuentes del régimen, acosadas por la resaca del cacerolazo. Así, el
inhabilitado para hablar ex jefe de gabinete del régimen, Aníbal F., habló y
dijo que percibió entre los manifestantes, que no tenían una comunidad de ideas ni una unidad
de concepción respecto de los motivos por los que estaban en las calles.
¡Petición de principios a esta altura de las circunstancias...! Lo mismo la
estalinista del equipo con grado de legisladora de la Democracia, D. Conti...
Dos solamente como ejemplo, porque si no, se agota esta columna con el catálogo
de siempre. Eso sí, todos los
refutadores de cacerolas, recibieron el mismo chip, con tres cuestiones para escupir: 1] Los manifestantes no tienen argumentos, 2] Los manifestantes no
tienen quien los dirija, y 3] Los manifestantes pudieron hacerlo porque nosotros les damos la libertad para
protestar. Lo que no saben es que la mera presencia en las calles de millones de
argentinos, de pie frente a la soberbia, es el único argumento posible para
fundamentar tal protesta y cualquier otra. Todavía creen, los mandamases,
que hay que discutir con ellos.
Justamente el miércoles 14 Martín Sabbatella, defendiendo lo
indefendible, manifestó públicamente que el Gobierno de la República de ninguna
manera está eludiendo la Justicia en el caso del 7-D, y que todo el mundo tiene
la posibilidad de seguir el camino judicial, que no se le niega a nadie... Esta
manifestación, realizada en su trinchera AFSCA no es ni más ni menos que la
base de lanzar bombas de humo hediondo, mientras
los legisladores K y sus entenados, votan desesperadamente para lograr el piro
de la Justicia mediante el per saltum.
Todo... porque como dijo la célebre guerrillera: “El Estado, solo, no puede...”, [entonces, atropellan las vallas legales
de la Justicia... justamente porque el Estado, según propia concepción, son
ellos]. Y metida a psicóloga, replica lo dicho por el inefable Aníbal: ¡Qué sensación, la de la inseguridad! ¿No?
Cómo no van a estar eludiendo a la Justicia, si su ministro
Alak se deshace en improperios frente a cuanto Magistrado tiene la desgracia de
caer, con escolaso o no, en la línea de ejecución del debido proceso de esa
cuestión de los Medios y qué sé yo, inventada
por ellos mismos.
Entonces, estamos todos en su propio laberinto. Nos metieron
de prepo. Salir de esto... ¡A ver... que venga Mandrake...!
© MRP
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